Somos

Observo la marea,
como borra a su manera
deseos que solo sirven de ancla,

pesa el orgullo
de años repitiendo la rutina,
esa que muerde impetuosa
a los que no quieren sangre,
a los que luchan por su vida,

ingrata esta manera de pensar,
por forjar el bien
en un mundo de egoísmo,

parece que nadie osa usar la palabra,
jurisprudencia casi religiosa,

y moriremos con las manos en la boca,
intentando inútilmente acallar
a lo que del cuerpo brota,
fragilidad, bondad, poesía,
la humanidad materializada en una rosa.

 

Gracias por compartir tu poesía.
Estoy empezando a leerte y encuentro mucha sensibilidad, pero también mucho carácter.
Mis saludos más cordiales, será un gusto seguir tus escritos.

 

Preciosa entrega poeta, intensa y firme pluma.

Abrazos!

 

Muchas Gracias por tus palabras!!, me alegra que te guste