Amanecí con frío

"Buenos días" le dije a mi almohada
y se me quitó lo emocionada
cuando miré a mi lado aquél vacío,
y me pensé "¡uf, cómo hace frío! ".

Todavía no estoy tan despierta,
la alarma no me mantiene alerta,
si hubieras amanecido conmigo
te quito la camisa y la uso como abrigo.

Pero claro, me tienes como precarista
sin saber que yo soy columpista
de esas que son como chica de gimnasia
y hacen el amor con mucha gracia.

Ya comienzo a despertarme
y te confieso que tuve que desvelarme
porque el viento se atrevió a recorrer mis pies
y fue tanto el frío, que pensé en ti otra vez.

Sí, no me hagas puchero, te atraso lo sé,
sé que se te hace tarde para el café
y yo tengo que comenzar a vestirme
porque estoy desnuda, y no tienes nada que decirme.

"Buenos días" volví a decirle a mi almohada
y ¡sabes lo que dijo la descarada! :
"ni le escribas, que seguro no se acuerda
que sola amanece una tonta que se siente cuerda".

 

Genial esta conversación, casi monólogo de tu almohada. Me encantó
este poema Rob, placer encontrarte esta recién estrenada noche.
Besitos cariñosos vuelen a tus mejillas.

 

Muchas gracias por tu linda Anamer. La almohada sabe tantos secretos. Saludos. Un placer recibirte por acá.

 

A veces solo nos acompaña la almohada en esos momentos dónde el frío nos rebasa,
Un placer acompañar ese instante. Gracias por compartir su sentir, saludos!!

 

muy bueno Robsalz. Un abrazo con la pluma del alma

 

A veces la almohada es mucha compañía. Saludos. Un placer recibirte por acá.

 

Gracias José. Saludos. Un placer recibirte por acá.