1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación
Color
Color de fondo
Imagen de fondo
Color del borde
Fuente
Tamaño
  1. descarga (7).jpg



    Por el vasto río del amor
    camina en un brioso corcel
    mi estela y la tuya
    tejida con seda de ausencia,
    alumbrada por hilos de sol de seda
    y mecida por la brisa del jardín de las lágrimas.

    Enjambre de néctar venido a menos,
    bandada de pájaros desarbolada,
    locura zigzagueante del arroyo de mi ansiedad
    ebrio de tus caricias,
    ausente de tus abrazos
    y caracoleando en nieblas grises
    echo a volar de tu senda.

    Clamores de terremoto driblando a la muerte,
    espiral de fábulas sin enseñanza,
    no encuentro el hilo
    que zurza estos delirios póstumos,
    llenos de franqueza
    y de un amplio espectro de osadía.

    Silencio de la maldad
    en renglones de desilusión,
    terca esperanza, olvido,
    zozobra en un mar de plástico.

    Llanto de la gloria, desdén de mis desdichas,
    pudor de las distancias, discriminaciones,
    presagio de sombras de campanario,
    tristeza de cuervo

    Eres la antítesis de la alegría.
    A Iván Terranova Cruz y El nick les gusta esto.
  2. a782fd91a7f6d315f2b3b191d940c5b6.jpg

    ¡Oh, mi martirio!, por qué sueño
    con hojas secas respirando nuestro aliento,
    alimentando nuestros aromas a hierba cortada,
    a suelo mojado, cuando nos acurrucamos
    y nos convertimos en el delirio de las sábanas.

    Después viene la presencia de tu ausencia
    que me lleva a la locura, la villanía hecha belleza,
    una flor naciendo en el sendero de tu desnudez.

    Circulo por un túnel de sonidos sordos
    una sensación de aroma a clavo y canela me embriaga,
    noche tozuda, de sudores intensos,
    de momentos de bosques de mar,
    sueños de gritos flameando
    porque no existes, eres el delirio de mi fantasía.

    Eres mi tormento, mi amor del alma
    esa sensación inexplicable que ahonda en mi ser
    y se convierte en falso nido,
    los pichones vuelan helando la hiel de la dulzura.

    Lava mi sangre, desierto de arena ardiente,
    seca mi corazón con tu amor
    acurrucado sobre las mieles, driblando al ocaso,
    a la enfermedad del cansancio,
    que es la intolerancia y la rutina.

    Quiero poseerte entre tus sábanas festivas,
    en tu dormitorio, custodiado por ángeles invisibles.
    que cuidan nuestra historia de amor,
    álgida, fresca como el agua que brota
    de un manantial en la montaña.


    Eso espero de ti mujer
    cuando aparezcas agazapada
    tal vez mirando a otro lado.
  3. arc_20110113_91345.jpg_892855572.jpg


    Mi adolescencia fue una tormenta
    unos días tronaba, otros el sol
    relucía como un rayo.

    Otras veces los días grises eran
    serpientes deambulando por mi mente de anacoreta,
    zigzagueando, marcando estelas en mi camino,
    pero la lluvia las borraba como el viento a las nubes.

    En los días claros los rayos del sol
    quemaban mi piel,
    eran picaduras de arañas que me destrozaban el alma,
    cauce de la ribera del tiempo
    deambulando por la vida.

    Cuando amaba, el aire se volvía enfermizo,
    entraba como hielo envenenado en mis venas,
    surcaba mi cuerpo, me domesticaba,
    era un caballo salvaje encerrado en la cuadra.

    Cuando trabajaba, el campo me enfurecía,
    resbalaba la fatiga por mi piel de serpiente cambiante
    entonces era camaleón
    para camuflar mi cansancio.

    Por las tardes, días sin pena ni gloria,
    desmenuzando mis nenúfares de verde musgo
    en un corazón buceando prisionero,
    paseos por puentes de hormigón
    desamparado como flamencos en retirada.

    ¿Qué sabes tú del sufrimiento del labriego?
    ¿Cómo te atreves a hablar de su condición de siervo?
    ¿Acaso dispuso de tus mismas oportunidades?

    Fui un ser creado por la sociedad del miedo,
    de la guadaña
    de los hierros convertidos en barrotes,
    no del amor azul de cuento.

  4. 360_F_78125119_psPHy3idTHbgqb2hZLdr7lSkC4JR3Pli.jpg


    Nubes grises dormidas en la montaña
    melancolía escrita en las paredes de tu cuarto,
    triste flor mustia,
    hojas danzando al compás del delirio
    esparciendo su vida por el suelo.

