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  1. Como os hago partícipes de mis aventuras y desventuras, sabéis todos que me hallo en periodo de mudanza y todo lo que ese acto lleva aparejado. Revisar, seleccionar, tirar, guardar, empaquetar... Aunque solo estoy en los prolegómenos, han caído ya en mis manos, con vistas a la criba, algunas cajitas con postales de antaño y alguna carta... ¡Oh, las cartas! Dentro de poco nadie sabrá qué era una carta, un sello, un buzón de correos...

    Pues todo ello ha traído consigo la nostalgia del género epistolar, al cual yo siempre fui -y sigo siendo- muy aficionada. Ha cambiado el soporte, pero el espíritu de la letra es el mismo.
    ¿Queréis dejarme aquí vuestros sentires y pareceres? ¡Os convido!


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    Queridos amigos míos:
    Esta carta la inauguro
    con un tema al que seguro
    os vais a sumar con bríos.

    Se trata en esta ocasión
    del género epistolar
    que puede dar para hablar
    y para una reflexión.

    Cuando todos ya pensaban
    que escribirse era obsoleto
    y carecía de objeto
    pues se telefoneaban,
    llegó la era del mensaje
    con móvil u ordenador
    —que no sé lo que es peor
    si atendemos al lenguaje—.

    Pero esas tiernas misivas
    tan íntimas y entrañables,
    tan bellas e interminables
    anheladas y emotivas,
    la del pariente lejano
    o del amado a la amada,
    con la grafía esmerada,
    que eran cartas de artesano,
    ya pasaron a la historia
    porque la tecnología,
    más práctica, aunque más fría,
    las borró de la memoria.

    El teclado es sustituto
    de la pluma y el tintero
    me conecto cuando quiero
    y contacto en un minuto.

    Pero tenía su encanto
    lo de la correspondencia;
    se adiestraba la paciencia
    ¡una paciencia de santo!

    Y sin más por la presente,
    me despido sin tardanza,
    y así, a la antigua usanza,
    os saludo atentamente.


    A ti, a Maramin, a M.B.Ibáñez. y a 5 otros les gusta esto.
  2. No tengo palabras para expresar mi gratitud a todos los que os habéis tomado el tiempo para acudir a mi post y dejarme vuestras joyitas poéticas que en tan alta estima tengo. Y como son mías (mi tesoroooo), aquí me las traigo para guardarlas con todo cariño.
    Muchas gracias a todos.

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    Dadme albricias, amigos, lo he encontrado
    tras semanas de búsqueda incesante;
    agobiada, aburrida y anhelante,
    me decidí por fin, ¿habré acertado?


    Es un ático dúplex lo que he hallado:
    una terraza atrás y otra delante,
    muy amplio, luminoso y elegante,
    casi como lo había imaginado.


    Ahora lo que da miedo es la mudanza,
    el caos se avecina, ¡qué jaleo!
    me pondré a la faena sin tardanza,


    a liar y empaquetar lo que poseo
    con el ánimo lleno de esperanza.
    ¡Que sea para bien es mi deseo!
    (Eratalia)



    Yo no se que decirte en este instante,
    tantas veces ha sido deseada
    que la puedes llamar "la bien hallada";
    esta casa te viene como un guante.

    Unas vistas que son impresionantes
    en la hermosa terraza soleada
    que puede superar a la soñada
    y echa un ojo a los buenos restaurantes.

    No vayas a ensuciar esa cocina,
    resplandeciente, alegre y luminosa,
    seguro que es de estilo ¡cosa fina!

    Muy pronto dejaras de estar nerviosa,
    contigo, mi querida bailarina,
    esa casa será maravillosa.
    (Libélula)


    Difícil la tarea has culminado
    hallando la vivienda que querías
    donde espero te lleguen alegrías
    una vez que te hayas instalado.

    Mudarse es como haberse reiniciado
    y más tú que llenando estanterías
    sé muy bien que jamás te quedarías
    sin hacer un poema allí inspirado.

    Imagino por lo que voy leyendo
    que el orden trabajado te motiva
    cada cosa en su sitio ya estoy viendo.

    Y también como eres tan activa
    tal mudanza la veo concluyendo
    para goce y disfrute de quien viva.
    (Lesmo)


    Dicen que el que la sigue la consigue
    y usando el buen sentido, tu nariz
    ha olfateado bien tu directriz
    y has conseguido un piso que te abrigue.

    Espero que tal gasto no te obligue
    a muchas apreturas; sé feliz,
    sé que no actuaste cual chisgarabís,
    por tanto nada habrá que te atosigue.

    Que no te encuentres en tribulación
    es lo que te deseo, pues Teresa
    veía inconveniente la mudanza

    si se halla en ese estado el corazón;
    mantente alegre y firme en esta empresa
    y llévala adelante con templanza.
    (Jmacgar)

    Pues albricias te damos, buena amiga,
    por tan buen y esperado desenlace,
    sabes que tu alegría nos complace
    y que hayas puesto fin a tanta intriga.

    No temas, la mudanza no es fatiga,
    no tienes que acabar en un desguace
    pues no tenemos quien te reemplace...
    así que haz caso de lo que de te diga.

    Salvajadas las justas, poco peso,
    y las cajas pequeñas o medianas,
    que nunca sean grandes o adiós hueso,

    más vale ser prudente, sin alardes,
    que esperar días, meses, mientras sanas
    y sufrir de tu ausencia por las tardes.
    (Javier Alánzuri)


    ☺☺☺☺☺

    A ti, a M.B.Ibáñez., a Alonso Vicent y a 4 otros les gusta esto.
  3. Vuelvo a las andadas y a las "escribidas" para recopilar estos sonetos que han surgido a raíz de uno mío escrito bajo la desesperación que produce buscar y no hallar lo que se busca.
    Me temo que estas dos joyitas que me brindan Efejota e Isabel queden por ahí desparramadas y perdidas en las procelosas aguas de este foro sin fondo y que nunca más los vuelva a encontrar cuando los busque.
    Para evitar tan desastrosa perspectiva he aquí que las recojo con sumo cuidado y gran placer y las pongo en mi vitrina.
    Gracias, buenas gentes.



    Desesperada estoy, no encuentro piso
    y buscando las horas me las paso
    ya he visto más de mil, pero es el caso
    que no consigo aquel que yo preciso.

    Los pisos que visito los reviso:
    este es un poco viejo, ese es escaso…
    cansada estoy, fracaso tras fracaso,
    y es que ansío encontrar el paraíso.

    Quiero un lugar bonito y espacioso,
    donde entre bien el sol, sin ser ruidoso,
    en una zona céntrica y preciosa
    llena de árboles verdes, luminosa.

    De momento la búsqueda no cesa:
    yo sigo en mis pesquisas cual posesa.

    (Eratalia)



    VENDO PISO económico y barato,
    céntrico, bien situado, Calle Aduana,
    muebles nuevos, cocina americana
    con amplia barra de metacrilato.

