Con Quién Morir

“¿Por qué cambiaste?
Yo te amaba”, me dijiste sollozando
y te fuiste a encontrarte contigo misma y 'conmigo',
en un pasado que ni sobria te deja hoy,
ponerle ‘garra’ a la pura realidad.

Y es verdad, yo cambié: dejé botella y divague.
Dejé de ser demonio, y a ti nunca te cupo
más ángel que el caído.
Decidí vivir con los pies en la tierra, y además,
plantarme en ella.
Ver la vida de nuevo, ordinaria como es;
respirarla, aun remordido y de mala gana,
como adicto culposo de fallarle a su código mortal.

Me bajé casi a cero la utopía
que me metió tanta basura triunfal en la cabeza
y en la sangre,
y que por años me hizo vivir en la nada
creyéndome lo más.
Deserté para salvarme y salvarte, y tú,
buscando quien se mienta y te mienta igual que yo;
pobrecita tú, buscando por ahí con quién morir.

No tengo más.
Mejor dicho, tengo: tengo el lado de amar
hecho pedazos y tibias ganas de recomponerlo.
Pero tú, en algún momento de lucidez, por favor,
acuérdate del tipo que viene bien si te ves mal;
le dicen Dios.

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un poema lleno de preguntas, siempre es grato leerle

 

Hermosas letras nos compartes

Gusto leerte

Saludos

 

woooo Muy impresionante lo que transmite tu escrito, creo que esas y mil preguntas más son las que inquietan nuestro corazón, hermoso, un placer leerte

alberthy

 

Muchas gracias, Marian, grato es su comentario.

 

Muchas gracias, Sarahi, muy amable comentario.
Saludos.

 

Poema profundo, sobre los azares que padecemos y los cambios que sufrimos.
Me gustó que dijeras Dios, como esa bondad, que también existe.
Saludos. Pili

 

Por supuesto que existe, aunque convenza menos de su existencia. "Algo" hay, seguro.
Muchas gracias, Pili.
Saludos.

 

Muchas gracias, Alberthy, es mío el placer de tu atención y amable comentario.
Saludos.