    En el viento que te acaricia
    se encuentran la brisa de mi alma,
    dando vida a tus fantasías de princesa de cuento.

    Decadente flor de metáforas muertas,
    chimeneas suicidas
    negras columnas de humo volando con el viento
    cima efervescente de otoño sombrío
    complicidad de pasiones explosivas.

    Qué bello es sentir el yodo de la mar
    en tus cómplices susurros
    sentimientos a flor de piel
    entre las cruces de la tierra.

    Subsistiendo a la vileza
    de las pasiones más perversas
    caminando como las olas entre
    crepúsculos y auroras.

    ¿Crees que puedes amarme
    aunque el camino sea frío?
    ¿Qué tus yemas de sangre brotan
    en mis vacíos besos?.

    Sé que tus manos me acarician
    como la noche al sueño
    el paisaje de tu cuerpo flota en el mío
    como los susurros flotan
    en tu pabellón sonoro.

    Cierra la puerta
    y abre el portal de tu deseo
    ese paisaje de bosques en llamas
    sediento está de mi carne
    y yo huidizo le ofrezco la mano del viento.

    La noche me azota
    y tus ramas se expanden en mi corazón
    como la sangre circula por mis venas,
    como el amor vence al cansancio y al hastío,
    floreciendo como las amapolas cuando es humedecido.

    A luna roja, El nick y Melementos les gusta esto.
  5. aerial-view-of-the-beautiful-autumn-swiss-nature-switzerland-video.jpg


    La vida llevándome como alma errante
    sobre caminos de ternura
    en bosques de ojos cerrados
    atrapado me tiene.

    En el balanceo de mis deseos circulo
    por la rama de la aurora
    que me une a tu beso.

    Estirando mi mano puedo sentir
    tu risa de trino de pájaro
    el sabor de tus labios,
    soy un alfiler en una falda,
    una pompa misteriosa invadiendo tus sentidos.

    Siento tu cuerpo en mi noche,
    transgredes mis latidos,
    eres las alas de una garza
    una turgencia de amor en el día.

    Yo siento penetrar árboles en mi corazón,
    son los tuyos, tus perversiones,
    tus ególatras ondas escuchando mis desvelos
    coronando con ecos de luz mi destino.

    He callado el viento con mis versos,
    se ha derramado el vino en los cauces de tu vientre,
    he acogido tus temblores como míos
    y tus desasosiegos los he filtrado
    con palabras de entusiasmo,
    de amor en los prados, en las encinas..

    Tu amor me ha golpeado el corazón,
    es una piedra lanzada con onda,
    surcando olas de campos de trigo
    buscando el cauce de juncos
    allá donde se forja la belleza de los jardines.

    Mis mañanas rosáceas son el destierro
    de tus ojos ambarinos, mi voz perturbada,
    encogiéndose como un sendero de luz de racimo seco
    en una vid olvidada, ni camaleones habitan en ella
    es una daga contra mi mente de belleza reverdecida.

    Amor, leve quietud, flor de ilusión,
    amanecer de laurel y romero
    abandona el desasosiego que me tiene atado
    en este mundo de la poesía, maravilloso
    pero también cruel y perverso.

    Siento que muero, en un instante fugaz
    donde el tiempo ha dejado de contar
    y sólo veo emociones contradictorias
    mezcladas con mi alma de fábula
    en el bosque donde late la vida.



  6. descarga (5).jpg




    En la penumbra de mi alma se esconden
    las lágrimas que brotan de un manantial
    un torrente de arrugas en mi piel
    que alimenta mis apenadas mañanas sin ti

    Caen silenciosas, como gotas de lluvia
    mojando mi rostro con su sabor a sal de ola
    se deshace el nido, los pichones han crecido,
    y tus caricias ya no están son un sol apagado.

    Mi corazón herido por un amor fugitivo
    se pierde en la alborada de la pasión
    como las golondrinas
    que nunca vuelven a tu alféizar
    es la luz oscura del ocaso.

    Humedad de barco naufragado que refleja mi dolor
    hunden mi alma en un mar de desconsuelo
    dejando en mi pecho un profundo desazón
    porque tu lo tienes deshecho de tanta insidia.

    Pero sé que algún día cesará este valle de lágrimas
    la apatía la secará mi amante corazón
    se llevará todo lo deshecho de este cuento
    y renacerá en mí la esperanza y el encanto.
  7. dock-at-sunset-on-lake-minnetonkamn-alvis-upitis.jpg


    Te deseo sobre la montaña y el valle
    endulzando tiernamente mis anhelos
    de flores sin olores
    misterios de purpurina líquida
    vanidosa presencia de los celos.