    Dos baños, uno con ducha de plato
    y el otro con bañera medïana,
    ambos cómodos, grandes, con ventana,
    luz LED y suelo de porcelanato.

    Un cuarto principal muy espacioso:
    ropero de seis cuerpos, vestidor,
    dos mesas auxiliares, luminoso.

    Tres dormitorios más al exterior,
    salón estilizado y armonioso,
    con un balcón central acogedor.

    Además de ascensor,
    garaje, dos "pokémons", un trastero
    y el burdel que hay montado en el tercero.

    (Efejota)


    Pues, señor comerciante, no lo quiero;
    aunque parece bueno a simple vista
    no lo voy a comprar, aunque me insista
    y me tiente el tamaño del ropero.

    No piense que es asunto de dinero,
    -del precio no me ha dado ni una pista
    mas tengo la cartera bien provista-;
    el problema reside en el tercero.

    No permiten mi alcurnia y mi moral
    codearme con chicas de burdel
    ni deseo la cocina americana…

    Así mucho me temo que al final
    aunque a tiras me deje yo la piel
    reanudaré la búsqueda mañana.

    (Eratalia)

    Mi querida Eratalia, te comprendo
    las cosas que queremos llevan lucha
    nos exigen paciencia, pero mucha,
    que va la voluntad fortaleciendo.

    Se van tus esperanzas diluyendo
    recorres los pasillos en babuchas
    ¡por Dios! no mas cocinas, ni más duchas,
    solo quieres poder seguir durmiendo.

    A veces a los duendes les divierte
    llenarnos de imposibles los bolsillos
    no quieras, por correr, tentar la suerte

    por mucho corre corre que te pillo
    no te niegues jamas la zona verde,
    ni armarios empotrados con altillo.
    (Libélula)

    ¿Pero has visto qué cosas, Isabel?
    Ese piso que vende Efejota,
    -el muchacho ha de dar siempre la nota-,
    está situado encima de un burdel.

    ¿Te apetece un trocito de pastel
    o un poco de riquísima compota?
    Tu sabes que yo soy pía y devota...
    ni osaría cruzar ese dintel.

    Merendemos, y mientras yo te cuento
    cómo estoy de hastiada y aburrida
    después de una batida tan bestial.

    A punto de quedarme sin aliento,
    el insomnio me tiene deprimida
    y no aparece el piso señorial.

    Yo me encuentro fatal;
    soñando con pasillos y cocinas
    que tengan floreadas las cortinas.
    (Eratalia)



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  4. Viendo ya la dinámica adquirida
    ha llegado la hora de empezar
    a hilvanar una historia definida.

    Como siempre, yo vuelvo a comenzar
    probemos a seguirla con buen tino

    llevados por la mano del azar.


    Amigos míos, visto lo bien que nos llevamos encadenándonos, y que todo sale a pedir de boca, doy por clausurado el ensayo general y he aquí que, frotándome las manos, me dispongo a ver por qué cauces hacemos transcurrir la historia de la pobre Fuencisla.
    No perdáis de vista ese título que me he sacado de la manga y que da claras pistas del devenir que le espera.
    Sigamos encadenando tercetos hasta llegar a escribir una comedia divina...

    ¡Arriba el telón!

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    LA TRISTE HISTORIA DE LA DULCE FUENCISLA Y DE CÓMO FUE SALVADA DE SU ACIAGO DESTINO.

    Era Fuencisla dulce y primorosa,
    exquisita, inocente, angelical,
    delicada, cordial y candorosa.


    Vivía en su palacio de cristal
    alejada del mundo y sus pasiones
    sin hacer nunca a nadie ningún mal.

    Las flores despertaban emociones
    en su mirada dulce se notaba,
    se olvidaba del mundo y las razones,

    tan solo con las flores suspiraba.
    Las aves con sus trinos confundían
    el silencio que siempre la rondaba.

    Todos al verla más se sorprendían
    porque era tan hermosa, demasiado.
    algunos conquistarla pretendían

    pero nunca jamás la han alcanzado.
    No permite que nadie se aproxime,
    conquistarla sería complicado.


    Un día alguien gritó: ¡Fuencisla gime!
    era Angustiado, su más fiel sirviente,
    (con ese apodo no hay quien se le arrime

    y es que además no tiene más que un diente)
    El llanto de Fuencisla era tremendo
    pues nunca iba a tener un pretendiente:

    hubo un brujo llamado Berenguendo
    que le hizo el corazón de mármol frío
    y veía en los hombres algo horrendo.

    -¡Pobre de mí, triste destino el mío!
    -exclamaba entre penas y quebrantos-
    ¿Quién poseerá mi corazón vacío?

    ¿A quién entregaré yo mis encantos?
    pues ya estoy en edad de merecer
    que hace tiempo pasé los veintitantos.

    Mi padre me ha llamado. Al parecer,
    ya tiene un matrimonio concertado...
    Dime, Angustiado, lo que puedo hacer.

    Angustiado, se siente desdichado
    por no tener riquezas en sus arcas.
    Apenas sobrevive el desgraciado

    y nada le sonríe, ni las Parcas.
    Luego que se enteró del compromiso,
    que hicieron hace poco los Monarcas,

    se ha dado al abandono de improviso.
    Sus días desperdicia entre licores,
    la cordura perdió sin un aviso.

    Mas esta historia debe hacer honores
    a aquel que arrebató la dentadura
    al fiel vasallo -¡sabio entre doctores!-

    que, aparte de ese nombre de locura
    y estar enamorado hasta el cogote,
    Fuencisla le contagia su amargura.

    También puede que piense ya en la dote
    el "Angus" desdentado y lujurioso
    que tiene cierta cara de malote.

    Mientras Fuencisla piensa en el esposo,
    en ese en que no quiere recordar,
    ella pierde el sosiego y el reposo;

    así que busca a alguien para hablar
    de un triste corazón atribulado
    y a su amiga Procopia hace llamar.


    -Olvida, amiga mía, al Angustiado,
    bastante tiene ya con tal apodo
    ¿No ves que está de ti enamorado?

    Él me recuerda tanto a Cuasimodo...
    hoy vengo a consolar la desventura
    que tu padre te inflige de ese modo

    Debieras escapar de la tortura
    de casarte con alguien que no amas,
    o será tu descenso a la locura.


    ¡Ay! ¡Cruel es el destino de las damas!
    -Laméntase Fuencisla con Procopia,
    andando en su jardín entre retamas.

    ¿En ese tiempo había fotocopia?
    ¡Qué rima tan difícil y compleja!
    Tal es cual someterse a la endoscopia.

    Procopia, como es algo pendeja,
    le dice: "Lo mejor es el casarte
    con alguien que te sirven en bandeja,

    tal vez él te sorprenda con su arte
    y sea muy solvente al darte gozo,
    si no la solución es divorciarte".

