Me perdiste un verso

Me perdiste un verso

y desde aquel maldito día,

todas mis estrofas besan mis miedos.


Me perdiste un verso

y todas las malditas noches,

todos mis sueños me pierden un sueño.


Me perdiste un verso

y cada maldita tarde me pierdo

en el horizonte de la página en blanco que duerme junto a mi infierno.


Me perdiste un verso

y de tanto maldecir mis mañanas,

un día, abriste los ojos y me pediste un beso.


Soñé que estabas, sumergiendo mi cuerpo,

en tanto de toda tu piel, que te creí,

cómo quien al mirar abajo puede ver el cielo.


Y despertamos de más, despertamos despiertos.

Despertamos y al despertar,

descubrimos que desde siempre, nos seguimos queriendo.​