VivirÉ en tu nombre...

VIVIRÉ EN TU NOMBRE COMO EL RÍO
CON CIELOS DENTRO INVERSOS​

a mi padre​

el futuro enseña
al convertirse en pasado
¡todas las semanas del año!
que nada ocurre
como está previsto
¡el azar sin sorpresa!
¡el colmo!​

vuelvo sobre mis pasos
nunca fuiste un amor
sin espinas​

la tierra ya huele a tierra
¡ah!
aquella pasmosa facultad
de divertirse seriamente
¿y quién eres tú ahora
triste sombra?
no es ya un hombre
el que habla
es el miedo
en aquel hombre​

no pesan nada ya
esos huesos
llenos de viento
blancos como falsos ángeles
llevo ya luto por ti
un luto doloroso
a veces
pero
¿cómo decirlo?
es como mencionar la soga
en casa del ahorcado​

mi risa puedes acallarla
con una mirada
se rompe tan fácil contra
el siguiente cristal
mis lágrimas NO ​

 

Y así nos vamos repitiendo... tan acostumbrados a la herencia genética/ almática que hasta le devolvemos ese mismo sanguíneo trato a nuestra preservación hacia los recuerdos que esquilman. Agotados, en desgaste contínuo, todavía cargamos con el responsable tino de no frustrarnos tanto como ellos lo hicieron... ¿Superarnos, se erige como un "mecanismo de defensa" por legado que debemos, o es la "paupérrima recompensa" por haberlos sucedido?
En todo caso, extensible soga en la casa del ahorcado.

 

El poema lo dedico a mi padre.
La pregunta es: ¿qué hemos hecho mal, él y yo en nuestra relación padre -hijo?
Yo también soy padre...

Elkrow