Calin

CALIN

Brillaban cientos de candelas
sobre el cielo de Chiclayo,
venia al mundo un niño
al que Calin, llamaron,
iluminando aquellos bosques
las estrellas se posaron
en un trocito de tierra
que parecía predestinado,
allí, nacía un varón
fuerte y de piel dorado,
y desde el bosque de Poma….
donde el árbol milenario…
le dieron la bienvenida
Inti, Mama Sara y Mama Cocha
y también Illapa, el Dios del rayo,
pues era la buena nueva
que ellos estaban esperando,
que aquel que allí nacía,
al que Calin, llamaron…
fuera el músico de su pueblo,
el poeta de los olvidados,
y que renacieran con el, los Incas
y las leyendas del pasado,
cuando fuese adulto el niño,
ese, al que Calin…llamaron.

​

 

Buen poema, que me imagino lo habras puesto por englobe en lo misterioso. Me gusto aunque creo que lo forzaste un poco. Graias por compartirlo poeta.

Eso si el uso de las mayúsculas después de punto no al inicio de línea. Gracias.

Un beso de Xuacu.:::hug:::

 

Interesante es saber de esa cultura
me gusto el ritmo que tenia
similar a un canto.
Un gusto señorita
Saludos​

 

hermosas imagenes dejas en el viaje de tus versos placer llegar a tu obra saludos desde aqui tu amigo Jess

 

Que las culturas y los anitguos mitos se mantengan siempre vivos gracias a tus versos mi amiga Olga. Me ha dado mucho gusto saber cuanto has averiguado acerca de ellos.
Un abrazo y las estrellas de mi cielo chileno.

Azif-Al-Dahna

 

Gracias por compartirlo.
Abrazos
Chepeleon

 

Gracias por entrar, y por su opinión. Reciba mi mas cordial saludo.

 

Es un verdadero placer que te haya gustado Sabrina, toda clase de leyendas, son una forma más de conocer otras culturas.
Un beso.

 

Jess amigo mio, gracias...........mil veces gracias por estar junto a mí.
Un abrazo.

 

Gracias Raúl, creo que las palabras son lo unico que mantienen viva la leyenda, la antigua forma de vivir de nuestros ancestros, su cultura.
Un beso enorme para tí, Azif.

 

Siempre es un honor, el tenerle a usted, en un poema, pues creo que la suya es una voz docta.
Reciba mi más cordial saludo, Don Chepeleon.