Autoconfinación

En mis lecturas sorprendióme una paloma,
hora y sitio enviabas.
Paseando a la par de la ría,
los árboles deshojados marcaban nuestro camino,
sólo las cervezas nos cortaban.
Aventuras pasadas y sueños colmaban nuestra velada.
Quizá por miedo, desesperanza o temor,
hice mal pasada la bonanza;
como aeróstato, escapando del lazo que le liga a la marga.
Fueron calurosas aquellas vacaciones estivales, necesitaba
el frescor de la soledad.
Muy encerrado en banda,
sin dejar mostrar el cautivo sílex
que en el pecho guardaba.
Quizá obré mal, tal vez,
pero ante todo tarambana
y en un mar de nubes,
me distanciaba,
explotando lo que pudo ser,
y no fue nada.

Mientras dolido más por lo ocasionado,
observo de lejos los frutos ya precipitados
que pude haber majadeado.​

 

Me sigo poniendo al día

Es díficil cuando se lidia con un poema que cae en mi mente

Por tanto más que auto es algo más que verídico tu sentir

Espero no haber metido la pata

Saludos nuevamente

 

Hola Marianne, siempre son bienvenidos tus comentarios. Lo curioso es que me pasa lo mismo con tus poemas, quizá hayamos tenido experiencias parecidas o sea la forma de ver las cosas. Un cordial saludo, Spassit.

 

puede ser, solo espero no sea el caso, no me gustaría a alguien en una situación similar, saludos