Abierta, vacía y sin fuerzas.

¿Qué puedo confesarte,
excepto que ya no me queda nada?

Ni fuerzas, ni ganas.
Ni sangre, ni vendas.
Ni odio, ni garras.
Ni versos, ni letras.

Te lo has llevado todo.
Abierta de par en par,
por el cuchillo de la desidia.
Y dentro de mí: La nada.

Incoherente, apedazado.
Un mar de palabras:
sin rumbo ni vela.
Así estoy yo, como el poema.

Abierta, vacía y sin fuerzas.


Sincèrement,

Âme Noire

 

Tus palabras Ame... son como haberme visto en el espejo...

Vàmonos a descansar. Besos sinceros, abrazos sin fuerza.

 

¡Qué labios tan carceleros!
¡Con cadenas y cerrojos
los aprisionan severos.,
y apenas los prisioneros
se me asoman a los ojos!

¡Pronto rompe la cadena
de tan injusta prisión,
y no mueran más de pena,
que ya está de besos llena
la tumba del corazón!

¿Qué son las bocas? Son nidos.
¿Y los besos? ¡Aves locas!
Por eso, apenas nacidos,
de sus nidos aburridos
salen buscando otras bocas.

¿Por qué en cárcel sepulcral
se trueca el nido del ave?
¿Por qué los tratas tan mal,
si tus labios de coral
son los que tienen la llave?

​

 

[...]¿Qué, desvelo mío, puedo darte yo
Frente a todo lo que tú me has dado?
No merezco tus atenciones.
No soy digna de tus manos.
Es egoísta, vida mía,
Retenerte aquí a mi lado.

¿Y qué darte, niño mío,
Más allá de mis “te quieros”?
Si mi corazón ya lo tienes.
Yace entero entre tus dedos.

Tanta atención se me hace un halago.

Sincèrement,

Âme Noire

 

Ame Noire:

Ese vacío tan duro, como frío acero, expresas con admirable certeza, el dolor de las viscisitudes de la ausencia amorosa. Un bello poema

Un saludo

Jaime