La hostilidad del vació

Una flor se marchita en mi pecho,
se olvidan las palabras,
solo se recuerdan los hechos,
ahogado en un mar de versos,
me desahogo de la melancolía.

Miro al cielo y la luna se esconde,
ni ella puede iluminar esta oscura noche,
el silencio me grita,
dice que me quede callado,
mi alma rebelde vocifera,
pero yo no hablo,
lo hago a su manera.

El vacío que siento lo lleno por ratos,
pero este hobby debe ser un maltrato,
porque cuando dejo de hacerlo,
el vacío apuñala mi pecho.

 

Bello y sentido poema de tintes melancólicos, me ha gustado mucho amigo Poelo. Paco.