Isla para amar.

Isla para amar.

La barca que se encarga de llevar todas mis penas,
se hunde entre la fragancia de la mar,
y aromas de azucena.
Mujer de encanto señorial,
mi última compañera.
De mente y alma llegamos siempre a un altar,
para decirnos cosas bellas.
Sensaciones en una isla que siempre nos guarda,
su tarde crepuscular,
instantes de amor,
mientras cada ola revienta,
y bajo el cielo las ansias,
para su cuerpo acariciar.
Parto y reparto por las húmedas arenas
cada una de sus prendas,
mojado más por su esencia,
que por la espuma que le cubría su faz.
A la sazón pienso;
se ha colado una sirena;
para mi amor eternizar.

 

Fantasia de amor deliciosa, allá en una solitaria isla un sueño que perdura en todos los tiempos. Un placer leerte.

 

Preciosa poesía muy bella, lindísimo trabajo hermoso.