Provocame

Nombrame
llámame maldita,
amor sin fe,
escupe tu veneno,
nada temo,
tristeza profunda,
muerte,
ríos de llanto,
me fascinan.

Desierto árido
así es mi vida.

Alma negra, vacía,
todo lo que toco
lo daño.

Noche insondable, soy,
provocame!
si quieres sufrir.

Seré la dueña de tu infierno,
laberinto sin salida,
seguiré tus huellas,
seré tu locura,
tus pesadillas.

¿Crees que puedes dañarme?
No me conoces, traidor !
No existe perdón
Eres un aprendiz
yo tu maestra
en el arte de sufrir

Provocame!
que sacas lo peor de mi.
Tu tienes tu lado oscuro
ni te imaginas el mio.
Me encanta el dolor!
y para sufrir?
nadie mejor que yo!

Me apoderare de tu alma,
devorare tu corazón.
No me provoques!
no sabes cuanto,
te puedo hacer sufrir,
un suplicio sin fin.

El marqués no es nada
comparado a mí
Quieres hacer daño?
yo te puedo enseñar,
si quieres sufrir,
también.

No tengo corazón,
nada me conmueve,
es tu turno de sufrir,
prepárate!

 

Yo te aprecio mucho Luna
Un saludo.

 

gracias por la visita, yo también te aprecio
un abrazo

 

Algo así...
Gracias Alde por tu comentario y visita.

 

la misma noche
que entre brumas
escondiera gemidos
dedicados a la luna...
en adelante se llenará
de gritos ahogados
entre goteos
de sudores fríos
y tibia sangre...

No es venganza...
solo justicia
al mismo extremo
de la pasión...

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Ya me dió escalofríos.
Desde la distancia muchos besos con cariño de parte del gremio de torturadores al carbón.
Como siempre a sus pies Majestad.

 

Dear Luna,

¡Vaya por Dios, pero que poema!

Pues sí, me provocaste, me has hecho sudar y dejado con un entumecimiento en el corazón y a la vez, con la tentación de querer probar, pero bien cargado de tequila y con buenas rolas mexicanas ese dolor suramericano. Oh, Luna, yo sufro de una pobreza de poesía, mientras que a ti te sobra mucho talento. Querida, puedes hacerme sufrir todo lo que quieras, e incluso tocar una gran trompeta cerca de mi oído o taparme la poca luz de sol en invierno, pero mientras tenga tu sonrisa y asi ande desvelado no mostrare ni el más minino resentimiento. Amiga, tus poemas siempre captan mi atención por su naturalidad o capacidad de transmitir los latidos de ese tu corazón feroz y también amoroso.

Un abrazo y un beso para tranquilizar el ambiente.
Fidel Guerra.