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  1. La bruma te oculta, el aire frìo salta.
    La bruma te olvida labrando
    la oscurecida noche del otoño.
    Lo màs triste es la indiferencia
    Me propuse irradiar con
    mil besos pues, acunada estaràs plena.
    Mis noches se funden en las sombras de tu rostro,
    no es preciso estar entre muros.
    Durante los abrazos sin tregua,
    afrontamos el inclemente amanecer:
    igual a las nubes ennegrecidas, sin aflicciòn,
    nuestros cuerpos deberan separarse.
    A AnonimamenteYo le gusta esto.
  2. de los desgarrados velos,
    se desprende de las tinieblas
    y se fuga una silueta
    quebratando este silencio.
    ¿Quièn serà la bella joven
    que mira con estupor y guiña
    al deshacer
    invisibles cadenas?
    A AnonimamenteYo le gusta esto.
  3. En esas noches con almas,
    en esas horas con cuerpos,
    te vi arquearte en la penumbra,
    y al arquearte suspìrabas
    suspirabas de amor porque mis
    suspiros te llenaban,
    porque entornabas tus ojos con el
    matiz explicable del pudor
    caìan tambièn los mìos de tanto amarte,
    de tanto besarte, ascendiò al cielo lo abismal.
    Guardamos memoria.
    Tus manos y tu cabello humedecido por ansiedades
    se reconoce en mis ansiedades,
    clandestino dibujo fracciones de horas
    por mis seductoras audacias que te
    fecundaron.
    Amame cada vez porque serà irrepetible,
    el silencio serà la herencia que guarde
    nuestro recuerdo de espìritus aunados.
  4. La soledad que atrapa,
    me encierra en la guarida:
    apresa la emociòn de ser a
    tu lado
    de estar y no estar
    de ser el presente en la
    odisea,
    vencido hasta la nàusea
    y errante
    serè el vagabundo del cristal
    avistado,
    serè el jaspe de los fulgores
    ciegos.
    Sè que ahogarè el fruto
    cernido en tu presencia;
    la verdad escaparà al
    apretar mi sed,
    sè que desearas el
    torrente amoroso de ayer
    en las visceras del agua;
    sè que derrotaràs tus embestidas
    dàndote vuelta sobre ti misma,
    o fugàndote... Sè que amaràs la
    torre del silencio
    y en ese àmbito todo tendrà
    significado...
    A luna roja le gusta esto.
  5. Al precipitarse en el silencio,
    escuchas el adagio,
    retumba en nubes poderosas,
    acaricia tu piel no sè en cual galaxia.
    Los sembrados del planeta elaboran sueños,
    hay un niño de ojos atentos,
    lejanìa para rememorar de este cìrculo de vida
    èl busca con empecinamiento,
    anonada clamores y, cuando retorna,
    una lluvia desnuda sus senos,
    sus labios beben del pequeño ocèano
    azul que sube y amontona el oleaje.
    A Alde y malco les gusta esto.
  6. La brisa se deslizò en la sombra del pasado
    dejò una huella profunda en la piel del tiempo.
    Apenas intuida, suspirò en la bruma
    dejò rastros en el sabor del viento,
    bajo aquel cielo antes soñado de plata lìquida,
    nuestra alma bailò al ritmo de un tiempo olvidado.
    Y yo, en mi encierro, sigo incompleto,
    lanzando imprecaciones, ahogando sìlabas
    en el rìo mi mano se escurre hacia las nubes
    con el amor profundo que no deja de amarte.
    A Alde le gusta esto.
  7. Si un misterio esconde otro misterio,
    y ninguna expectativa alcanza,
    si las sombras del pasado pisotean
    y por fin entrelazan, pero el tiempo
    ya no avanza.
    Una encrucijada de notas buscan
    sueños en calma y el corazòn halla
    un puerto donde el corazòn se traba;
    errante de añoranzas entrega por fin,
    la pena que escapa...
    Si a cada paso disuelve las certezas,
    en el espejismo donde descubre
    la esencia.
    Y como estrellas fugaces de un cielo
    incierto se pone de rodillas, halla
    lo deconocido, latiendo y que vibra.
    igual que las huellas del pasado
    en los murmullos del tiempo.
    Intuye apenas como un suspiro
    en la bruma dejando rastros a
    los susurros del viento,
    Se disuelven entonces las certezas,
    en el espejismo y en el errar sin rumbo
    descubre la esencia del viaje...
  8. Unida a las lìridos de abril,
    como destellos silenciosos
    perfumados en el ocèano universal,
    me olvidas,
    soy mero copiôn de eones,
    Aùn cuando te amè,
    y me inmolè por tì en el fuego,
    no fue posible crearte de nuevo.
    Renuevo la calidez de tu mano,
    la sombra de un beso,
    el tenue abrazo...
    ¿porquè no fue posible crearte
    de nuevo?
    Intento recordar y veo una diosa
    impudorosa de papel...Pero
    me inquieta no poder crearte de nuevo.
    Hiciste de mì tu esclavo,
    el pordiosero de las calles arenosas,
    el trepador de los senderos helados,
    el que se sumerge nadando junto a las
    patas de los elefantes,
    el que se alza en todos los calvarios...
    Pero, nada importa si no puedo crearte
    de nuevo.
