Aburrirse es para tontos

A las tres de la tarde pasé por tu casa,
el eco del vacio fue mi única respuesta,
esperé un rato a ver que pasaba
pero era tarde y mi garganta estaba fría.
No sé... pensé que estarías allí,
vestida de blanco y con el pelo agarrado,
me senté frente a la ventana de tu cuarto
y pensé en casi todos esos días,
aquellos en que bese cada lado
de tu mundo claro y maravillas.

Aburrirse es para tontos,
yo soy un tonto sin ti,
pero es mi oficio ir a buscarte,
aún si me esperas en otro lado,
y es el tuyo hacerme seguir así.

 

muy lindo tu poema, me gusto mucho cuidate con cariño, Anamar.

 

Gracias por pasar y leerme, un abrazo