Paquete familiar

Voy,
mato al poema
y vuelvo.
Supermercado lleno de polvo
paquete familiar
de servilletas socialdemócratas,
lechuzas ululando entre los pasillos
mientras el crepúsculo cromado
intenta imponerse en el reino
de los muertos crudos
con la bendición de los panes floridos,
duros, impasibles, silenciosos,
voy
contando agujeros en las paredes,
ojos bizcos de un conflicto sin causa
catáforas de discursos narcolépticos,
venenos
para las cenicientas y blancanieves
pócimas negras
que toman las ricitosdeoros,
alguien busca la primera palabra
del alfabeto y le da sentido,
vengo y asesino el verso.

 

Muy bueno tu paseo por el súper con los muertos crudos. Un placer leerte. Luciana.

 

Muertos crudos en filetes de panga oceánico embolsado.

Kiss very güel, butifarras de Teruel.

 

Aaaaaaaa!

 

¿Ehhhhhhh?

 

La vaina es que tú vienes y lo asesinas (al verso, me refiero) y el condenado revive de tu mano más fuerte que nunca. tal vez tienes malditas manos mágicas que no pueden matar versos, sino crearlos.

Ah, por cierto, las cenicientas, blancanieves y bellas durmientes tienen por ahí cuardernos completos repletos de versos dolorosos, eróticos, transversos, recónditos, asesinos, lacerantes, posesivos, obsesivos... y a veces no viajan con trajes largos y sobre carrozas de calabaza, sino sobre tacones puntiagudos gigantes y con shores cortísimos de jean a más arriba de media nalga (y un top). Lo que pasa es que -tú y yo lo sabemos- mucha gente estúpida prefiere andar creyendo todavía en cuentos de hadas.

 

Voy, lo mato y vuelvo; mientras las estepicursoras ruedan por el suelo del far-west de Almería. ( Bud Spencer hace un Ok con el pulgar).

 

unas letras han caido rodando por los rincones...
gdujhiuaeaoegh

los versos se desarman al romperse la sinapsis que las ataban
letras prófugas del pensamiento encadenante
qué malas palabras formaron antes
cuando fueron seductoras lineas
previas al himeneo cálido
entre vasos de hielo
y ron...

regadas gotas de semen
letras que se derriten y manchan
con el tiempo se cuelgan de los resquicios
de una mirada perdida
el eternéreo de los recuerdos
de un sexiconter
en pareja de desconocidos...
salvo sus nombres
su misma dirección...
su misma cama...

al menos en esta onirihora
se descubrirán sin caretas...