¡Yo también!

Hace frío,
El invierno este año llegó furioso, me duelen los brazos, los ojos,
Mis dientes tiemblan, y mi corazón,
lo que dicen los poetas que es el corazón, es una bomba de tiempo.

Estoy lleno de resaca, hay tantos brumosos gatos caminando por allí,
La bugambilia retoñó frondosa, intensa, violenta este año,
Hay palomas en la casa de enfrente,
Hace frío.

Ayer
Leí el periódico, estaba repleto de cadáveres,
Me miré al espejo, ¿qué le ha pasado a mis ojos?
Subí a mi azotea, fume mariguana,
Y sentí que la zozobra del inicio de la tarde
Me abrazaba por la espalda.
La necesidad me arrojó a la calle,
Bebí, bebí, furiosamente,
Bebí solo con la desesperación de un condenado
O de un alcohólico –para mí ya es lo mismo-

Me han dicho
Que tengo un cierto potencial, que podría hacer algo más
Que tengo cierto brillo
“Pues venga, -pensaba mientras me emborrachaba-,
Apagaré ese brillo de vela a tragos de cerveza,
Lo ahogaré y no me vengan a joder más”


Llovió
Caminé beodo por las calles,
Buscando furioso una nueva batalla que perder,
Terminé borracho bebiendo en un parque húmedo,
En un parque sin niños, en un parque en ruinas,
Con columpios destrozados,
Un parque cementerio.

Hoy
Desperté tirado
En el suelo del baño,
Leí un poema de Vallejo,
Que oscureció mi mañana
Me rasqué la cabeza
Y comí una toronja

Y llegó, como golpe, la alegre iluminación
Me quedé ahí parado
Con la toronja en mi mano
Mirando un bello mantel a cuadros
Sabía, por primera vez, lo que quería,
Me alegré tanto que dije

“yo también”

yo también quiero
un buen trabajo
una corbata roja,

-ya no quiero ni toronjas, ni bebida, ni poemas, ni putas, ni a Vallejo-

Yo también
Yo también quiero
Un carrito azul cielo,
Un perrito calvo llamado Demián,
Una tarjeta de crédito,
Una casa con muebles rústicos

Yo también
Yo también quiero
Leche tibia y galletas,
Y amaneceres apacibles los domingos,
Yo también quiero una mujer,
Que esté conmigo por los siglos de los siglos,
Que me despierte a besitos en la mañana,

Yo también
Yo también quiero
Una hija que se llame Josefina
Que no crezca nunca,
Y que me diga “papá eres un tonto
¿Por qué sufrías tanto?”

Yo también
Yo también quiero
Un trabajo respetable,
Y vecinos que vengan a visitarme
Para comer tarta y hablar de
Los bellos atardeceres de otoño.

Yo también quiero envejecer
Con dignidad y alegría, tomado de tu mano,
Yo también quiero morir, como mi abuelo,
Descansando en mi cama, satisfecho,
Y en paz con el mundo.

Pero, ahora mismo,

Hace frío

Hace frío

 

Leí y releí. Es de resaltar la segunda parte de este poema,la sinceridad de tus deseos. ¡Ojalá que la parte de este poema y tu vida llena de resaca, de beber furiosamente,de fumar mariguana ya este perteneciendo al pasado!."Sabía por primera vez lo que quería"¡Ahi esta el punto de inflexión,el horizonte de transición a otro hemisferio."Yo también quiero".Alimenta esos buenos deseos e incrementa la lista.Yno te olvides de incluír a Dios en tus deseos, que es el Autor de la vida.Que El te ayude porque la ayuda humana, por más buenas intenciones que tenga ¡no alcanza!.Te felicito por la sinceridad de este escrito.Un abrazo.

 

gracias puchopoet... aunque creo que el mensaje del poema era un poco diferente... pero una vez escrito el lector lo hace.. saludos y salud.

 

Lo mejor que he leido en todo el día...y llevo todo el jodido día aquí metida...el mundo a veces casi siempre es "bien cabrón"....te mando mis estrellas desde España....con la sangre mexicana burbujeando por mis venas al leerte poeta...Besos.María.​

 

Otra delicia, no voy a entorpecer demasiado con mis mensajes pero creo que es honrado que lo lean más, saludos.

 

gracias pecado capital... qué daría yo por que me leyeran más pero... bueno, Bukowski decía que la fama era algo horrible, mejor un público pequeño... selecto... ja que pretencioso se leyó eso!
salud
y saludos.

 

En mi paseo por ti, me recuerdas a mis libros de la universidad que debo leer con una libretita al lado para anotar lo mas importante... veamos...
"palomas en la casa de enfrente"
"buscando furiosamente una nueva batalla por perder"
"mantel a cuadros"
"yo también"
"los bellos atardeceres de otoño"

Bueno gracias a dios si lo que quieres son los atardeceres de otoño.. son todos tuyos en la medida en que en allá atardezca. Lo de las palomas en la casa del vecino.. tampoco habrá que envidiarlo todo ¿no? (con migas de pan en tus tejas se arregla)
Bueno no queremos las cosas por necesitarlas sino por no tenerlas. El borracho quiere el carrito azul, si lo tubiera desearía el tren azul... si los tuviera, odiaría el azul por vulgar...

¿un mantel de cuadros fue tu musa?

 

Uff, hay versos (afortunadamente), que después de aprehenderlos nos dejan con la idea de que no todo está perdido, de que vale la pena andar y andarse cuando la vida lo requiere o lo pide a gritos, hay poesía que cala hondo y sin pretensiones vanas ni falsas modestias, llega, abre brecha y se queda.
Gracias por escribir de esta forma, señor poeta.
Mi admiración, el brillo permanente de las estrellas y un abrazo,:::gafas1:::

 

Pienso que no debemos anhelar lo que otros han tenido, solamente por tenerlo sino por quererlo, es posible que muchos pese a morir en sus camas y rodeados de seres queridos, no hayan tenido la vida que quisieron, y efectivamente yo también quiero... lo que tengo, un abrazo