1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

Yolanda Bedregal

Tema en 'Biblioteca de Poetas consagrados en verso libre' comenzado por lluvia de enero, 15 de Mayo de 2015. Respuestas: 0 | Visitas: 1657

  1. lluvia de enero

    lluvia de enero Simplemente mujer

    Se incorporó:
    4 de Septiembre de 2009
    Mensajes:
    6.322
    Me gusta recibidos:
    528
    .

    Yolanda Bedregal

    Yolanda Bedregal de Cónitzer (La Paz, 1916 - 1999) Poeta y novelista boliviana que se consagró como una de las figuras destacadas del posmodernismo hispanoamericano, movimiento literario en que sitúa su obra de madurez.
    Hija de J. F. Bedregal, uno de los grandes representantes del modernismo en su país, vio publicado su primer poemario (Naufragio) con apenas veinte años de edad. Cursó estudios de arte en la Academia de Bellas Artes de La Paz, a la que al cabo de unos años habría de regresar como docente, para impartir clases de escultura e historia del arte. Poco después obtuvo una beca de estudios en el Barnard College de la Universidad de Columbia (Nueva York), al que se incorporó en 1936.
    A su regreso a Bolivia ejerció la docencia en la Academia de Bellas Artes y en la Universidad Mayor de San Andrés, donde impartía clases de estética. Su pronta actividad literaria no tardó en valerle un merecido reconocimiento y una gran popularidad en su país, debida además en parte a su actividad diplomática, hasta el punto de ser conocida con el apodo de "Yolanda de Bolivia".

    Su obra lírica puede dividirse en tres etapas. En la primera, cuyo mejor exponente es Naufragio (1936), predominan los versos explícitos y objetivos, que exploran algunos sentimientos comunes al ser humano por medio de un lenguaje claro y preciso.
    En una segunda fase se dejó seducir por cierto simbolismo, como queda patente en Poemar (1937) y Ecos (1940), este último escrito en colaboración con su esposo Gert Conítzer, otro excelente poeta, de origen alemán, que tradujo a esta lengua todos los versos de su compañera.
    Finalmente, entró en una fase que podría clasificarse de "religiosa", que se manifiesta en la presencia en sus versos de una especie de destino oscuro al que parecen obedecer todos los hechos del mundo. Dentro de la extensión infinita de este destino incierto, la soledad aparece como un fenómeno inherente a la condición humana. El poemario Nadir (1950), una de sus obras maestras, se situaría en este etapa.

    Biografía: http://www.biografiasyvidas.com/biografia/b/bedregal_yolanda.htm


    **************​


    OJOS PARA EL LLANTO AJENO


    Déjame llorar el llanto de todas tus soledades
    y de todos tus cansancios.
    Siempre he llorado abandonos y pena de los demás,
    mi amor nunca fue mi amor.
    Siempre fue cubrir heridas abiertas por otra mano.
    Mi vida nunca fue mía.
    Cada vida es algo mía, yo soy de todas las vidas.
    No será mía mi muerte.
    ¡Ni eso tengo sólo mío! Todos se mueren en mi…
    sólo lloro el llanto ajeno y el dolor de los demás.

    Has de olvidarme mañana, lo mismo que él me olvidó.
    Tengo en mí, sino de madre;
    todos lloran en mi falda y yo siempre lloro sola.
    ¿será que rechazo al hijo
    eterno que duerme en mi y su lamento obstinado
    es un gong de negación?
    Lloro por todos los hombres en cansancio y soledad.

    ¡Nada es mío! ¡Nada es mío!
    Ni mis ansias, ni mi hijo, ni mi vida, ni mi amor.
    Sobre el sordo Cosmos lloro
    cansancios y soledad.


    ***************​


    VIAJE INÚTIL



    Para qué el mar?
    Para qué el sol?
    Para qué el cielo?
    Estoy de viaje hoy día
    en viaje de retorno
    hacia aquella palabra sin orillas
    que es el mar de mi misma
    y de tu olvido.
    Después de que te he dado mar y cielo
    me quedo con la tierra de mi vida
    que es dulce como arcilla
    mojada en sangre y leche.
    Ahora me sobra todo lo que tuve
    porque soy como acuario y como roca.
    Por mi sangre navegan peces ágiles
    y en mi cuerpo se enredan las raíces
    de unas plantas violetas y amarillas.
    Tengo en la espalda herida
    cicatrices de alas inservibles,
    y un poquito en mis ojos todavía
    hay humedad inútil de recuerdos.
    Pero, que importa todo esto ahora?
    cuanto estiro los brazos y no hay nada
    que no sea yo misma repetida.
    Acaso no soy mar y no soy roca?
    Misterios de colores en mi vida
    suben y bajan en mareas altas
    y extraños animales y demonios
    se fingen ángeles y helechos en mis grutas.
    Están además el mar, el sol, la tierra.
    Ahora que he vuelto de un amor inmenso,
    tengo ya en la palabra sin orillas
    lo que pudo caber entre sus manos.


    ***************​
     
    #1

Comparte esta página