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Zeuxis y azeuxis (2)

Tema en 'Ensayos y artículos sobre arte poético' comenzado por musador, 3 de Marzo de 2015. Respuestas: 0 | Visitas: 2572

  1. musador

    musador esperando...

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    Me propongo en esta nota resumir y comentar un artículo del Profesor Miguel Ángel Márquez, de la Universidad de Huelva, acerca de encuentros de vocales. El artículo será publicado en la revista «Rhythmica», que dirigen el profesor Torre y el profesor José Domínguez Caparrós.

    ENCUENTROS DE VOCALES EN EL VERSO
    Miguel Ángel Márquez
    Universidad de Huelva
    Rhythmica 13 (2015) (En prensa)
    http://www.uhu.es/miguel.marquez/wa_files/vocales.pdf
    Introducción.
    Basándose en las tesis expuestas por Esteban Torre en los artículos que comentamos en nuestra nota previa, Miguel Ángel Márquez analiza en este artículo los fenómenos de zeuxis y azeuxis en el recitado de Juan Ramón Jiménez de un fragmento de su poema «Espacio». El análisis fonético lo realiza usando un programa diseñado al efecto, llamado Praat (este mismo programa fue usado para elaborar el tercer tomo de la «Nueva gramática de la lengua española: fonética y fonología», RAE 2011).

    1. Objetivos.
    Cito textualmente el artículo, donde expone la situación y resume las tesis de los artículos que ya he comentado:

    "Los encuentros de vocales constituyen la principal dificultad en la medida de los versos. Durante siglos, los tratadistas y gramáticos han pretendido categorizar la casuística de estos encuentros de vocales con una terminología más o menos
    compleja, que partía de diversos resabios gramaticales, como la distinción de los encuentros en interior de palabra o entre palabras, o la supuesta distinción de sílaba gramatical (o más modernamente fonológica) y sílaba métrica o fonética. El profesor E. Torre ha desmontado todos esos prejuicios, que lastran la comprensión del funcionamiento real del encuentro de vocales en el verso, en dos recientes estudios, cuyas principales ideas sintetizo a continuación:
    1) no cabe distinguir un uso ‘normal’ de la lengua y un uso ‘poético’, y por
    tanto, los encuentros de vocales nunca deben explicarse como licencias
    artificiales para alargar o acortar la medida del verso;
    2) la silabación en el verso se corresponde siempre con la silabación real de la
    cadena fónica;
    3) en los casos en que se encuentra una vocal acentuada de la serie i, u y una
    vocal no acentuada de la serie a, e, o no se produce la supuesta dislocación
    acentual, como demuestra Torre con el argumento de la rima (2013: 194-
    196);
    4) no hay ninguna diferencia en los encuentros de vocales que se producen en
    el interior de palabra o entre palabras, porque el blanco de la escritura no es
    una entidad fonética (Torre, 2013: 197); y
    5) todos los fenómenos de encuentros de vocales (tradicionalmente categorizados como sinalefa, dialefa, diéresis, sinéresis, etc.), cuando se estudian en la cadena fónica del verso, se resuelven de dos maneras: o las vocales se unen en una sílaba o no se unen. E. Torre ha propuesto los término zeuxis y azeuxis (ζεύξις, ἀζεύξις) para designar esas dos posibles resoluciones."

    2. Análisis.
    El autor pasa luego a considerar ordenadamente diversos casos, analizando el recitado de Juan Ramón Jiménez del Fragmento primero de su poema «Espacio». Respetaré en mi resumen el orden propuesto por el autor.

    2.1 Zeuxis en encuentros considerados diptongos.
    Analiza el autor la pronunciación de JRJ de los diptongos crecientes en el verso
    «Los dioses no tuvieron más sustancia»
    y del diptongo decreciente en «raudal» del verso
    «sino fuga raudal de cabo a fin. Y lo que veo».
    En ambos casos observa el conocido fenómeno de consonantización de la vocal alta en el diptongo.

