Qué poco va de víctima a verdugo

Si con Nerón, cruel, o Diocleciano
el de Cristo fue pasto de la fiera,
en el nombre de Cristo irá a la hoguera
sin tardar el hereje y el pagano.

Si el nazi en su rigor más que inhumano
exterminar judíos pretendiera,
a poco, ya Israel, cruel hiciera
palestino holocausto por su mano.

No es éste, no es aquel. Es la ralea
de Caín, por la Tierra que agoniza,
que difunde cual plaga su simiente.

Es la Bestia Infernal que se recrea
en extender el Mal y se encarniza
con aquel que resiste dignamente.

¿Cómo el grano apartar de la cizaña?
¿Cómo saber qué es mies o mala hierba
si son indiscernibles en la entraña?

¡Acaba de una vez, ponzoña acerba!

 

Excelentisimo!! Escrito logrado desde un puño cerrado; pero con argumentos censatos, me encantó. Un abrazo mi hermano.

 

Aplausos... Y totalmente de acuerdo en tu postura.

 

Francisco, con este excelente verso nos recuerdas a unas cuantas fieras del mundo. Esa bestia infernal como la llamas, es el capitalismo demoledor que con toda seguridad es descendiente de Cain, que profana también continuamente el territorio de Jesús y se difunde por el mundo.

Para el capitalismo no interesa el pobre, hay que disminuirlo, hay que exterminarlo para que no se rebele, es lo que observamos en la actuación de Israel contra Palestina y en tantas partes del mundo; al pueblo Palestino no se le acepta su denominación como Estado y su milicia; un pueblo contra la pared. ¿Habrase visto peor injusticia?.

Repito uno de los magistrales párrafos de tu verso, pero todo me ha parecido excelente. Recibe aplausos, estrellas, besos y abrazos de Dilia.

"No es éste, no es aquel. Es la ralea
de Caín, por la Tierra que agoniza,
que difunde cual plaga su simiente."

 

Maestro Don Francisco Redondo Benito: Permítame usted inclinar con humildad el rostro y llorar en las tumbas abiertas de la tierra. ¡Qué oportuna verdad la que nos hiere en estos versos y nos llama la atención con su maestría y perfecta hechura sobre un tema tan actual, tan cierto y tan desolador! Bien que ha traido usted a cuento la sangre primigenia, fratricida, y mejor la lengua críptica de los profetas que ya señalaban en el imperialismo las fauces de la bestia.

Reciba usted, mi querido maestro, el más fuerte y cálido apretón de manos desde lo más profundo de mi alma.

 

Gracias, reltih.

Un abrazo,

 

Gracias, Salvador.

 

Muchas gracias, Dilia. Siempre de acuerdo.

Un abrazo,

 

Gracias, Agnimascerodonte. Lo mismo te doy y te deseo,

 

Excelente, Paco, pero creo que con el tiempo, por sus actos se acaban revelando quien es quien y las máscaras se caen y todo se queda al aire
hasta las entrañas.
Muy bello poema.
Un placer pasar y sdaludarte
Sergio

 

Así es, Sergio. Gracias por tu visita y por tu reconfortante apoyo.

El placer es mío,

 

Buen poema Benito.

Mira. por aquí me encontré algo interesante que te comparto.

Saludos afectuosos.


http://www.youtube.com/watch?v=BXtcm4t0STc

 

¡Es buenísimo, Melquiades, y absolutamente cierto! Gracias por compartirlo.

Un abrazo,