    A ti y a luna roja les gusta esto.
  9. Juegas con el collar de perlas
    y guardas en tus dulces labios el secreto
    de soledades que acorralan;
    de dolores en la espina demoledora
    de mirada cristalina que rehusa
    y escapa del manto incesante
    que arrastras
    en los sueños genuflexos que añoras,
    sueño de todas las causas,
    muda, yerta en la hondonada...
    Huye pues, yo no podrè escapar,
    serè el fugitivo del corazòn que destiñe
    y del bongò crepitante...
    Huye y no vueles con sonrisa de encanto,
    pule mi oìdo de murmullos
    de susurros en las ramas,
    pero no uses tu magia agreste
    ¿ Para què ejercer tales armas?
    Mi sombrero de ala grande
    demolerà los sonidos y pulirà las formas
    de abalorios enmohecidos en las jaulas
    donde me encierras sin pausa.
    A Alde le gusta esto.
  10. Y cada media noche salìa sigiloso de la habitaciòn
    y con habilidad y esfuerzo trepaba los desgastados
    escalones: ¿por què estaban tan lejos los baños?
    por què tan separados los peldaños? ¿ por què se
    habìa escapado su mujer? ¿ Por què no le dejaba ver
    a sus hijitos? ¿ Por què no lo amaba? ¿ por què llevaba
    aquella vida deplorable? ¿ Y què hacìa aquel ruidoso
    palomar sobre los recintos? ¿ Por què cojeaba y apenas
    caminaba ayudado por el bastòn? ¡ Por què mendigaba!
    ¿ Que tenìa en su cabeza que no le dejaba llevar la vida?
    ¿Por què bebìa de noche y de dìa sin dormir ni un minuto?
    ¿por què nadie le ayudaba si èl no era malvado?
    A malco le gusta esto.
  11. 1-Arguyes desenfado, abrazas
    desconsuelos.
    En el supremo destello del
    girasol
    detentas fantasmas...
    La fragilidad eres tù,
    eres tus caderas fervorosas,
    en el desvelo.
    Y aguijòn, en el ensueño
    de hierbas retorcidas.
    2- ¡Oh jornadas frenèticas!
    Abejas postradas y devotas
    migran a tus ojos enlodados de
    belleza.
    Apaciguados candelabros
    velaron las potencias nocturnas.
    Entonces volvì a mi cuarto.
    3- En el entramado de la piedad
    asediada
    deglutes cocodrilos.
    En tu cara de muñeca rota,
    urdimbre de crespones
    acunados,
    arañan tu garganta desechas
    verdades.
    Ya era tarde para dormir en la
    cama resuelta,
    ya era la noche lastimàndome los
    ojos...
    4-Deshilvanados
    sueños nos ignoran.
    Esa trama proclama còmo pasarà
    la vida:
    ¿ Seràs el zorzal que canta en
    vano y huye?
    5-Oh,dulce criatura engañada,
    vìctima escabullida de los
    tormentos.
    Puramente sometida
    aùn procuraràs vencer...
    6- La abrumada vegetaciòn
    dejarà un àrbol por otro àrbol.
    Afrontaràs pobres y reales
    experiencias.
    Ante la puerta de tu cara enmohecida
    venceràs con la viga y el hacha...
    A malco le gusta esto.
  12. Anidas de pronto en el hueco
    de los penachos vibrantes
    en la roja flor libada e incansable,
    visible brote de la llovizna,
    luego ampara la acrisolada tarde,
    reposa con discreciòn
    y en la quieta penumbra
    brilla,brilla antes del brote
    de lluvia y en el aleteo enardecido
    obtiene la captura del surco
    de la brisa erizada
    del sèptimo dìa de las flores
    A Alde y malco les gusta esto.
  13. Veo en tus pupilas el dolor en grises làgrimas,
    y al partir con el estruendo del cielo
    enmudece tu cara.
    No hay debajo de tu mirada un muro apaciguado,
    ese muro silencioso es la ùnica causa.
    ¿ Adònde el descanso de tu cuerpo de
    temperatura alta?
    ¿Adònde la placidez de tus besos penetrada?
    Me voy: cuando ascienden despacio dos ùnicas làgrimas.
  14. La espalda hierve en el sôlido
    torrente que retumba.
    En el desfile vamos detràs de los carros de acero
    forzando el encierro.
    Cuando apaguen las ganas de asesinarse,
    cuando enmudezcan viendo los cuerpos destruìdos,
    cuando tuerzan su vigor destructivo
    y las venas se agiten en cada combate,
    desde las bocas tronantes zozobraran las sombras quietas.
    A Alizée le gusta esto.
  15. Acosado por los sueños del amor,
    el silencio huyò de tu boca
    y ahoga la luz multicolor,
    con una espada chasquea
    sobre hierbas secas:
    ¡oh figuras desoladas!
    emprendieron el viaje del delirio,
    hunden el odio y el amor en congeladas grietas,
    derraman la sangre del culto,
    ahogan siluetas,
    oprimen la espesura del espiritu,
    atraviesan los canales donde paren puercos,
    donde fuimos antes y seremos siempre.
    La lluvia de hoy contiene tus sabores,
    los balanceos inaprensibles y...
    la carcajada que afrenta en mil formas.
    A Alizée le gusta esto.