    Ambas imaginaron al esposo,
    si era alto, bajo, joven o muy viejo;
    hasta pensaron si sería hermoso.

    Mientras Procopia, con extraño dejo,
    le hace preguntas íntimas, la pobre
    Fuencisla se sonroja ante el espejo.

    Ella que, siendo pura como el cobre,
    nada sabe del tema en discusión,
    evita responder abriendo un sobre.


    Dice Fuencisla, presa de emoción,
    -Te voy a revelar un gran secreto
    y a Procopia le bate el corazón.

    -Seré como una tumba, te prometo,
    puedes hablar con toda confianza,
    sabes que indiscreciones no cometo.

    -Lo sé. Voy a contarte sin tardanza
    lo que oculto mantengo a todo el mundo
    y me brinda una brizna de esperanza.

    Conocí ayer a mi pariente Edmundo
    que es en la ciudad ricachón notable,
    calavera feliz y hombre de mundo

    Su mirada azul, cálida y amable
    disolvió, tumba amiga, mis pesares
    llevándome a vivir lo inevitable.

    Mi camino complica con azares
    su feliz discurrir, casi monjil
    ¡quien iba a esperar de un primo achares!

    Se entera Berenguendo y..,. -¡rayos mil!
    ¿qué ha sucedido con mi encantamiento?-
    grita con una furia de mandril,

    -prepararé otra pócima al momento
    para volver su corazón de hielo
    y rechace al Edmundo y casamiento.-

    Púsose a ello el brujo con desvelo
    y preparó un diabólico brebaje
    y en frasco que su búho “Centinelo”

    entre sus garras transportó en un viaje
    a la ventana de Fuencisla llega;
    hallábase en presencia de su paje,

    el “Angus” que es su escolta palaciega.
    Fuencisla, asaz curiosa y vehemente,
    el tarro destapó sin pensar, ciega,

    y un efluvio aromático creciente
    tornó su corazón de nuevo frío
    y a Edmundo rechazó inmediatamente.


    -Ay, mísera de mí, qué desvarío...
    Angustiado, qué pasa, qué me ocurre,
    que todo se tornó gris y sombrío?

    El brujo Berenguendo ya me aburre,
    ¿qué le hice yo que la tomó conmigo?,
    ¿por qué a la magia otra vez recurre?

    Angustiado, vasallo, buen amigo,
    ¡quiero morir, consígueme un veneno!
    -mientras, en el sillón me repantigo-.

    ¡Largo! -ella le gritó con voz de trueno-
    ¿Qué haces ahí mirándome pasmado?
    ¡que te vayas zumbando, te lo ordeno!

    El pobre, más que triste, va aliviado
    pues con eso revive su esperanza,
    se pregunta a sí mismo: "Angustiado

    ¿por qué te alegra tanto su acechanza?
    Me voy a prepararle la merienda..."
    Berenguendo porfía en su venganza

    y no permitirá amor que encienda
    los deseos y pasiones en la vida
    de la hermosa princesa. Una leyenda

    asegura que el brujo no se olvida
    del amor que sin más le arrebataron,
    y en el mal encontró mejor salida.

    Cuando joven, al brujo lo encontraron
    entrando en los reales aposentos
    y al exilio perpetuo condenaron.

    Fuencisla, "¡ya van dos encantamientos!",
    -le indica la Procopia con enojo-
    y siempre te han venido de los tientos

    que das a los brebajes a tu antojo,
    y aparte de arruinarte los deseos
    te tiñen la esclerótica de rojo.

    A ver si reanudamos los paseos
    que tienes que aclararme la misiva,
    ¡seguro que se trata de flirteos!

    Lo veo en la mirada tan furtiva
    que pones si se habla del asunto
    y luego te despachas fugitiva.

    Sospecho por aquí de algún presunto
    que quiere acompañarte hasta tu huerto
    a hacerte algún favor, yo lo barrunto.

    -Tú deliras, mi corazón ha muerto,
    y si no se resuelve este infortunio
    un disparate haré, ya te lo advierto.

    Mas sé que cuando llegue el plenilunio
    un giro puede dar mi triste vida
    y, si no me equivoco, eso es en junio.


    Así llega la noche y convencida
    decide no pensarlo demasiado.
    A su amiga le espera la partida

    y tendrá que marcharse de su lado.
    Las lágrimas no pueden evitarse,
    pues Procopia muy lejos se ha marchado.

    Se sintió confundida al enterarse
    que Edmundo llegaría en pocos meses,
    el hechizo tendría que arrancarse

    sin importar pagarlo hasta con creces.
    ¡Qué puedo hacer con esto que me pasa!
    se ha repetido ya quinientas veces.

    Esa carta escondida está en su casa
    y es de una maga llena de poder
    y de nombre Rosenda Camarasa

    y que fue su madrina, al parecer,
    protegiendo a Fuencisla de conjuros
    cuidándola a la edad de merecer

    y que no cometiese actos impuros;
    más esa carta tiene soluciones
    para librarla de males y de apuros.

    Procopia y Angustiado unen acciones
    y después de una búsqueda exitosa
    hallaron esa carta en los cajones

    del dormitorio donde, cuidadosa
    y muy cauta Fuencisla la guardó;
    ¡Albricias!, solución tan asombrosa

    para su mal jamás nadie pensó:
    había que buscar un sapo rojo,
    llevárselo a su cuarto, en el buró

    ponerlo en recipiente, y en remojo,
    dejarlo allí hasta la Luna Llena,
    noche en que croará, con gran enojo

    de Fuencisla que, sin ninguna pena
    contra su tocador lo estampará
    y será en ese instante, en hora buena

    que en un príncipe azul se tornará
    volviendo a hacer latir el corazón
    de Fuencisla que exclamará ¡Ay, mamá!

    Entre tanto, Fuencisla en el balcón
    pensaba y repensaba hasta en la Parca,
    tal era su profunda depresión.

    Y Angustiado y Procopia en una barca
    buscaban por la noche con cuidado
    en aguas estancadas de una charca

    el remedio que hemos ya citado,
    con la luna, remando muy despacio,
    cuando dijo de pronto el Angustiado:

    - "¡Ya lo tengo, me hice del batracio!
    Metámoslo en el frasco que trajimos
    y volvamos veloces a palacio

    que me cansa remar en estos limos
    entre tanta basura y pestilencia,
    para colmo ni sé cuando salimos".

    Abusando tal vez de la paciencia
    de todos los ilustres visitantes
    volemos en el tiempo con prudencia

    poniendo la historia en los instantes
    cercanos al inicio del verano
    que prometen ponerse interesantes.

    Angustiado cantaba cual soprano
    pues no cabía en sí de su contento
    al ver el desenlace tan cercano

    y al sapo que tenía en su aposento
    cuidaba con gran mimo y deferencia
    sabiéndolo crucial en este cuento.