    Métete en mi chimenea, circunda de pasión
    mi extrarradio, ahuyenta de mí los cuervos,
    hojas volatilizadas de sueños mágicos,
    hablando de misterios, de amores brillantes
    como los rayos de tus cabellos.

    Quiero fundir tus labios con mis manos,
    que nuestra pasión no esté deshabitada,
    vivan las pasifloras en floreros de besos
    y detrás de las cortinas ni polvo
    haya, sólo fragancia.

    Ojos que alumbran mi senda
    sois timón y guía de mis raíces
    expandiéndose desde tu pecho
    hasta tu vientre despojadas de todo mal
    sanas, lozanas,
    como estamos nosotros.

    Tenerte en mis rincones paradisíacos
    subamos a la montaña
    y veamos desde lo alto, muy lejos,
    el reflejo del agua
    por donde circula nuestro amor de cometa.

    Las nubes son nuestros ángeles
    las laderas nuestra santa seña
    los riachuelos saciarán mi sed
    y tú, amor mío, serás la princesa
    de este cuento rosa
    trayendo milagros
    que nunca hagan insoportable tu ausencia.
  8. descarga.jpeg


    Te quiero como las hojas al otoño
    con sus coloridos de oro,
    tardes melancólicas donde los versos se entremezclan
    entre tu belleza y el llanto de la naturaleza.

    Tardes opacas, frías,
    beber de tu cuerpo,
    calentar mis venas,
    desfallecer en tus brazos de porcelana,

    y en ese momento seas mi aliento.

    Te quiero
    como las palomas aman a los viejitos
    que asimilando los tenues rayos de sol
    sobre su cuerpo,
    les proporcionan el sustento
    para saciar su hambre y la de su nido.

    Te quiero
    cuando temblorosa te afanas
    en enviar los pétalos perfumados de tu cuerpo
    con el viento.

    Mientras desfallezco en las cenizas de mis vanidades
    como la melodía,
    cuando la suave brisa se lleva las notas
    del piano solitario de mi vida.

    En cada pétalo hay un te quiero
    me avasallan tus besos de remiendo
    los caparazones rosáceos de mi techo
    esperando que cada uno vuelva
    con la esperanza de aliviar mi alma, mi aliento.

    Mi cuerpo se estremece al leerte
    emanando de mí
    la fuente llameante de mi corazón, rojo,
    como las rosas de mi jardín, ardiente como tú.

    Te quiero porque tu alma transita
    henchida de felicidad por todos mis recovecos
    y te busco, amada mía, como los ruiseñores
    a sus pichones, como la poesía al verso.

  9. dock-at-sunset-on-lake-minnetonkamn-alvis-upitis.jpg

    Tengo leve el dormir
    me despierto soliviantado
    te tengo junto a mi, respiro.

    En el ocaso de la oscuridad
    te veo con remera roja pasión,
    adormeces mis sueños de profeta
    entonces navego en el mar de las dudas.

    Sabiendo que andas buceando
    en mis letras,
    en mis partituras de violinista,
    masticándolas a dentelladas
    para ser una Benedetti o Neruda.

    Navegando por el huracán del éxtasis
    te deslizas,
    pero tú, quieres ser esa frívola mujer,
    solo en la poesía.

    La estela de la realidad,
    te envenena de miedos
    y cerrojos con llaves de película.

    Te respiro, estás en mi aire,
    en cada gota de sangre,
    cuando penetras en mis arterias,
    sedando mis emociones,
    eres la tranquilidad
    de las estrellas en su dulce silencio.

    Te saboreo, eres postre de mis deseos,
    en alta tensión estoy, mis cables chirrían
    tu cuerpo se endulza y nuestro amor florece
    en el jardín donde la luz se apaga,
    nada existe.
    A ti y a Zulma Martínez les gusta esto.
  10. freesia-2608514_1920-1024x683.jpg



    En tu jardín yacen las flores muertas
    sin sol que las acaricie, sin agua que su sed refresque.
    La pluma negra de cuervo pinta sus dolores
    ser viviente que arruina la celeridad de mis días.

    Pétalo caído en un lamento de aire
    hoja seca suspiro de mi tristeza,
    el tiempo se detiene en este jardín yerto
    donde la desolación reina en un muro de sacristía.

    Esplendor de brillo que ciega mis ojos
    ahora se desvanece, es penumbra de tu belleza
    en aroma dulce, perfume amargo,
    y la brisa suave se ha vuelto fría y dura.

