Rosa Reeder 1 de Mayo de 2025 a las 9:11 PM
La conclusión de este poema es que la muerte no debe ser vista como un fin absoluto, sino como un tránsito o una transición que forma parte del ciclo infinito de la existencia. Nos invita a comprender que, en la inevitabilidad de la muerte, encontramos una oportunidad para valorar plenamente la vida, reconociendo que, al aceptar nuestro destino, podemos trascender el temor y descubrir en la memoria y en la reflexión un sentido de continuidad y renovación. En definitiva, el poema nos anima a ver en la muerte un proceso que enriquece nuestra comprensión del ser y del tiempo, ofreciéndonos la posibilidad de encontrar razón en la eternidad que trasciende nuestra existencia física.