    A Fuencisla le gana la impaciencia
    por no saber qué pasa en el palacio.
    El rey Reimundo con total prudencia

    le comenta a la reina, muy despacio,
    que ha pedido a los brujos de las sombras
    buscar las soluciones. Es Pancracio

    el más extraño, tanto que si nombras
    a quien quieres hacer un maleficio
    sucede a la semana y ni te asombras.

    "¡Ay, qué larga tristeza y qué desquicio!
    Tener solo este diente, ¡qué mal vista!,
    ¡por esto perderé mi sano juicio!

    Iré ya de inmediato a algún dentista,
    me cueste lo que cueste la consulta,
    que me ponga sonrisa de un artista.

    A ver si con el cambio ya resulta
    que a Fuencisla despierto a los deseos
    y esta vez, al menos, no me insulta,

    ya que ahora soy príncipe de feos"
    -se decía pensando el Angustiado-
    en su cuarto entre llantos y paseos.

    Y se puso en camino hacia el poblado
    a buscarse la ayuda odontológica
    pensando en presupuestos y asustado.

    Su temor se basaba en toda lógica
    al sumar los postizos necesarios,
    la terapia también farmacológica.

    Y después de gastarse cien salarios
    su sonrisa tornaba en reluciente
    e iba con adornos tan dentarios

    admirando a su paso a toda gente.
    Explotaba por dentro de alegría
    por tomar decisión tan diligente.


    En palacio, ¡que gran algarabía!
    al llegar Angustiado y su reforma,
    ¡Es tan guapo! ¿Quién esto pensaría?

    Y a Procopia que todo la conforma
    al ver en dentadura tanto brillo
    se saltó tan de pronto toda norma

    soltándole tal beso de tornillo
    que Angustiado no sabe ya qué hacer.
    Inocente resulta este chiquillo,

    y a Procopia que está de muy buen ver
    la rodea también por la cintura
    y el beso se propone devolver.

    Y tras corresponder la calentura
    el "Angus" le proclama entusiasmado:
    - "¡Me marcho a encontrar al señor cura!"

    Tan contento, ¡se había enamorado
    de un certero flechazo de Cupido!
    Hasta el cura se queda anonadado.

    Y la boda que es poco "de cumplido"
    se celebra muy rápido y veloz
    y felices se marchan sin gran ruido.

    Por ser un matrimonio tan precoz,
    celebrado en estricta intimidad,
    allí nadie le echó ningún arroz.

    - "Procopia, yo te digo la verdad,
    debiéramos poner en el buró
    al sapo con un algo de humedad

    que la luna hace rato que salió".
    Dicho y hecho y allí lo colocaron
    y Fuencisla llegando se acostó.

    Satisfechos los novios se marcharon
    muy contentos las manos bien unidas
    al hotel más cercano que encontraron.

    Entre las muchas idas y venidas
    Angustiado y Procopia, ya en el lecho,
    con ojos de miradas atrevidas,

    con deseo, diría yo, de hecho...
    - "Esta noche, decía, buena amada,
    lo presiento, muy dentro de mi pecho,

    que te dejo del todo embarazada
    y a juzgar por el ímpetu que tengo
    de gemelos, así de una tacada"

    - "Venga pues, buen amor, que te prevengo,
    yo me encuentro también tan predispuesta
    que del gozo apenas me sostengo"

    Los esposos metidos ya en la fiesta
    consumaron así, con sumo gusto,
    y después se durmieron una siesta.

    - "Mas qué es esto, qué ruidos, ¡vaya susto!,
    qué tropel, qué sonidos infernales,
    ¡no me puedo quedar con el disgusto!"

    Se decía Fuencisla, pues con tales
    estrépitos llegados del lugar
    retumbaban ventanas y cristales.

    - "Sin remedio me he de levantar
    a buscar por todos los rincones,
    ¿si parece que es como croar?"

    ¿Y si fuera una banda de ladrones?
    ¡Angustiado, Angustiado, ven deprisa!
    ¡Que les veo venir las intenciones!"

    Llamaba a su crïado de esta guisa
    ignorando que estaba el Angustiado
    con Procopia en la cama y sin camisa.

    Como nadie la hubo contestado
    levantose bastante temerosa
    en pijama, por cierto, descotado.

    ¡Qué elegancia, qué prenda tan vistosa,
    qué blancura de piel y qué figura,
    qué amalgama de dones tan hermosa!

    - "Aunque sea la cosa una locura,
    previamente a buscar ningún sonido,
    me daré un retoque de pintura,

    vayamos que se trate de un fornido
    galán y me encuentre el maquillaje
    ya sin gracia, fatal, descolorido"

    “-No lo encuentro, qué rabia, qué coraje
    no podré descansar con estos ruidos;
    ¿se ocultará detrás del cortinaje?

    Parece que los oigo aquí metidos...
    buscaré sin dejar ningún rincón
    porque ya me revientan los oídos.

    Miraré hasta en el último cajón
    del armario, la cómoda, el ropero,
    debajo de la cama y el arcón.

    Si no cesa este estrépito me muero;
    ¡cuando encuentre al causante de este espanto
    le pego una patada en el trasero

    que corto de raíz su horrible canto,
    ¡vaya ataque de nervios que me ha entrado:
    lo pienso emparedar a cal y canto!

    ¿Que es aquello viscoso y colorado
    que se mueve allá al fondo entre mis cosas?
    ¡Es un sapo asqueroso que he encontrado

    y no huele precisamente a rosas
    Ay,qué asco, es frío como el hielo!"
    Cogiéndolo con manos temblorosas

    lo estampa, decidida, contra el suelo.

    De pronto en el lugar de la caída
    -¡tan solo de pensarlo me congelo!-

    por causa del arranque "sapicida",
    tras una gran cortina de humareda
    emerge una figura bien erguida:

    ¡Un mozo revestido de gran seda,
    con capa, terciopelo y pedrería!
    Fuencisla boquiabierta se nos queda.

    De un sapo pestilente, ¿quién diría?,
    surgía aquella forma tan hermosa,
    ¡Fuencisla de emoción desfallecía!

    Menuda situación embarazosa:
    Un príncipe, tal vez, conmocionado
    y dama sin sentido, ¡mala cosa!

    El mozo, de repente enamorado,
    se acerca a la mejilla y se la toca,
    y al verle el respirar casi acabado

    se lanza a practicarle el "boca a boca"
    lo cual en un instante reanima
    a quien agradecida, un poco loca,

    en besos y arrumacos no escatima
    y el príncipe encantado corresponde,
    la halaga y piropea, en fin, la mima.

    El padre de Fuencisla -¿era un conde?-
    de pronto hace presencia en el momento
    y el príncipe amoroso no se esconde.

    Por contra, ¡solicita casamiento!,
    y obtiene de inmediato su permiso.
    ¡Fuencisla no cabía de contento!

    - "Yo gasto mi fortuna si es preciso
    en boda tan grandiosa y deseada,
    me plazco en este amable compromiso".

