El estanque

¡Es que este amor tuyo y mío!
se quedó en aquel estanque
con los pétalos fragantes
que flotaban al vacío
y mis dedos dibujantes
dibujando en un instante
la burbuja del olvido
porque este tuyo y mío
se olvidó el enamorarse.

¡Es que este amor que expiro!
se quedó en aquel estanque
con un espejo delirante
el agua miraba el rostro mío
y yo mirando redundante
el rocío que me atañe
sin querer vengo y convido
a nadar en desatino
en la lágrima que dejaste.

¡Es que este amor que arrimo!
a las aguas del estanque
con mis manos navegantes
chapoteando sin dominio
vuela el viento a otra parte
sollozando entre las aves
el olvido que se vino
desde el charco tuyo y mío
a morir en el estanque...

 

El estanque fiel reflejo de un amor que se marchitó como las flores que en el nadan, porque la belleza tampoco es eterna, es el precio a pagar por un poco de felicidad. Muy bello poema, en tu línea sensible y romántica que le pone luz a tus poemas de amor y desamor. Un abrazo amiga Jael. Paco.

 

Divinidad de letras excelentes y emocionantes.
Jorge Lemoine y Bosshardt, "Estrella Máxima" de Mundo Poesía.