Uno de cuerpos

Algo remoto con hostilidad de forma habita nuestra carne
y la derrama en nuestras manos.
Es una sapiencia de nado en la saliva porque muerdo
en tus labios la orilla del mundo
y tu boca salta a mi beso herido de repetición.

Tu desnudez es un concierto de metales,
pero tu carne es siempre solemne:
hierático, solo puedo entrar en ti de rodillas
a rielar el morir de las palomas,
a deshacer mi sombra para galopar tu sangre
y alcanzar mi cuerpo.

Cuerpos sublimados por su brillo, pero carne al fin,
con prisa, madeja degustable para tejer a dos manos
algo apenas cierto, como un pétalo o una mortaja.

Tu aire de cuerpo que se aferra a mis ramas y las arranca;
mi viento de diablo que te sacude para tirar tus limones
y darle sabor al agua de vida porque se va sin saber a nada.

3 de mayo de 2021​

 

Ok, yo quiero seguir esta saga.
Y te metiste en un templo, porque el cuerpo lo es.
Te comenté en el anterior (Una de almas) que el cuerpo es una maquinaria perfecta, el problema radica en el trato y mantenimiento que le des.
Bien te garantizará más o menos hasta dónde podría llegar y lo bien o mal que responderá.
Este poema es un mimo, así lo siento, con sus buenos y bien logrados trazos de erotismo que le suman a la entrega con agrado.
Otro abrazo Pedro!!!
Camelia

 

Hola, querida Camy. Me da mucho gusto reencontrarte en foros después de algún tiempo. Dice una vieja canción que uno siempre vuelve a los viejos sitios donde amo la vida, y me gusta la de que de repente nos marchamos pero siempre volvemos a este sitio donde encontramos personas maravillosas, como tú.

No creo que sea una saga -¡recuerdo las tuyas!-, sino más bien una dupla sobre la dualidad cuerpo/alma más allá del contexto religioso en las que se la suele asociar. Nunca he sabido qué es el alma, pero tampoco sé por qué escribo o por qué amo, así que no me queda más que indagar, supongo.

Muchas gracias por venir. Te dejo mi cálido y respetuoso abrazo con el deseo de que tengas días plenos en estos momentos que nos ponen a prueba.

Afectísimo, Pedro.

 

Sí, Pedro, por mi parte esta última pausa tuvo varios motivos, pero el más importante, salvado y respirando, que ya es bastante.
Y bueno, entiendo que no sea saga, pero no puedo dejar de decirte que me gusta tu propuesta. Tampoco sé que es el alma, pero de algún modo sé que la tengo, creo que la tengo.
Si seguir indagando da para labrar versos y más versos como los que nos compartes, entonces a continuar estimado Pedro, seremos testigos...
Muchas gracias por tus deseos.
Otro abrazo de vuelta
y no bajar la guardia!!!

Camelia