    Una pequeña semilla
    entre tanta desolación y desesperanza
    se iza poderosa entre las arrugas
    brotando entre los pacíficos
    un delirio de traje de fiesta
    abriendo y cerrando su aroma
    al fuego de la noche.

    Destello de luz del foso de la ternura,
    una promesa de vida en un jardín
    de estatuas dormidas.

    Así que no pierdo la fe ni la esperanza,
    sé que las flores volverán a ser el espejo del túnel
    donde el sol brillará de nuevo,
    sobre este jardín donde el animal
    será vencido por la profunda fragancia del amor.
    Te gusta esto.
  11. PSX_20210515_182442.jpg

    Ese amor que me desgrana el alma
    cubriendo de musgo mis paredes
    mi biblioteca de letras ininteligibles
    y mi cama de sudores fríos.

    Es mi consuelo, oír su voz
    de trino de clavel de pájaro, armonía de arpa.

    Cuerpo de manzano fresco, ojos de bruja maléfica
    mente de huracán con sus fantasías de agua desnuda
    hechas versos.

    Ese falso espejo
    donde me miro y no me veo
    la risa de la bruja en la intemperie del deseo,
    eso eres tú, cuando sueltas tu cabello
    por encima de tus ojos.

    Cuando escribes vuelas
    y cuando vuelas eres brisa
    donde la noche abre sus pecados
    la invasora de mi playa
    la protagonista de los rayos dorados de las amatistas.

    Cuando muerdes la manzana
    te atragantas, tu risa es flor de diamante
    fugaz y breve
    como los cometas penetrando
    en nuestro lecho de lindes de delicados jazmines.

    Contigo ardo
    fuego de galaxia encendida
    eres el caos del milagro.

    Eres luchadora, mi compañera,
    derrotando los falsos egos de los políticos
    indolentes con el pueblo.

    Si gritas ante la injusticia tiembla el cielo,
    mar y tierra la apocalipsis;
    eres manantial de verano fresco
    contra la balanza del miedo;
    arma de poder
    del pueblo contra el gobierno.

    Eres prado y pasto, río y riachuelo
    amante de cine, inquisidora de sueños.

    Seré lengua de fuego, algún día
    cuando te empeñes en ser el río
    de la vida que la sed quita en este cuento.
    Te gusta esto.
  12. arco-iris-1.jpg


    Entre las líneas de mis sueños
    besando la sombra de tu anillo de boda
    en el centro del anochecer
    imagino tu despedida.

    Un triste adiós de película melancólica
    mientras los demonios atormentan
    mis recuerdos como flor sin hojas
    en el campo de exterminio de la sonrisa.

    En el lienzo oscuro de la noche te busco
    mi mente te quiere encontrar
    pero al llegar el alba, solo queda el vacío
    de un amor de sol gris, como frágil escarcha.

    Las pesadillas se apoderan de mí
    recordando que debo aprender
    a vivir con tu ausencia
    con la sombra de la oscuridad convertida en adiós

    Enmudecido, como la nieve abandonada
    me duelen las estructuras del dolor
    pero seguiré adelante borrando tus huellas
    de esta estación de mártires de la desgracia.

    En mi recuerdo, una emoción se esconde,
    un suspiro, una risa, una lágrima me devora
    entonces, escondo el llanto y esparzo mi rocío
    en mi manto de pétalos perfumados.

    Que el viento los lleve lejos, muy lejos,
    hasta donde el horizonte se funde con la niebla
    y habla el sol con las nubes,
    allí dejaré las heridas de cristal punzante
    que aún me hacen sangrar.

    Mi vida huye lentamente de tu aura
    como las nubes de la tormenta
    dispersándose en el aire,
    como una melodía sin zozobra
    que alivia mi alma y la llena de quietud

    Cuando te pienso, tu mirada teje mi corazón
    con hilos de esperanza
    y tu alma, henchida de felicidad transita
    por los recovecos donde se alimenta el olvido
    con la fantasmagórica imagen de tu cuerpo
    Te gusta esto.
  13. 360_F_78125119_psPHy3idTHbgqb2hZLdr7lSkC4JR3Pli.jpg



    En la bruma de la noche
    donde habita la melancolía
    dos almas perdidas, se encuentran en secreto
    entrelazándose en la penumbra
    florece un amor inmenso.

    Entre sombras aletean recuerdos de otras épocas
    nostalgia que embriaga la dulce amargura
    son ecos del corazón en su retirada
    del rincón de los sucesos olvidados
    ahondando en los venideros.

    En el jardín donde siendo ocaso
    florece la aurora
    crece un amor puro que en mi pecho
    se instala como el haz de rayos que ilumina el día.

