¡YO!

Campeón de campeones,
vanidoso,
insufrible,
altivo y arrogante,
rey de la soberbia.

¡Yo!, el perdona vidas,
el que venció a la muerte
engreído,
egocéntrico y malvado,
¡Yo!, que encendí las estrellas,
tirano del amor.

Yo que voy por ahí
presumiendo de poeta,
falso y petulante.

¡Yo!, el inconmovible,
el displicente,
el orgulloso.
El rompe corazones.

¡Yo!...
no pude con tu sonrisa.

 

Es posible que sí tengas esos defectos, Pablo, yo te conozco, amigo pero creo que esos los cubre algo que hay por encima del hombre que eres. Yo te conozco sencillo, cooperador, respetuoso, amante de la Poesía desde muchos años, logros gracias tu esfuerzo, motivos de más para que los defectos no se asomen, solo les has dado un recreíto. Yo te admiro por lo alto que has llegado y creo que te sigues manteniendo, esa es la parte complicada, pero en el Evento último que pudimos compartir, supe que sigues siendo el señor, el caballero, el ser humano humilde, el poeta y no creo que eso haya cambiado. ¡TÜ! amigo Pablo. Este es un destape de alma. Hace bien. Te mando mi abrazo de siempre. Muchas gracias.
​

 

Y es que cuando llega el amor
hasta una roca se ablanda.
Me ha gustado mucho tu poema.
Saludos y Bendiciones.

 

querida amiga , es solo un poema, un beso grande para ti

 

gracias Lourdes, es muy amable tu comentario un fuerte abrazo

 

Muy bueno Pablo. Viste, hay sonrisas que son poderosas.

 

Y lleno de pasión en la mirada... precioso amigo... siempre es un gusto leerte...
Te abrazo con todo mi cariño...

 

Bello, hermoso, una preciosura de trabajo muy bonito.
Desde Mar del Plata, abrazo fuerte al corazón.

 

gracias Avelino por tu comentario, un abrazo fraterno desde Chile

 

Darkness, como siempre tu cariño me alegra el día un beso grande para ti

 

Gracias Jorge por tu comentario, siempre tan considerado, un abrazo amigo

 

Excelente inspiración y muy cierto, ante una sonrisa no se puede nada. Felicidades.

 

Gracias alma grande por tu comentario