La otra cara en el espejo

Llevo pliegues en el alma
de los que nada quiero saber
ocultan turbiezas a las que no me quiero asomar

no me mires a los ojos
no me busques en las profundidades
no te asomes a mis abismos

no encuentres fantasmas
déjalos estar
elude mis demonios


Esos demonios,
tan tuyos como míos,
existen,
persisten,
no avives su fuego,
no desgarres mi garganta con gritos


no despiertes a las bestias
no me hagas rugir


no rebusques más,
clon curioso de mi ser
doble malicioso
de rostro semejante al mío
déjalo estar




No quiero ver más tu reflejo
en este espejo del mal
al que se asoma tu sombra malévola
desde la oscuridad




borra esa sorna de tus comisuras
pues son las mías
y sólo admito en ellas dulzuras

Te lo advierto,
aplaca tu lengua sibilina
guarda tus dagas envenenadas
no enfermes más mi mente cansada
o pondré fin a tu vida...



te romperé en mil pedazos
aunque cargue con 7 años de mala suerte,

en las tinieblas de la noche te esperaré
para matar tu acecho

 

la maliciosa imagen que se asicala por toda la medrosa galeria de el corazón, me encanta su poema y su estilo, la felicito.

 

Lo cierto es que a veces el reflejo de uno mismo que nos muestra el espejo provoca miedo, extrañeza... hallamos de pronto un ser que nos resulta ajeno a uno mismo al otro lado del espejo,

mil gracias por tu comentario,

un saludo