    2.2. Azeuxis en encuentros considerados diptongos.
    El autor analiza el verso (endecasílabo)
    «tenido entre criados por un dueño»,
    que JRJ pronuncia con azeuxis en «criados». En el análisis de esta azeuxis el autor nos describe un fenómeno sumamente interesante, notable hallazgo de su trabajo: en la división «cri-a-dos» la «i» es plenamente vocálica, pero la «a» no aparece sola sino que la «i» se desdobla, dando origen a «cri-ja-dos» (la «j» corresponde a la «yod», versión consonantizada de la «i»).
    Un fenómeno análogo observa el autor en la azeuxis que JRJ realiza en «violetas» en el endecasílabo:
    «a una novicia, sexos violetas».
    En el caso en que la vocal alta es «u», el autor analiza la azeuxis en «suave» (muy usual entre muchos poetas) del verso
    «qué suave (Villon), qué forma de las formas»
    donde se produce un fenómeno análogo de desdoblamiento de la «u», aunque en este caso la forma semiconsonante de la «u» es el alófono llamado «wau». Notando «w» a este alófono, la pronunciación sería «su-wa-be».
    Este fenómeno de desdoblamiento parece estar relacionado con el que en fonología se conoce con el nombre de «epéntesis».

    2.3. Zeuxis en los llamados hiatos.
    El primer ejemplo que considera el autor es el de la zeuxis en «realidad» (también habitual), en el verso:
    «en doble y sola realidad»
    y de «sea» en el verso:
    «"Lo que sea", es decir, la verdad única,».
    No hay un fenómeno fonético especial en estos casos, simplemente JRJ pronuncia «rea» y «sea» en una sola sílaba. Comenta el autor en el segundo caso que él esperaba la escansión «se-a, es», con azeuxis en «ea» y zeuxis en «a, e», pero la realidad resultó otra: JRJ pronuncia en este caso «sea» con zeuxis, y hace azeuxis en «ae».

    2.4. Azeuxis en hiatos.
    El último verso que comentamos corresponde a este fragmento de «Espacio».

    "Lo que sea", es decir, la verdad única,
    yo te miro como me miro a mí
    y me acostumbro a toda tu verdad como a la mía.
    Contigo, "lo que sea", soy yo mismo,
    y tú, tú mismo, misma, "lo que seas".

    Las apariciones de «sea» y «seas» en los versos 3 y 4 del fragmento son ejecutadas por JRJ con azeuxis. Se produce un fenómeno análogo al de los hiatos que comentamos antes, pero en este caso la «e» se desdobla en una «e» plena y una «e» neutra: ['șe.ǝa].
    En un caso aparentemente análogo, pero con la «a» tónica, aparece una yod en la pronunciación de «verdear»: [Ҍer.đe.'jar].

    2.5. Sinalefas.
    Cito textualmente al autor:

    "El encuentro de vocales en el verso puede ocurrir entre palabras consecutivas.
    La vocal o vocales con que termina una palabra se ponen en contacto con la vocal o vocales iniciales de la palabra siguiente. Estos encuentros pueden resolverse con zeuxis y estamos ante lo que la tradición considera sinalefas. Domínguez Caparrós remite a Canellada y Madsen (1987) para enumerar las posibilidades de pronunciación de las vocales en la sinalefa:
    a) “reducción” de una de ellas por relajamiento de su timbre: ‘est(e)amigo’;
    b) diptongación: ‘lainfeliz’; y
    c) elisión: ‘casistaba’."

