redescubriendo el tacto

Amo cerrar mis manos sobre ti
marcarte con las palmas hacia dentro
Crisol sobre mi cuerpo
Navegación de piel armonizada
Aroma de hormona sulfurosa
flotando entre mareas dilatadas
fundidas junto al faro

Secreto de amazona revelado a mi tacto y mi labio,
a mis ojos cegados por mágicos fantasmas
esclavos de una luz

Mágica te he llamado
mientras sorbo lo eterno de tu cuerpo
en las horas postreras al encanto
saboreando al deleite en su agonía
de párpados cerrados

Tacto

Qué experiencia sin fin, casi olvidada
en el mundo virtual que me consume
transfigurado en brillos
y mundos de pantallas
que se han hecho sublimes, tesoros,
de la nada

 

Amigo estimado, y donde el tacto cada vez parece algo surrelista, entre tanto placeres químicos y virtuales.

Abrazos amigo.

 

Hermoso poema Melquiades!!
Versos que descubren que se puede navegar de muchas maneras, por los cuerpos, por el mar, tambien de manera virtual, pero esa experiencia:

"y mundos de pantallas
que se han hecho sublimes, tesoros
de la nada"

Versos que rozan la piel y los secretos con cuidado, con mucho "tacto".
Un placer leerte POETA
Un abrazo

 

Hola Vale. Abrazos. feliz fin de semana, gracias por la visita.

 

Son los bits, Melquiades, que nos vuelven locos... Jajajjja me gustó muchísimo. Un abrazo

 

Es el tacto el sentido, no digo que el más aguzado porque faltándonos algunos o teniendo solo uno, este potencia en forma incalculable. No importa cuantos podamos tener pero con el tacto podemos llegar a lugares no imaginados, no permitidos y ser dueños de lo que anhelamos; son nuestras yemas las que van recorriendo todo lo que interesa y encontrando lo que se busca si necesidad siquiera de tener a la persona a nuestro lado. Cada ser es un mundo y ve cómo lo maneja, nos han sido dados tantos elementos para ello.
Es un buen tema, Melquiades, bien trabajado y a tu manera. Me entrego a tu verbo para poder plasmar aquí lo que la lectura de tu poema provoca en mí. Saludos y muchas gracias.
​

 

Jaja, sí, la metamorfosis del tiempo que nos ha tocado. Abrazos, gracias por la visita.

 

Hola Elisalle. Gracias por visitar el poema y disertar sobre su tema.

Sí, no podemos decir que, en el ritual de la sensualidad, es el tacto el más privilegiado de los sentidos, puesto que están el olfato, el oído, el gusto y todas esas maravillosas glándulas que se vuelven parte de la orquesta que ejecuta la suprema armonía del deleite amatorio. Fundamental sí, el cerebro y su espectro activo: la mente, sí éste no arranca, nada marcha. Al menos no como arte o deleite de los sentidos

Pero supongamos que arranca.

Me explico a cada forma como razón de la lívido que se activa. Y de ésta, el contemplar tocando. Tocar es como beber un néctar misterioso, una trampa expandida a la mirada para volverse anhelo. Cuando la mente responde más allá de sus prejuicios y paradigmas, el universo que somos se derrama se fuga entre poros abiertos y se vierte en el frasco de los labios y se aspira como aroma.

Vienen las evocaciones porque los tiempos nuestros han abierto otras puertas, y mucho sucede con la mente que igual reconstruye sus carencias. De los tactos a las teclas, a los de un cuerpo, prefiero estos últimos. A la imagen de la modernidad le hace falta el olor del celo. Que la luminiscencia no perturbe ni atrofie la percepción del aroma.

Abrazos mil y un placer leer tu comentario.

 

maravillos poema Melquiades, un gusto leerte aca, casi no te había leido...
sensibilidad a flor de piel, aromas y formas...

Un placer.

 

Doña Sheyla. a mí también me da gusto verla por aquí. abrazos. feliz fin de semana.

 

Excelente poema, enhorabuena, saludos, felices días.