Metales

METALES.
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Si las lengüetas se contorsionasen para musicar que su bronce es también su melodía.
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Si lo que vibrase en sus huecos tubulares obedeciera —lejos de toda interpretación— la partitura.
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Si fuesen ello, la esencia,
y antes que el instrumento, el aire,
y tocasen (contra toda analogía) antes que los labios, con el alma,
entonces oiría,
entonces creería en la armonía,
entonces,
no tendría que acudir a la estridencia.
Sólo llevaría la dorada flauta transversal hasta mi boca y soplaría, suavemente,
tal como he de besar.
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El sueño de conseguir que el alma se convierta en música...Me han encantado tus versos. Original y muy bello. Mis aplausos y estrellas para ti. Un abrazo.

 

Gracias MARIAM, que tengas un maravilloso año, besos.

 

Hermoso, y de tantos misterios, solo el de saberse parte de la melodía es ya un logro que evoluciona desde la idea hasta el sentimiento único e imperecedero...

 

Dejo la huella de mi paso por tus bellas letras.

 

Gracias por tus huellas Jorge, saludosssssssss.