    Con este marco conceptual, el autor analiza en primer término las cuatro zeuxis en la ejecución que JRJ hace del endecasílabo
    «Lucha entre este saber y este ignorar».
    En el análisis el autor ve que en el caso de «y este», la sinalefa se comporta como un diptongo en el interior de una palabra. En los otros casos, en el lugar del encuentro se observa una sola vocal con el timbre de una de las dos del encuentro (la segunda). Comenta sin embargo que esto no es siempre así, es decir que en los casos de reducción a una sola vocal el timbre puede ser uno nuevo. Esto sucede en el verso
    «tenido entre criados por un dueño)»
    con la sinalefa en «tenido entre», donde aparece un timbre «ö» en el lugar del encuentro. Este fenómeno de reducción de dos vocales a una no fue observado por el autor en su análisis de los encuentros dentro de una palabra.
    En el análisis del verso
    «tiene que haber un punto, una salida»
    aparece un fenómeno frecuente, el cierre de la vocal «e» en «que ha» para producir un diptongo [kja] (recuerdo que «j» corresponde a la «i» consonantizada).
    Un fenómeno similar tiene lugar con la «o» de «No es» en el verso
    «y todo será más. No es el presente»,
    dando lugar a ['nweș] (recuerdo que «w» corresponde a la versión consonantizada de «u». Estos últimos ejemplos son análogos a los analizados por el autor en los encuentros dentro de una palabra.

    2.6. Azeuxis en encuentros entre palabras.
    En el anaĺisis del verso:
    «qué es mi vida y mi muerte, qué no es?»,
    en la azeuxis en «no es» (hiato rítmico) el autor descubre nuevamente (como en los hiatos dentro de la palabra) un desdoblamiento de la «o»: [no.'weș].
    Comprueba fenómenos análogos en diversos casos en los que el encuentro de vocales afecta al acento principal del verso.

    Cito textualmente:

    "Por último, la crítica ha señalado la imposibilidad de que se produzca una zeuxis entre palabras cuando entre dos vocales se encuentra una i/y o una u. La razón es evidente y aceptada de forma unánime: en esa situación las vocales i, u funcionan como consonantes."

    El análisis fonético de la azeuxis en «recuerdo y ansia» del verso:
    «recuerdo y ansia míos, presentimiento, olvido.»
    da [r̄ e.'kwer.đoi.'jan.șja]. Es interesante este caso porque tradicionalmente se ha considerado que en casos así la «y» se une a la sílaba que le sigue, vemos que su alófono de vocal plena queda con la anterior, incorporándose la semiconsonante del desdoblamiento a la siguiente.
    En este mismo verso, el autor observa en la zeuxis de «presentimiento, olvido» que JRJ elide totalmente la «o» final de «presentimiento» y hace un largo silencio antes de ejecutar «olvido».

    3. Me siento tentado de transcribir acá las conclusiones de este interesantísimo trabajo, pero prefiero invitar al lector a que las vea en el original. Me limito a señalar que el autor considera su hallazgo más interesante el del desdoblamiento de las vocales en las azeuxis.

    4. Una reflexión epistemológica: el análisis del material fónico mediante ordenadores brinda resultados muy interesantes, como se puede apreciar en este trabajo. Pero cabe tener en cuenta que hay un aspecto del fenómeno de las zeuxis y azeuxis que en este análisis no se ve: el que tiene lugar en el oído del oyente. El riesgo al que me refiero es el de sobredimensionar el fenómeno que nos es más accesible al análisis, subestimando el más complejo pero también, sin duda, relevante. Se me podría objetar esta reflexión argumentando que el oído no deja de ser un aparato, como el ordenador: es cierto, pero diría que falta bastante tiempo para que los ordenadores alcancen ese grado de sofisticación.

    5. Reconocimientos. Agradezco nuevamente las discusiones con Jmacgar y Elhi Delsue, sin cuya amistad estos estudios serían mucho más pobres y tediosos.

    6. Nota. En los abundantes gráficos que ilustran y fundamentan el trabajo de Márquez, la parte más significativa es la curva de intensidad medida en decibeles. El oscilograma es incluido automáticamente por Praat, pero su información es redundante con la de la curva.
     
    #1
    Última modificación: 11 de Marzo de 2015
    A Andrea Chica y jmacgar les gusta esto.

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