Elegía...

Llevo tus manos a lo profundo del estío
y caminó entre tus sueños, tus delirios, tus palabras:
¿Quién podrá sentir la melancolía de la noche?
¿Quién lleva tu nombre a la sucrusal del tiempo?
Ahora sé, que confío en tu beldad,
en tu nívea piel; en las estrellas escondidas tras tus ojos;
en tu nemoroso suspiro estival.
Podré así desembarcar en tus pequeñas lágrimas,
llevar mi catalejo y buscar en ellas
vestigios microscópicos de amor,
sadismo masoquista por voluntad
y astros exiliados del espacio.

Conozco tu voz y la escucho
por entre el silencio psicosomático de aquel cielo,
que aminoraba las frecuencias de tu óreo
y menguaba el significado de aquel tiempo.
Así quedó plasmado en tus respiros
la fragancia de las mustias vitalitas,
que esperaban tu sombra
para morir junto a ella.

He guardado tu corazón entre las letras,
entre los versos, las ideas.
Podrás así también
darme tus manos para que escriba,
tus ojos para que lea
y tu vida para que viva...

Dan Zalavarria
18/01/2016
18:37 pm

 

Excelentes versos
Aplausos

 

Excelentes versos en una sobresaliente composición magnífica.
Jorge Lemoine y Bosshardt, "Estrella Máxima" de Mundo Poesía.