    Eres la luz que en mis tristes días luce plena
    como el destello de la nieve
    cuando el sol la derrite
    con su lengua de fuego.

    Mis ojos encandilas
    otras veces los cierras y vuelan
    hasta lugares recónditos dónde blasfemar
    no es pecado ni hurgar es violar
    simplemente es necesidad.

    Cuando sucumben los lamentos
    en noches de esperanza
    de retrasos como hileras
    haciendo mella en nuestra mente
    ocultando las ansias
    tras los colmillos de la ausencia
    del deseo no encontrado
    de la palidez del sueño frente al espejo.

    Entonces

    hazme tuyo, y nunca me dejes ir
    hazme tuyo, en cada latido de tu corazón
    en cada suspiro, porque juntos podemos ser eternos
    y deleitarnos con una vida plena
    en este infierno convertido en paraíso.
    A ti y a El nick les gusta esto.
  14. IMG_20240626_132138-EDIT.jpg


    Portal mío deshojaste
    ya las hojas de mi calendario
    soy ahora una pena errante
    un nido sin árbol ni cobijo.

    Te duelen los huesos
    tus paredes están vacías
    en tu devenir solo silencio
    oscuridad de alma rota.

    Sentado te contemplo portal de piedra
    te envuelve el monstruo de la soledad,
    sólo, sin compañía cuántas historias
    sobrevuelan sobre tu bóveda
    ensangrentada de grietas
    fisuras que a tu corazón marchita.

    Debajo de tu cielo de penumbra
    encima de mi aturdida esfera de la sapiencia
    el arco sonriente vela mi siesta
    colgando de las paredes helechos de luna llena
    voces de niños estudiando las grafías
    ecos de vida en un desierto de tristeza.

    Mecedoras moviéndose silentes
    vacías, hojas muertas
    de seres que vivieron, amaron
    en ese túnel de frescura
    que al calor del verano daba guerra
    era un frigorífico en la caldera.

    Moscas golosas, hediondas
    pululando entre las viandas
    expuestas en la vieja mesa
    que cruje dolorida
    con sus huesos resquebrajados
    de servir a los moradores
    de este lugar de encanto.

    Cantos de chicharras
    sol blanquecino
    te quema las entrañas
    trinar de jilgueros
    maullidos de gatos
    ladridos de perros
    que abundan en el camposanto.

    Recuerdos inolvidables
    de una adolescencia de velero, efímera
    como lo es la vida, gozosa o lastimosa
    de todo hubo en aquel portal oscurecido
    con su puerta dolida de las grietas del tiempo.
    A ti y a Antonio J. Martín les gusta esto.
  15. cabando las viñas con azadón.jpg


    Carne de tierra, esclavo de tus orígenes
    heridas de trabajo dejando su huella
    en cada rincón apaleado de tu cuerpo
    ahogando tus sentimientos primigenios.

    Arrastrando tu vientre sobre esta vieja tierra
    la siento humedecida por el sudor de nube
    el tormento de la oquedad de tus ojos
    cada paso es un peso en el pecho
    cada golpe es una herida ardiendo.

    Todo es un crepúsculo de sueños
    desde la aurora con la humedad calando tus huesos
    hasta el ocaso con tu cuerpo ya ensangrentado
    como el rojo del sol en su despedida del valle
    sinestesias y sudores de hambre
    una lucha entre la tierra y el hombre.

    Hasta el aire es huraño en levedades
    cuando tu frente suda
    suaves olas de viento
    secan los surcos de tu frente
    y la tierra se retuerce, terca y dura
    ante tu mirada.

    Es el preámbulo de una vida de sueños
    donde el duro trabajo era la penitencia
    para una vida de paraíso
    en otro mundo, en otro cielo.

    Pero en esas lomas solo ves
    el laberinto de un cielo dolorido
    un vergel de la nada
    un sueño de película grotesca
    el eslabón del engaño de tus cadenas.

    Sobre tu espalda encorvada
    como si el pico de un papagayo se tratase
    los ángeles lloran y las nubes desaparecen
    ¡Cuánto dolor en ese cuerpo de flor marchitada!.

    Las manos agrietadas
    son surcos en la planicie de la loma
    tus dedos dureza de roca
    de excavar la tierra
    y tu aliento el llanto del cielo.

    Con la boca amordazada por la vida
    la primavera es silencio
    y el invierno el llanto
    eslabones perdidos de la cadena de la esclavitud
    del campesino a la tierra.
    A ti, Pi-Radianes y Alde les gusta esto.