A usted, señora poetisa

(Dos sonetos a todas las poetisas que lloran el abandono de un amor)

No deje que la magia de su alcoba
se marchite por falta de pasión;
ni gaste más esperas y dolor
en largas soledades que le agobian.

Ni piense que, quizá, si hoy le solloza
mañana vuelva quien ayer partió;
pues si nunca su amor él valoró
su llanto menos, le importará ahora.

Permítase, mejor, nuevos ensueños,
que a sus pupilas hagan sonreír
y deje que otros labios más sinceros

con más grato y profundo frenesí,
a usted hagan, quizá, probar el cielo
y su pena le arranquen de raíz.


Y aunque hoy duerma la magia de su alcoba;
bien puede despertar si estos sonetos
la mueven a mirarse en el espejo
sin llanto, sin rubor y sin congojas.

Y cierto estoy, a sí misma, muy preciosa
usted se encontrará, y más por eso
es triste que lo dulce de su aliento
sollozo sea, y no beso de su boca.

Por tal razón, le expreso que permita
roce al menos la piel de sus poemas,
el aroma de alguna flor distinta

al clavel melancólico y en pena:
que le digo, parecen hoy sus letras,
con respeto, señora poetisa.




​

 

Bellos sonetos los cuales me apropió, con su permiso. Un gusto leerte.

 

Bastante claros sus sonetos compañero de letras a veces necesitamos una tremenda sacudida para poder continuar con la vida viéndola con otros ojos y fuera de la triste melancolía...Es un placer detenerme en su espacio y dejar mi huella. Un fuerte abrazo!

 

Buenos sonetos, buenos consejos. Muy alegre la mañana leyendo tan buena poesía. Saludos desde mi estrellita roja.

 

Le agradezco, poetisa Luciana Rubia, su amable visita a estos sonetos; así como su grato comentario sobre los mismos. Un cordial saludo.

 

Gracias, Yolanda, por la amabilidad de hacerte presente en estas letras. Siempre es agradable encontrarte en mis versos. Un abrazo fuerte y buen inicio de semana, poetisa.

 

Gracias, poetisa Marisol, por tu amable comentario a estas letras. He leído bastantes poemas, de varias poetisas, sobre algún amor perdido, en los cuales destilan gran dolor por su abandono, que sentí la inclinación de escribir estas letras. Un cordial saludo, poetisa Marisol.