Yo y mi adorada sirena (glosa)

¡Bien me acuerdo! ¡Hace diez años
y era una tarde serena!
¡Yo era joven y entusiasta;
pura, hermosa y virgen ella!
Estábamos en un bosque,
sentados sobre una piedra,
mirando, a orillas de un río,
como temblaban las hierbas.
JUAN CLEMENTE ZENEA
​

Recuerdo de mi niñez,
primer amor que encadena,
primer amor puro y limpio,
yo y mi adorada sirena,
¡Bien me acuerdo! ¡Hace diez años
y era una tarde serena!

Tejimos dos corazones
con hojuelas de Barcella,
y al despuntar el ocaso
parió la luna más bella,
¡Yo era joven y entusiasta;
pura, hermosa y virgen ella!

Con un Bayam por cobijo
y grillos tocando cedra,
¡Hice de sus pechos muros!
¡Hizo de mis manos hiedra!
Estábamos en un bosque,
sentados sobre una piedra.

!Que bella que fue la tarde!
Viendo retozar las ciervas,
mientras que sus cervatillos
se acercaban sin reservas,
Mirando, a orillas de un río,
como temblaban las hierbas.

© Manuel Bastidas Mora
Venezuela​

 

Una glosa verdaderamente hermosa, Manuel. Me he quedado maravillado con el excelente nivel lírico que has dado a estos versos en donde he encontrado metáforas realmente belllas :
¡Hice de sus pechos muros!
¡Hizo de mis manos hiedra!
NO conocía a este poeta que glosas pero te diré que te ha dado una gran inspiración en este poema en donde todo encaja perfectamnnete en ese idílico recuerdo infantil de un primer amor que tan bien nos relatas.

Te mando mi más sincera felicitación con un abrazo, amigo.