Dos palabras que no se conocían

La Luna se mira más redonda desde Marte
y hay un collage con ganas de todo
en especial de devorarte,
un unicornio que se esfuma
y tu lengua que perfuma
la mía al besarte.

Hay varios kilos de noches perdidas
y un gramo de sal que en las heridas
procura quedarse,
un boceto de tus ojos en clave
y dos ríos que por no secarse
se echan a llorar.

Mi vida es una mesa de billar esperando tu tiro,
un maniquí toma mi lugar y yo respiro
ansiando como desesperado
resucitar entre el pecado
de tu ropa mojada en mi almohada.

Este camino resulta inmensamente bueno
y aseguro que seguro me miro
entre tus ojos que me incendian la piel,
vuelve conmigo que esta noche te quiero ver.

Es divertida la vida del amor que se juega el ser
y hay dos resfríos que me dan calentura,
tus dedos que entre tu figura
se empiezan a querer...

Todo pasa y no pasa nunca todo,
se encuentran dos palabras que no se conocían
y de repente se miran y cantan a coro
una vieja canción de amor.
Resucitar entre el pecado...
de tu cuerpo mojado mirando a matar.

 

Estimado amigo siempre es un placer leer tus versos, paso y dejo mi aprecio en un abrazo de colores,

 

Muchas gracias por tu linda visita. Saludos. Un placer recibirte por acá.