    La boda sin demora fue fijada.
    ¡Jamás se olvidará de aquella fecha
    aquella que antes fuera desgraciada!

    Y toda la familia satisfecha
    dispuesta a preparar evento tal
    mientras Fuencisla, rauda como flecha,

    se busca un modelito ideal
    que en mujer deslumbrante la convierte.
    La boda resultó excepcional,

    ella estaba divina de la muerte;
    la pareja a palacio se encamina
    y allí serán felices. De esta suerte
    acaba esta Comedia que es Divina.


    [​IMG]


    EPÍLOGO

    Mis agradecimientos os envío
    por haberme ayudado en el proceso
    y haber colaborado en este lío.

    La gran admiración que ya os profeso
    se ha visto corregida y aumentada
    y con gran alegría os confieso
    que también me quedé más que encantada.



    F I N
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  5. [​IMG]


    Creo que ha llegado el momento de que acabe de salir el sol o de ponerse, así que adiós a los crepúsculos que la vida sigue... igual, como decía Julito siglos ha.

    Os voy a hacer una nueva propuesta. ¿Nos encadenamos? No es que vayamos a protestar ni a reivindicar nada, bueno, algo sí, reivindicamos el derecho a rimar porque nos gusta y porque nadie nos lo impide.

    La cosa sería así: Yo, que soy "la madre" (como en los juegos de la niñez), voy a empezar con un par de tercetos, el que quiera debe continuar con uno o dos o los que le parezcan, pero siempre encadenándolos a los que ya están escritos y siguiendo un poco con el hilo.
    Es como los poemas que se hacen a dúo, pero estos los hacemos en coral.
    A medida que se añadan, los iré incorporando a la cabecera, para no perder la cadena de vista.


    Allá voy:



    Hago patente una invitación
    a todos mis amigos estimados
    para acudir de nuevo a la reunión

    donde espero encontraros inspirados;
    Empezad a escribir vuestros tercetos
    invocando a las musas o a los hados.


    Gracias por invitarnos. Sean retos
    o pequeños relajos, desafíos
    quizás, puede que luego de Sonetos.

    Aquí llego con estos versos míos
    para así compartir con poesía
    esta amistad que crece como ríos.


    Eratalia inventando no dormía,
    por el crepuscular quedó afiebrada,
    que a los tercetos trova con porfía.

    y en esta propuesta de encadenado
    invita a sus amigos escritores,
    pues sabe que la fiebre se ha quedado.

    Son de ella todos, todos los honores,
    pues con su ingenio siempre nos contagia
    a continuar rimando sin temores.

    Su pluma goza mucho de la magia
    que transmite con todos sus poemas
    a los que gran futuro se presagia.


    He visto que seguís bien los esquemas,
    mas alguien, distraído, erró un poco,
    y la cosa no tiene más problemas

    que hacer la vista gorda; si retoco
    su pequeño gazapo monto un lío
    y el fondo del asunto le trastoco.

    Veamos si con el aporte mío
    sigo bien la cadena de tercetos
    sin que haya en eslabones desvarío.

    A Eratalia presento mis respetos,
    por su idea genial la felicito
    más ahora al cerrar encuentro aprietos,

    por eso añado otro y no lo quito
    porque así me despido amablemente
    y el trabajo me queda más bonito.


    Siguiendo encadenados, cordialmente,
    les deseo un inicio de semana
    estupendo. Que tengan bien presente

    que siempre nos espera la mañana
    y la luz de los días es preciosa
    con solo despertar de buena gana.


    Me siento de vosotros orgullosa
    al ver el arte que aquí desplegáis
    con esa simpatía tan graciosa
    que verso a verso siempre demostráis.

    ...........

    Viendo ya la dinámica adquirida
    ha llegado la hora de empezar
    a hilvanar una historia definida.

    Como siempre, yo vuelvo a comenzar

    probemos a seguirla con buen tino
    llevados por la mano del azar.

    .............







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  6. [​IMG]
    Crepúsculo no es solo una saga de películas de vampiros, aunque muchos puedan pensarlo así, el crepúsculo es una parte bellísima del día y muy inspiradora para los poetas.
    No sabemos si fue el romanticismo el que hizo que aquel poeta venezolano llamado Francisco Lazo bautizase esta composición con el nombre de CREPUSCULAR.
    En el fondo la razón no importa, pero como nos gusta reunirnos alrededor de nuevas estructuras (lo de nueva es un decir, pues parece ser que es más bien una anciana con más de 120 años), he aquí que inauguro este nuevo tema con un poema que os ofrezco tímidamente...


    NOCHE EN EL JARDÍN

    La aromática noche en el jardín
    me ha embriagado de gozo y esperanza,
    en el cielo un lucero danzarín,

    en el alma ninguna destemplanza,
    alegre por saber que estás conmigo
    y que en ti me abandono con confianza.


    Contemplo las estrellas y aquí sigo
    cogida de tu mano, a tu costado,
    eres mi salvaguardia, buen amigo,
    nunca me iré, te quiero demasiado.

    (ERATALIA)

    ......

    FUGACIDAD

    Promesa eterna que se lleva el viento,
    cartas de amor que arden en hogueras,
    un: ¡ay, perdón, no pudo ser, lo siento!,

    un sueño hermoso que mudó en quimeras,
    un corazón de arena que las olas
    borraron raudas antes que lo vieras.

    Así se difuminan aureolas,
    así se acaba el firme compromiso,
    así ya no dan ecos caracolas,
    así todo se va, sin previo aviso.

    (JMACGAR)
    ......

    POR SI...


    Por si cada tristeza que se marcha
    se llevara consigo mis recuerdos
    dejando derretir aquella escarcha

    que nace de mi alma en desacuerdos
    y opaca sin razones mis ideas.
    Por si todos mis pasos siguen lerdos

    mientras las soledades en mareas
    embriagan mis sentidos con locura.
    Por si vivo silente no me veas
    envenenar probando alguna cura.

    Por si muero dejando la cordura
    sin anclar en el puerto más desierto
    y miro el horizonte sin premura.

    Por si te sueño estando aún despierto
    colgando mis anhelos en estrellas,
    a pesar de sentirme casi muerto.

    Por si algún día borran otras huellas
    las que dejaste tú tan bien grabadas
    en mí. Por si eso pasa, las querellas
    en mi mente serán al fin ganadas.

    (DESTINOS)
    .........

    LUCES DEL CREPÚSCULO

    Miraré del crepúsculo las luces,
    esas luces finales cada día,
    cada día que llega con sus cruces.

    Si la cruz se llamó melancolía,
    si tomó como nombre pesadumbre
    si responde a la falta de alegría...,

    que este ocaso tan bello nos alumbre.
    Si tuviese al final de la jornada
    la fortuna templada de tu lumbre
    te daría mi alma enamorada.


    (LESMO)
    ............

