Quintillas quincalleras quizás quemen quilos

Es la suerte que te toca
con su varita de bruja,
siempre la maldad empuja
y las vivencias trastoca,
vino a tocarme un granuja.

 

El otro día un granuja
mientras iba por la acera
me quitó la billetera.
Ojalá un rayo le cruja
para que pronto se muera.

​

 

Espero que se me muera
la pena que llevo dentro
que no dejaré en salmuera;
vendrán otras al encuentro
que sigan a la primera.

 

No dejes que la primera
impresión que te has llevado
niegue que seas mi nuera.
Este hogar destartalado
sé que no es para cualquiera.​

 

Esto no es para cualquiera
que rebasa la frontera
de las letras en su prosa
quien, pudiendo ser hermosa,
tiene mano de madera.

 

Dicen "eres de madera",
¡pobre diablo el que lo dice!,
¿algo vale si él bendice?
¿Él es carne de primera?
¡Pues se cree Berenice!

Berenice es "la que trae la victoria".

 

En su libro, Berenice,
Edgar Allan Poe nos dice
que toda obsesión es mala.
Su pluma, que nadie iguala,
no evitó que se desquicie.
​

Sí, ya sé. Con “desquicie” en vez de "desquiciara", lo inmortalicé. Pero así de bueno era. Y de paso, rima.

 

Puede ser que se desquicie
eligió en la encrucijada
de aquella vida pasada
refugiarse en la molicie
y hoy compensa la jugada

 

La partida está jugada.
Gané. Soy el campeón.
Si te causa conmoción,
ve a quejarte a la embajada
y métete en un avión.​

 

Le llaman “tubo” al avión
unas gentes que conozco
con simpático aluvión
su jerga que reconozco
oculta por buena razón

 

Siempre tiene la razón,
dice que no se equivoca
y econ ello te provoca
por ser siempre un cabezón
...y mi cuñado, se enroca.

 

Nuestro rey corre y se enroca
en arenas del desierto
y, como siempre, despierto
sabe callarse la boca
y pasear por el puerto.

 

Aunque vaya por el puerto
lo de correr no es preciso
es mayor, lento y conciso
y ha tenido algún acierto
y se marchó cuando quiso

 

El monarca un día quiso
saliendo del hospital
disculparse por su mal
comportamiento y, sumiso,
dijo que fue algo casual.

​

 

¿Lo que fuimos fue casual;
nuestro hijo, un accidente?
Fuiste padre permanente,
¡qué dura lo temporal!
¡Y fue eterno de repente!

 

Me he encontrado de repente
a quien muy lejos prefiero,
me tiene un odio sincero
que está grabado en su frente
y le va a costar dinero.

 

En cuestiones de dinero
despilfarro a trochemoche.
Me voy a comprar un coche
que tenga asientos de cuero
y seré el rey de la noche.
​

Me pregunto si alguien hoy en día dice “coche” en la Argentina o Uruguay. ¡Qué antigüedad!

 

Ayer me surgió de noche
y me pregunté contrito:
¿por qué no me compro un coche,
si manejo dinerito
y no es para mi derroche?


…y hoy me he comprado el coche.

 

El lenguaje es un derroche
trazado con paja y barro:
muy a viejo suena carro
y anticuado suena coche,
solo auto no es bizarro.​

 

Aunque parezca bizarro
quiero comprarme un carro
color rosa, si es posible
un “almendrón” convertible
va a ser un gran despilfarro


Almendron es el carro americano de los años 40 o 50, en La Habana circulan muchos antiguos convertibles museables, destinados a alquiler para turistas. Pintados ellos en una gama de colores alegres que son inusuales

 

Poco sé del despilfarro
porque mi vida es austera,
y no es porque no lo quiera,
no, pero en este cotarro*
no puede hacerlo cualquiera.

​

Cotarro: Ambiente o situación de confusión o inquietud generalizada.

 

En una tarde cualquiera
(poniente para el olvido),
nada más que por ceguera,
en mi corazón partido
te transformaste en quimera.​

 

Sueños, son estas quimeras
nos arrastran a sus redes,
y escaparte ya no puedes,
pues no respetan fronteras
ni las detienen paredes.

 

Se sube por las paredes
si no aceptan su opinión
que siempre tiene razón
y no ha caído en las redes
de la desinformación.

 

Pura desinformación
me resulta la ensalada
de mentiras sin perdón
de esta indigna diputada.
Es la total abyección.​

 

Ya de por si, abyección
es palabra malsonante
es maldad , es insultante
y casi es una traición
…siempre resulta aberrante

 

¡Y qué decir de aberrante!
Nos recuerda a Cuasiomodo,
a un atropello flagrante,
o a algún cantante beodo
vejando un altoparlante.​

 

Cambien el altoparlante
la música en discoteca
por demasiado vibrante
me produjo una jaqueca
no vendré en lo adelante

 

De ahora en adelante
llevaré este colgante
que me has regalado;
lo tendré en gran cuidado
porque me es importante.​

 

Algo que es muy importante
es el orden de mezclado.
Debe un ácido fumante
lentamente ser volcado
sobre el agua, y use un guante.
​

Use uno solo. Si usa dos, no rima correctamente.