Lo que me hiere.

Lo que me hiere
ni lo rozo.
Lo que me pincha y clava
ni lo toco,
no vaya a ser
que me sangre el alma
y en sus callejones
se me quede la pena
pegada.
Sólo acaricio los terciopelos
y las suavidades redondas,
nunca aristas
que cortan,
nunca cuchillas
que rajan.
Lo que me hiere ni
ni lo rozo.​

 

Interesantes líneas Eralda.

Desde mi muy particular opinión lo que una vez te hirió te fortaleció. Ahora lo puedes ver desde otra perspectiva.

Gracias por compartir tu versar.

 

Gracias, César, tines mucha razón, primero te hiere y luego eres más fuerte. Besos.

 

Dificil cometido mi querida Eralda, es cierto que se puede evitar el roce del placer, pero el roce del dolor... llega y entre susurros nos deja cicatriz en el alma... aunque a veces ocurre que evitando el placer el dolor no quema tanto.
Besos que te lleguen en silencio, estrellas a cada herida abierta, de ella el corazón siempre escribe versos.

 

Primero llega el dolor y luego tus dulces palabras que lo curan todo, y hacen renacer el alma. Gracias por estar siempre ahí. Besos calladitos.

 

El dorso de tu mano separando las espigas
las palmeras de tus pestañas dormidas,
tus cabellos apenas dorados
dorados por el calor de mis sueños.



Un verdadero honor leerte en esta magnifica composición, de detalles tersos en sus despliegues y llenos de fragancias de tu puño; las imágenes despiertan y se abren como flores de nardos. Enhorabuena bella poetisa.

 

Victor, me encanta tenerte aquí, gracias, gracias. Besos.

 

Hola Maramín, gracias por tu comentar, por tu bello poema, en el que está mi nombre y que me llega como una dulce caricia. ¡Claro que sé soñar, es lo que mejor sé hacer, sin duda soy una soñadora empedernida, y a veces por soñar tanto y tan fuerte, te hiere la vida, ese es el riesgo!.
Besos.

 

A ver si me enseñas cómo hacerlo, yo aún no lo consigo. Como siempre desde que te sigo me ha resultado muy placentero leerte. Un beso y ya sabes....Vuelvo. Lluvia...

 

Querida Eralda, creo que aprobarás la asignatura (de lo que tu y yo estudiamos) con mejor nota que yo, sin duda. Deberías darme algunas clases, pues yo parece que tengo un imán a las aristas. Un beso fuerte y gracias por compartir con nosotros estos lindos pensamientos.

 

no soy amigo de la formula prueba-error, pero he sabido que solo se aprende rozando, sangrando y sanando al fin para volver a empezar.

Como sea, suelo caer en la misma disyuntiva que propones con maestria, querida eralda.

Estos, mis afectos.

Jm

 

Hola LLuvia, dices que a ver si te enseño, pues va a ser que no, porque todavía no he aprendido, mejor dicho: aprendo un día y desapendo otros dos, así que mal lo tengo.... pongámosle un poco de humor jajajajajajaj. Besos y te espero, vuelve.

 

Muy sabio el alejarse de las fuentes de dolor, hermoso poema.

 

Malvarrosa, no creo que apruebe, ya me gustaría a mí, lo que estudio un día no lo pongo en práctica al día siguiente y vuelvo a suspender, en fin eso debe de ser la vida, y la dejo que se viva, que no es poco. Besos enormes para ti.