Medallón de sol sumergible con Alá y una moto roja

Gurú de lisergimientos en danza
como fantasma de punta canal
arrastrando los trapos de filo y arenales
como nada, rebe-león sin sangre
para vomitar palomas y poemas,
pequeñitos Alan Poes,
Necronomicones,
Antonines y Rob Zombies
y una diatriba desproporcionada como biblia,
de fruta en fruta, masticada por los viejos
como cuando hasta el propio Andy Oldham
pervirtió a los Stones a cachetazos
y los angeles del infierno se congelaron en Wisconsin.

Nadie elucubraba nada.
Que nadie se sorprenda por eso.

Margaret Tacher no esperaba nada.
Se metía el dedo en la concha de escama de dragón,
pero no esperaba nada.

La Noticia tromba vendediarios de hoy:
Un payaso mató a un cachorro de oso
en el hueco de la escalera
del paladar
de la cabeza de un SS púrpura.

El hermano Abel chupaba un fémur y lo nombraron "perro bueno de Pan",
que nadie se sorprenda por eso.

El hermano Caín adiestraba precipicios.
Una noche dejó a su doble rebanado
como un zapato Gucci en foto de atentado de vidriera.

Abel,
la víctima del hombre,
el viento lo hizo flauta de caña,
clavicordio machucado escupe dientes,
quedó sentado para siempre en la raíz de los tribunales de la suerte
al dulce cuidado del Genio Akbar y dos botellas de Metalicilina.

Que nadie se sorprenda por eso.

 

Muy bueno
me ha gustado tu estilo
mis estrellas
saludos y bendiciones