    LA SOMBRA ENAMORADA

    Era la misma playa, el mismo cielo,
    y en la arena, la misma caracola,
    y en sus azules ojos solo duelo.

    El mismo adiós que ayer la dejo sola;
    ella esperaba cada amanecer,
    por la suave caricia de la ola,

    Eres sombra con alma de mujer
    que fuiste por amores hechizada;
    para morir de amor has de nacer,
    oh triste sombra...¡sombra enamorada!

    (LIBÉLULA)
    ............

    EVA

    Rota la piel por un jarrón de leche;
    altas, las centinelas anudadas
    y evita la hoja que la estrella endeche.

    Noche y Serpiente, esencias ilustradas;
    una: sirve de abrigo en la ocasión,
    la otra: cede el escollo… ¡Desgraciadas!

    Fueron tiempos sin hambre de razón,
    tiempos de la medalla de honradez,
    tiempos que eclosionaron en traición,
    tiempos para vivir la desnudez.


    (LUCEVELIO)
    ......
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  7. Cuando acabe este ovillejo,
    te dejo,
    para que escribas despacio,
    mi espacio,
    y lo compartas conmigo,
    amigo,
    Escucha lo que te digo,
    si te sientes inspirado
    acude raudo a mi lado:
    te dejo mi espacio, amigo.

    (Eratalia)


    [​IMG]

    Del verso que yo te vi
    a ti,
    de tanto que me gustó,
    ¡quedó!
    con tu hilo y tu cuidado
    bordado.
    Sin ser ningún avezado
    me admiro de tu gracejo
    y digo de tu ovillejo:
    ¡A ti te quedó bordado!

    (LESMO)
    ..........



    Es hacer un ovillejo,
    complejo
    y si lo haces a destajo,
    ¡trabajo!
    Aquí traigo con orgullo
    el tuyo.
    A lo que vengo, y concluyo,
    es a guardarlo enseguida
    y a decirte, agradecida,
    ¡complejo trabajo el tuyo!

    (ERATALIA)
    ........


    Los dos merecen un diez,
    ¡pardiez!
    De maestría su parte,
    ¡qué arte!
    Yo no se si lo sabéis,
    ¡tenéis!
    Aplausos os merecéis
    os quedó muy rebonito,
    fuerte lo digo y repito,
    ¡pardiez, qué arte tenéis!

    (M.B. IBAÑEZ)
    ............

    ¿Qué más se puede querer?
    ¿Tener?
    Las alforjas llevo llenas,
    ¡tan buenas!
    ¿Y quienes muestran sus mañas?
    ¡Compañas!
    Pues ya sé cómo te apañas,
    que es por ser tan primor...,
    y yo tan contento por
    ¡Tener tan buenas compañas!

    (LESMO)

    ..............

    ¿Quien inspira tu poesía?
    Talía.
    ¿Quién hace ameno un buen rato?
    Erato.
    ¿Puedo echar mi cuarto a espadas?
    De nada.
    Pues la partida iniciada
    con Eratalia de mano
    refresquemos el verano
    con versos de limonada.

    (PESSOA)


    Aunque tu lírica es alta
    le falta
    a la hora de escribir
    reunir,

    de los pies, que andan dispersos,
    los versos.
    Mis consejos, no perversos,
    para tu ovillejo doy,
    porque a este que escribes hoy
    le falta reunir los versos.

    (ERATALIA)

    .........


    Te bordaré si es tu antojo
    de rojo
    Eratalia, sobre el tul
    azul
    O quizás sobre la franja
    naranja
    y ya con esto se zanja
    el pretendido ovillejo
    que mas parece un bosquejo
    de rojo, azul, y naranja

    (LIBÉLULA)
    ........


    A este bonito lugar
    llegar
    decidí sin un alarde,
    ¡muy tarde!
    Aunque por tiempos se trunca,
    que nunca
    nos cansemos. Si es que funca
    la inspiración que señale
    la senda, porque más vale
    llegar muy tarde que nunca.

    (DESTINOS)
    .......


    Con unos versos divinos,
    Destinos
    por aquí apareció;
    llegó
    y se presentó muy bien
    también.
    Los hizo en un santiamén
    porque tiene gran talento,
    el blog está muy contento:
    ¡Destinos llegó también!

    (ERATALIA)
    ..............


    Cuando el vacío me abruma,
    tu pluma,
    juguetona como un duende,
    enciende,
    en mi triste alma, insumisas
    sonrisas.
    Sacando estrofas precisas
    de tu fecundo tintero,
    como un mágico mechero,
    tu pluma enciende sonrisas.

    (EFEJOTA)
    ............

    Tras lo último que escribí
    aquí,
    llega otra importante pluma;
    se suma,
    haciéndome la pelota,
    "Fejota".
    Su inspiración no se agota
    -ved el ovillejo adjunto-
    dejando claro este punto,
    aquí se suma "Fejota"


    (ERATALIA)
    ...........


    ¡Hala!, que bien, cuanta gente,
    que ambiente
    tan bueno, que desparpajo
    tan majo,
    pues me apunto a dar la lata,
    Erata.
    No soy ninguna mulata
    ni hago bien el ovillejo,
    más te dice este pendejo
    ¡que ambiente tan majo, Erata!


    (JAVIER ALÁNZURI)

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  8. [​IMG]
    No sé si será vanidad, narcisismo, egolatría o que simplemente no quiero perderlas, porque me hicieron mucha ilusión, voy recopilando estas joyas que algunos de vosotros me habéis regalado y que yo atesoro con pasión y codicia.
    Ya sabéis que me encanta recolectarlas y guardarlas aquí, entre las paginas de mi blog, a buen recaudo. ¿Que de qué hablo? De poemas que encuentro con mi nombre, que degusto, que disfruto y que agradezco.

    Esta vez le toca el turno a un recién llegado, al que sin embargo conocí hace años ya -cómo pasa el tiempo- en otros lares, y que ahora ha decidido unirse a nuestras huestes.

    He aquí su magnífico soneto.

    ÉRASE QUE SE ERA

    Velázquez del soneto, algarabía
    con corazón de décima y maillet,
    de blog en blog, a veces, todavía
    viajas al otro lado de internet.

    Con el calor de tu panadería
    -entre hogaza y hogaza, una baguette-,
    haces que sea el mundo poesía
    en vez de un monosílabo ballet.


    Tremenda profe de francés (sin coñas),
    perita en ovillejos y tensones,
    tú que lees mis torpes rimas ñoñas,


    ¿me puedes explicar por qué razones
    a ti las musas te hacen carantoñas,
    mientras a mí me llenan de tachones?

    (Efejota)



    A Efejota.

    ¿Que tus rimas son ñoñas, Efejota?
    No digas tonterías, compañero,
    sabes que yo me quito mi sombrero
    y que soy tu lectora más devota.

    Aunque sepan a pena y a derrota
    y estés de la amargura prisionero
    tu verso me parece muy sincero
    y dominas la técnica, se nota.

