Viológica per misiva

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VIOLÓGICA PER MISIVA

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Y ya que la palabra lo labra
aquí en mi mano, instintos,
haya hombre de hambre, ¡hermanos!
Y discúlpenme de humano
tus sesos tus sucesos y no sexos,
y tus tiernas piernas eternas
proyectadas
a pila en mis pupilas capitales;
y es que tales caminando,
dándole al camino en el hocico, taconeando,
–y no meando con rodeos– suaves aves.
Dedos tengo
y entreténgome y entrégome a tus carnes.
Y tus partes como cúmulo y te toco,
la proyección inaudita de tus senos,
la magnífica postura de tu cuello,
tus caderas bochornosas
tu pubis arrogante y todos todos tus cabellos,
y tus lunas menguando
al cavilar alumna tu columna de mis dedos,
mis razones, insisto, mis instintos,
tus cúbicos pezones y tu sexo, no tus sesos.
¡Ya estoy cansado ya de tantos ISMOS,
y tus mismos labios
y tus mismos contoneos,
y tus mismos cataclismos,
dándome de lleno aquí en el arte,
nunca me hicieron tan artista –¡vaya parte!–
Y jamás hubo tanta orgía así en dos carnes
y jamás tanto sudor en tan poca masa
y jamás tanto gemido en tanta metafísica
y jamás nunca tanto fuego en tanta física
en tanta química y en tanta viología!
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Excelente Astro, no sé por que los verdaderos poemas no ordinarios se comentan poco, pero en fin, aquí tenemos uno. Abrazos.