Sueños de ambrosía

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La ambrosia es un eco de la luna
que ingrávida se mece en el alféizar
del tiempo que pasó. Que se desliza
por los bordes de un olvidado sueño
en el que el sortilegio de una araña
teje constelaciones de silencios.


Admiro los estróbilos del lúpulo,
de anodino color amarillento,
en el susurro de la media tarde,
como irisadas lágrimas que escapan
del pequeño universo que se inmola
ajeno al escrutinio de mis ojos.


En la unión del silencio y de las lágrimas,
se desliza fugaz un invisible
reloj sin manecillas, presuroso,
marcando la deriva de las sombras,
un beso en el vacío que florece,
mustio, como un cristal que no refleja.



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Te sigo viendo, hable quien hable. Me encantó. Un saludo.

 

Es que sigo siendo yo y me afloran siempre las mismas tonterías. Con todo el respeto hacia las tonterías. Y hacia el surrealismo, claro está.
Un saludo.

 

La belleza de todas las imágenes que complementan su poema auténticamente surrealista...
(hablando verdades), no tiene pierde... Mis sinceras felicitaciones por ello, mi estimada
compañera, poeta. Deseándole siempre lo mejor de lo mejor, la saluda:

 

Muchas gracias, Iván, tu estimadA compañerA poeta, te saluda.
No sé por qué me ha dado la sensación de que le hablabas a otra persona, me equivoco?
Un saludo cordial.

 

Bueno, ciertamente me equivoqué... pero, le prometo, que ya no volverá a pasar jamás.
Pido disculpas por el mal impase.
Sinceramente: