Desde el cielo

Punzante mirada reconocida,
fuerza arrolladora inimaginable,
por la mente agradecida desde siempre
de vivir una fulminante travesía
que en un breve parpadeo a otros mundos
recuerdos paralelos aceleran el alma.
Conectadas dimensiones en aquella explícita irrealidad
ideas insólitas que aparecen aquí y allá
generalmente evocadas sin discernimiento
aunque siempre dispuestas a la rebelión
por alejar lo monótono y rutinario
acercando con la mente y corazón un imán.
Materializan lo más genuino y atrayente:
ya lo real no podría estar amenazado.
Abarcándolo todo,
su gran amor no incluye opuestos.

Avanza incrustándose en su ser irrevocablemente,
con furia y aplomo el espíritu vibrante sale,
conquistando con poderosa bandera en mano,
manchada con sabiduría, prudencia y sutileza amorosa,
a lo silencioso que arranca, regresa, siempre está.
Corroe el corazón de quién solo con el recuerdo de aquel beso
urde bajo la más respirable, fría y respetable noche
efluvios románticos que con vehemencia sospechosa,
rimbombantes seres programaron.

Brazos entrelazan sentimientos
miradas profundas hablan.
¡Bendito cuadro aquel!
Frente al mar una fiesta,
se esconde el tiempo, es intimidado.
Dos invitados disfrutan eternamente
para jamás decirse adiós,
el Gran Espíritu sonreía,
se cumple la más vertiginosa, elevada y noble unión de estas almas que
tras sus magníficos imanes vidriosos
que definen agudamente vivencias solitarias,
están aquí volando atados por la más poderosa energía.
Fuertemente necesitados de enfrascarse en pensamientos
sentir sus cercanías y abrazos enérgicos corazón a corazón.
Es lo más real, perpetuo y colosal.
¡Vivo está!

 

¡¡Estupendo poema!! De la ilusión a la idealización y de la idea al hecho, al fin y al cabo, todo es amor.
¡Qué gusto ver tu pluma de nuevo por este espacio!

Saludos!