    Yo seguiré viajando “al otro lado”,
    a ver cómo se lleva con la vida
    ese hombre cualquiera de internet.

    Y si sigue sintiéndose timado
    le dejaré una frase divertida
    y me iré... dando pasos de ballet.

    Soy, del verso, gourmet.
    Me nutro de poemas ingeniosos,
    sean de buen humor o pesarosos.

    (Eratalia)


    --------

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  9. Sé que ya hemos hablado de este asunto, lo sé, pero cuando abro la boca para decir algo lo único que me sale es...
    ¡Qué calor!
    Y me pongo a escribir y me sucede lo mismo. Así es que repetición de tema y subiendo...

    [​IMG]

    Tengo el aire a toda mecha
    -tres o cuatro bajo cero-
    de congelación me muero
    y al cielo me voy derecha.

    Pero es que estoy tan maltrecha
    que esta ola no la supero,
    Ay, qué calor traicionero,
    me siento medio deshecha.

    Que a mí me gusta el verano
    con su calorcito suave…
    ¡pero se le ha ido la mano!

    La cosa empieza a ser grave,
    esto resulta inhumano...
    ¡Ojalá que pronto acabe!
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  10. [​IMG]

    Hoy me siento perversa o a la inversa,
    ando tranquilamente alborotada,
    hablando sin cesar, pero callada,
    estoy muy concentrada, aunque dispersa.

    Tengo momentos de cordura loca
    y me gusta en la noche el sol que brilla,
    me siento mar adentro aun en la orilla,
    y es que estar en lo cierto me equivoca.

    El caos en mi mente está ordenado,
    un armónico embrollo; mis ideas
    danzan quietas de modo que parece,

    que no están, que el cerebro se ha apagado,
    que no hay ni inspiración ni cefaleas,
    y así temo que acabe cuando empiece.

    Lo que nace, perece.
    Os confieso en voz alta mi secreto
    en discurso ampuloso, pero escueto.




    [​IMG]

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  11. [​IMG]


    Mi hermana estudiaba en voz alta.

    Yo no tenía entonces ni cinco años, lo sé porque a esa edad empecé a ir al colegio.
    Ella, que contaba con cinco más que yo, trabajadora y responsable como era, se afanaba cada día en repetir sus lecciones una y otra vez hasta aprenderlas de memoria.
    Así que yo oía recitar las capitales, los ríos, los reyes godos y ... los hijos de Jacob.
    Mientras la oía, como el que oye llover, jugueteaba alrededor con mis muñecas, aburrida, esperando a que acabara y me dedicase toda su atención.
    Un buen día empecé a canturrear: Rubén, Simeón, Leví, Judá, Dan, Neftalí, Gad, Aser, Isacar, Zabulón, José y Benjamín.
    Me encantaba repetir esta letanía, que, como veis, no he podido olvidar a pesar de los muchos años transcurridos.
    Para mí era como un mantra musical y jubiloso, palabras alegres y raras, excepto la de José, claro, que nunca antes había oído.
    Palabras sonoras, simpáticas y juguetonas que yo recitaba lúdicamente sin darle mayor importancia.

    Una vez mi madre me escuchó y me preguntó:
    -¿Qué son esos nombres que dices?
    -Son los hijos de Jacob.
    -¿Y cómo te los sabes?
    - Mi hermana los estudia en voz alta...

    Un día, como otros, acompañé a mi madre al colegio, a recoger a mi hermana. Al entrar, las monjas le preguntaron que cuándo empezaría yo a ir y si ya sabía alguna cosa, y mi madre ni corta ni perezosa le dijo:
    -¡Madre mía que si sabe cosas! Se sabe hasta los hijos de Jacob. Anda, hija, recita los hijos de Jacob...
    Y allí estaba yo, en medio de un corro de señoras que me parecían enormemente altas, con aquellas tocas aladas y picudas que tropezaban entre sí, con los ojos bajos y las manos enlazadas en la espalda recitando los hijos de Jacob, como un papagayo.
    Tan muerta de vergüenza que apenas me salía la voz del cuerpo.
    Cuando acabé la lista, las monjas llamaron a su vez a otras monjas que se unieron al corro y ... otra vez a recitar... allí me teníais haciendo bis y queriendo que la tierra me tragase.

    A lo largo de mi vida pre-escolar me toco más de una vez repetir la función e incluso, ya escolarizada, recuerdo que vino la Madre Superiora a mi clase a ver "quién era la niña de los hijos de Jacob".

    ¿Qué aprendí de aquello?
    Una lección muy sencilla y fácil de recordar: que aunque supiera canturrear eso de "El Miño nace en fuente Miña, provincia de Lugo, pasa por Lugo y Orense y desemboca en la Guardia, entre España y Portugal..." si no quería volver a pasar por lo mismo lo mejor era hacerlo muy bajito y sin la presencia de adultos, por si las moscas.
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  12. [​IMG]

    No quisiera ser pedante

    ni ponerme quisquillosa,
    ni tampoco dar el cante,
    pero he de hablar de una cosa
    que me resulta curiosa.
    Y se trata del “versar”,
    verbo que no se ha de usar
    si de hacer versos se trata,
    porque resulta una errata,
    es mejor "versificar".

    ;););)

    Algo que me llama la atención a diario es el uso que se hace en los foros de poesía del verbo VERSAR. Y mire usted por dónde, hoy me levanté con ganas de gritarlo al mundo. O al menos al MundoPoesía.
    Versar no es hacer versos como churros, versar o ser versado en algo, como todos sabéis, es otra cosa.
    Igual que REMAR no es hacer remos, DOMINAR no es jugar al dominó y ABORDAR no es ir corriendo a buscar aguja, el bastidor y los hilos de colores... por poner unos ejemplos tontos.
    No se puede decir "Me gusta versar" ni "Tu versar me fascina".
    Me pude gustar que seas tan versado en poesía, o sea, que sepas mucho de ella, que la domines, o me gustaría ser versada en versos.
    Así que ¿por qué entre los amantes del lenguaje a veces nos permitimos estos lapsus linguae y nos quedamos tan panchos?
    Incluso POETAR existe -o existió, porque es un verbo en desuso- pero no veo que casi nadie lo use.
    Me encanta poetar... suena mal con ganas, pero sería correcto.
    Me encanta versar... suena bien, pero es incorrecto.
    Pues tenía que decirlo y lo he dicho. Y me he quedado en la gloria, que no es lo mismo que quedarme en la glorieta, aunque lo parezca.
    ¿Alguien tiene algo que objetar?
    Que hable ahora o deje de "versar" para siempre.

    [​IMG]




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  13. [​IMG]


    Como cantaban Los Rodríguez en sus tiempos:

    Hace calor, hace calor,
    yo estaba esperando que cantes mi canción,
    y que abras esa botella, y brindemos por ella
    y hagamos el amor en el balcón...

