Dos en uno

Firmes se arropan,
aferradas a un mismo color:
Diferencias abismales.
Contrariedades.
Conocimientos y razones ilógicas.
Variedad de significados
que, entre ellos, se abofetean;
y hasta innegables participios,
aún, todavía hoy por encontrar.
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¿Puede más el rojo provocado
por el punzar hincándose la daga,
que aquel sonrojo desleído en la mejillla,
anudado a mis labios al besar,
con mi sentir, tu corazón?
... Y delicado tocar
la fornida fragancia que inunda,
desde tu alma, todo tu rostro.


Quede el preciado marfil,
en la memoriada y viva cabeza
del digno animal que es elefante.
Tuérzase el rifle
ante el grito indignado que profiere,
la maltratada sabana cual se extiende
moribunda,
agonizando,
por el hedor que causa tan sólo una sola especie.


¿Puede más la sangre esparcida en la batalla,
que esa roja que se dona
¡para salvar!
al hermano desangrado en la reyerta.
O ¡para ayudar!
en transplante de organo al necesitado
que padece el sufrimiento,
disponiendo de su alivio y salvación
¡ese vecino tan cercano!
que viviendo en la puerta de al lado
con sabiduría se acordó,
y en el alargar su brazo regaló:
el renacer de unos ojos,
nuevos días de respiro
al supuesto sentenciado?


Quédense los atropellos desangelados
¡en la insolvencia
de la idea ni pensada!
bajo la cojera de un sello que no pega,
sometidos al decir de aquellas palabras,
que por ser teñidas de injustas,
como innobles mentiras, calumnias,
como destructivas patrañas,
quedan y queden por el silencio pronunciadas.

318-omu G.S. (BCN-2012)
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Gran poema, una gran obra, preciosa, admirable.

 

Obra que, fruto de la contemplativa, surgió entre interrogantes respaldada, por una introspección reflexiva.
Gracias por tus multiples visitas a mis cuadros. Tomo el afecto antes de brindarte mi mano.