La luna eclipsaba el alba

Vivir puede ser la sutileza para nada,
ansiosos y atribulados por la injusticia
Aun añorando ríos transparentes.
Sí, persiste el menoscabo
la ponzoña daña la tierra.

En su dolor la tierra es soportable.
Menoscabada en el empeño al
hurgar por bálsamos gana la masacre.
Con el eco de la cruz perdurable,
asistimos en todo el globo a la magia.
Sin darnos cuenta vimos, maravillosa
pasar la magia
La cruz procura el resplandor del amor
no visible.
Las espigan maduraron el vientre
renacido.
Espantador misterio del misterio desafiante.
Quiénes arañen contumaces los detritus,
hostigarán paraísos artificiales.
Solo al buscar la contrición.
hallarán alivio en el amor del hombre.
Huirán del mundo lacerado

 

¿Muy cierto... pero ¡cuántos tienen la dicha de amar... amar la vida, las flores, los pájaros, o de dar y recibir el amor de todo lo que existe?

 

Si uno le quita los traspiés, adversidades, vicisitudes, limitaciones, credulidades, etcétera... El enfoque parece una muestra que forma laberintos... Y, por los menos, descubre nuevas, facetas de las que no nos jactaremos, sino que dará que pensar.