    Pues aquí vamos a brindar por nosotros, que nos lo merecemos, aunque sea con una cervezola bien fría, y si hay alguno abstemio, pues sin alcohol. El caso es brindar a nuestra propia salud.

    Y es que me he dicho a mí misma... ¡Qué abandonado está ese pobre blog, que en su día fue cuna de los estupendos poemas que allí te dejaron tus amigos! Y ahora yace triste y gris, pero no frío, porque...

    Hace calor, hace calor...
    Y como ya abrí un post con los cuarenta grados a la sombra y obtuve un eco digno de figurar en esta página, aunque hay grandes ausentes que están de vacaciones, con los que somos y estamos aquí nos bastamos y si alguien más se animara, bienvenido sería.
    Vamos a ello.



    CUARENTA GRADOS A LA SOMBRA

    Estoy muy desesperada,
    pero no hay nada que hacer;
    hace un calor que te mueres
    y no me quiero cocer.

    Por eso me quedo en casa
    con el aire a toda mecha,
    pero ya estoy aburrida,
    con la garganta maltrecha.

    El aire acondicionado
    te tiene siempre heladito,
    pero si abro una ventana
    al momento me derrito...

    Ya padezco claustrofobia,
    quiero a la calle salir,
    el miedo me paraliza,
    pues no me deseo fundir...

    Y es que el dilema me mata;
    esto ya es pura agonía…
    Muero si salgo a la calle
    o muero de pulmonía.


    (Yo)
    ..........



    De mi experiencia constato
    que entre hombres y mujeres
    hay distintos pareceres
    en cuestión de termostato.
    Pues produce hasta arrebato
    que el aire se ponga o quite,
    mientras uno se derrite
    la otra está tiritando
    y la guerra por el mando
    no hay persona que la evite.

    (Lesmo)
    ................


    Tiene usted mucha razón
    y por eso se la doy,
    ya que hasta el día de hoy
    cada cual ha su opinión.
    En la misma habitación
    hay quien se asfixia sudando
    junto al otro, que temblando,
    se pone bajo la manta,
    diciendo que el frío le espanta
    y que helado está quedando.

    (Yo)
    ..................
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  14. Ha llegado el estío, el calor, las vacaciones, y el buen tiempo invita más a estar fuera que a sentarse a teclear, pero a lo mejor hay ratos de todo.
    Dejemos un rato de lado la poesía y acudamos a la prosa con un relato que os ofrezco como punto de partida para lo que puede ser una cadena de pequeños relatos que vosotros podéis dejarme aquí y que yo cuidaré como grandes tesoros.
    ¿Tenéis algún recuerdo de infancia que queráis compartir? ¿Un historieta real o inventada? Algo que fue o que podría haber sido así, de ser vosotros otros diferentes a los que sois o vuestra familia otra familia...?
    Mejor dejo de desbarrar y os presento mi primera historia, no la dejéis solita, porfaplís.
    Espero que os guste. O no. Decídmelo sin ambages...



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    Caminaba por la calle tan alegre que sus pequeños pies parecían no tocar el suelo. Ajena a todo e inmersa en la felicidad que rebosaba, el camino a casa le parecía más largo que otros días, tantas eran las ganas que tenía de llegar.
    De vez en cuando bajaba la mirada hacia la bella banda roja que cruzaba su pecho, había conseguido aquel galardón por sus méritos, aplicación y buen comportamiento, y su nombre ahora estaba escrito en el cuadro de honor en el pasillo del colegio, con aquella caligrafía esmerada e impecable que sólo las monjas sabían hacer.
    Giró la última esquina y su pulso se aceleró aún más… al llegar al portal de su casa, una vivienda antigua justo en el centro de la ciudad, se empinó de puntillas como cada día para alcanzar el timbre, y acto seguido comprobó de nuevo que la banda seguía en su sitio, se retocó el lazo que reposaba sobre su cadera izquierda, cuidadosamente, casi acariciándolo, y se dispuso a hacer su entrada majestuosa y triunfante.

    La casa, que estaba compuesta de tres pisos, tenía al entrar un pequeño patio, revestido con alegres azulejos de estilo andaluz, patio que era necesario cruzar a toda prisa si no quería que mamá, que se había asomado para abrir la puerta, la viese desde la galería y pudiese advertir el adorno que ostentaba, lo que hubiese restado efecto a la aparición que pretendía efectuar.
    Corrió pues escaleras arriba, tan alborozada, que casi no podía respirar. Al entrar en la vivienda se dirigió derecha a la cocina, donde su madre, vuelta de espaldas, estaba entregada a sus labores domésticas.

    - ¡Mamá, mírame!

    La madre se volvió parsimoniosa y al ver la banda roja sobre el pecho de su hija, le preguntó extrañada de dónde había sacado aquello que llevaba puesto.

    - ¡Es la banda de honor del colegio, mamá, me la he ganado por haber sido este mes la mejor! ¡Me la ha puesto Sor Paz, la directora!

    Siguió un momento de silencio que le pareció eterno, ansiosa como estaba de recibir felicitaciones y alabanzas.

    - ¿En el colegio te han puesto una banda de honor, por ser la mejor, después de dos años? ¿En todo este tiempo, nunca has sido la mejor? ¡Vergüenza debería darte de no haber traído esta banda cada mes…! ¿Y estás tan orgullosa sólo porque la has conseguido en una ocasión?

    E ignorándola, después de decir esto, se dio la vuelta y siguió ocupada en sus quehaceres.


    La pequeña marchó con paso cansino hasta su cuarto, casi arrastrando los pies. Cerró la puerta, depositó con cuidado su bonita banda roja sobre la cama, la alisó una vez más mientras las lágrimas comenzaban a rodar por sus mejillas y, sintiéndose miserable, se acurrucó en un rincón y lloró tristemente el resto de la tarde.
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  15. [​IMG]

    Invito e incito a los componentes del club "Cabezas pajareras" a que vengan aquí y se muestren como son, dejando volar sus pájaros a pluma batiente, y si se echan unas risas mientras escriben, mejor que mejor.
    La cosa empezó porque nuestro ínclito Javier me nombró partícipe de la Junta Directiva y yo le quise agradecer el galardón escribiendo para él una decimilla, (poca cosa, ya lo sé, que se merece más... pero bueno, todo se andará). Libelulilla llegó volando y me dijo que trajese aquí el invento y yo llegué vi y no vencí porque estamos en armoniosa paz, pero lo "poní" .
    Espero que haya muchas cabezas llenas de pájaros que se nos sumen o se nos multipliquen, pero nada de restar ni dividir...


    Pájaros en la cabeza

    y en el alma, poesía,

    cabalgando la alegría

    y huyendo de la tristeza.

    Riéndome sin pereza

    mientras los oigo cantar,

    pues me ayudan a soñar.

    Abriendo mis tenues alas

    en las nubes hago escalas...

    ¡Con ellos quiero volar!



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