Mi talón de Aquiles

Mi talón de Aquiles siempre fue tu boca
carnosa como la manzana del pecado original,
roja como el color de mis sonrojos
y dispuesta a cualquier sonrisa casual.

Mi odisea siempre fue la luna de tus ojos,
mi pesadilla no despertar a tu lado,
después de tantos besos robados
tengo ganas de uno, bautizado a tu nombre.

Realizamos varios cambios en nosotros
pero no cambiamos la forma de abrazarnos,
ni el morbo que nos da empaparnos
descontando segundos sordos.

Tráete un ataúd para enterrar lo que no existe:
besos con sal, almohadas vacías,
ganas de no vernos, noches de domingo sin cita romántica
y el desayuno ataviado de hormigas.

Mi talón de Aquiles siempre fue tu boca
embrujo caprichoso del que me encuentro preso,
cueva de lobos que son padrinos de mis antojos,
tu boca como rosario para este demonio perverso.

Que no entre ningún cuarto menguante en tu alcoba
y que el próximo eclipse de sol
suceda cuando estemos juntos
para donde sea que estemos, hacerte el amor.

Mi talón de Aquiles siempre fue tu boca,
yo podría hasta dibujarla de memoria,
taparte con un pañuelo los ojos
y comerte a besos por horas,
mi talón de Aquiles siempre fue tu boca.

 

Estimado amigo, saludos navideños

 

Una debilidad por demás romántica, creo que todos tenemos un talón de Aquiles en cuestiones del corazón. un encanto su poema, feliz noche compañero de letras. Saludos!

 

Mis saludos y mis mejores deseos. Un placer recibirte por acá.

 

Muchas gracias por tu linda visita. Saludos. Un placer recibirte por acá.