Yuyo de mi hierba

Yo te vi arrullado en mis brazos
y desde entonces erradiqué el frío
el calor que hallé en nuestro espacio
fue borrando todos mis vacíos.

Y es que tú fuiste tan mío
que mi ser se sintió tan completo
cuando iniciaste la lactancia en mi pecho
y con nanas acabaste dormido.

Yo te vi al inicio de mis sueños
en la elipse que formaste en mi vientre
tantos días que pasé sonriente
esperando que nazcas, pequeño.

Tuve dicha al saber de tu llegada
me tocó emprender sola el camino
qué privilegio el que he obtenido
pues contigo se llenó de luz la casa.

No hubo sopa que estuviese fría
ni hubo pan que se sintiese duro
es por ti que afronto el futuro
tan blindada por tu linda sonrisa.

Tus manitas aprietan mi dedo
vas creciendo como yuyo de hierba
todo mal no atraviesa esta puerta
pues tu amor se ha vuelto mi credo.

Yo te vi iluminando mi vida
tu llegada fue alivio y ayuda
porque no cabe la menor duda
de que eres el amor de mi vida.

Jamás pensé que se podía amar así
nuestra sangre nos une en su lazo
y te llevo en las naves de mis brazos
como cuna en la que eres feliz. ​