Como Marilyn Monroe, marcas el número equivocado...

Carlos Aristy · 15 de Mayo de 2008

SaraInés;1410713 dijo:

Hermoso poema, qué geniales imágenes nos ofreces Carlos, y a mí que siempre me llevo los poemas a " mi teritorio" éste me lo he llevado a un arroyo donde según la mitología de mi tierra trasgus y xanas juegan y hacen travesuras, disculpame por ello, me ha encantado de principio a fin...

un beso y un placer leerte
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Me alegro sea de tu agrado y te recuerde tu mitologia. Besos.

Carlos Aristy · 16 de Mayo de 2008

AMIGA dijo: ↑

Mira que busco y ando, y no hay forma de encontrar una pluma que se mueva como la tuya, aunque sea parecida pero ....que va chiquillo, aqui me tienes toa derrumba.Bello trabajo el que hace tu pluma, un abrazo
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Muchisimas gracias Amiga, es un verdadero placer tenerte aqui derrumba! Besos.

Felipe Antonio Santorelli · 27 de Mayo de 2008

Carlos Aristy dijo: ↑

Recreada musa en tu cuerpo de mujer.
El solsticio de tu alma transmigra
de corazón en corazón hasta llegar a ti.
Tú sabes amor de antaño que fuiste mía,
en la vereda del camino, a la orilla del río;
en el establo de la estancia, bajo la sombra
arropadora de aquel inmenso árbol, tu fuiste mía.
Y hoy, musa, te renuevas con senos más firmes
como elocuentes poemas para dormir niños,
y hermosos brazos melifluos como un delicado coñac.

¡Bendito sea el que te permite rehacerte cada día!
y nos permite éste amar incesante y eterno.
Que tú puedas volver con el ojo inmenso
de tu ombligo de oliva, con tu piel aceitunada
y la sal, ¡ay la sal!, la pura sal de tu esencia,
la que recuerdo en la punta de la lengua de unicornio
y guardo en mi boca de minero.

Te niegas a reconocerme por temor de sucumbir
a la posesión de tu cuerpo virgen de amor.
El socavado cuerpo para los hombres del alba,
los que amanecen hambrientos por la sal de un cuerpo,
cualquier cuerpo, para arrancarse las entrañas,
el dolor del alma cuajado en sus testículos
y la zozobra acumulada en la oreja del corazón.

Te niegas a entregarte, musa de cuerpo duro,
pero tú sabes que tengo una paciencia legendaria.
Si quieres esperar a que nazca el nuevo río,
a que el ondulado camino sea marcado con los besos
de la jauría matutina despertando de sus borracheras.
Cuando al subir el amoroso sol,
bañado en la sangre de tu virginidad
arrancada en la apaciguada noche de son.

Yo estaré, musa, en el recodo del río,
con mi lengua de minero, esperando
a que baje nuevamente el sol
y me abrace la noche con su estupor de ajonjolí,
para convertirme en uno de esos hombres del alba.

28 de Abril de 2008

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Felicitaciones Carlos, veo que has abordado con éxito los esquemas modernistas, ¿algo de surrealismo tal vez?, no lo sé, mi ignorancia me impide clasificar este poema, pero las clasificaciones son para los críticos y a mí criticar poco me atrae, hermosa pieza llena de nostálgico romanticismo, mis aplausos y estrellas.

Francisco Iván Pazualdo · 27 de Mayo de 2008

Carlos Aristy dijo: ↑

Recreada musa en tu cuerpo de mujer.
El solsticio de tu alma transmigra
de corazón en corazón hasta llegar a ti.
Tú sabes amor de antaño que fuiste mía,
en la vereda del camino, a la orilla del río;
en el establo de la estancia, bajo la sombra
arropadora de aquel inmenso árbol, tu fuiste mía.
Y hoy, musa, te renuevas con senos más firmes
como elocuentes poemas para dormir niños,
y hermosos brazos melifluos como un delicado coñac.

¡Bendito sea el que te permite rehacerte cada día!
y nos permite éste amar incesante y eterno.
Que tú puedas volver con el ojo inmenso
de tu ombligo de oliva, con tu piel aceitunada
y la sal, ¡ay la sal!, la pura sal de tu esencia,
la que recuerdo en la punta de la lengua de unicornio
y guardo en mi boca de minero.

Te niegas a reconocerme por temor de sucumbir
a la posesión de tu cuerpo virgen de amor.
El socavado cuerpo para los hombres del alba,
los que amanecen hambrientos por la sal de un cuerpo,
cualquier cuerpo, para arrancarse las entrañas,
el dolor del alma cuajado en sus testículos
y la zozobra acumulada en la oreja del corazón.

Te niegas a entregarte, musa de cuerpo duro,
pero tú sabes que tengo una paciencia legendaria.
Si quieres esperar a que nazca el nuevo río,
a que el ondulado camino sea marcado con los besos
de la jauría matutina despertando de sus borracheras.
Cuando al subir el amoroso sol,
bañado en la sangre de tu virginidad
arrancada en la apaciguada noche de son.

Yo estaré, musa, en el recodo del río,
con mi lengua de minero, esperando
a que baje nuevamente el sol
y me abrace la noche con su estupor de ajonjolí,
para convertirme en uno de esos hombres del alba.

28 de Abril de 2008

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Te debia este poema poeta que hace tiempo me hiciste la invitacion es hermoso desde la forma desde el titulo que dejas haces tan notable el escrito que renglones tan llenos y repletos me ha encantado leerte saludos poeta.

Carlos Aristy · 30 de Mayo de 2008

Felipe Antonio Santorelli dijo: ↑

Felicitaciones Carlos, veo que has abordado con éxito los esquemas modernistas, ¿algo de surrealismo tal vez?, no lo sé, mi ignorancia me impide clasificar este poema, pero las clasificaciones son para los críticos y a mí criticar poco me atrae, hermosa pieza llena de nostálgico romanticismo, mis aplausos y estrellas.
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Encantado de siempre tenerte por estos lares. Me alegra te guste. Abrazo.

Carlos Aristy · 30 de Mayo de 2008

Francisco Iván Pazualdo;1439994 dijo:

Te debia este poema poeta que hace tiempo me hiciste la invitacion es hermoso desde la forma desde el titulo que dejas haces tan notable el escrito que renglones tan llenos y repletos me ha encantado leerte saludos poeta.
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Siempre es un placer amigo Francisco de que estes por mis letras. Abrazos.

Javi C. · 14 de Julio de 2008

Carlos Aristy dijo: ↑

Recreada musa en tu cuerpo de mujer.
El solsticio de tu alma transmigra
de corazón en corazón hasta llegar a ti.
Tú sabes amor de antaño que fuiste mía,
en la vereda del camino, a la orilla del río;
en el establo de la estancia, bajo la sombra
arropadora de aquel inmenso árbol, tu fuiste mía.
Y hoy, musa, te renuevas con senos más firmes
como elocuentes poemas para dormir niños,
y hermosos brazos melifluos como un delicado coñac.

¡Bendito sea el que te permite rehacerte cada día!
y nos permite éste amar incesante y eterno.
Que tú puedas volver con el ojo inmenso
de tu ombligo de oliva, con tu piel aceitunada
y la sal, ¡ay la sal!, la pura sal de tu esencia,
la que recuerdo en la punta de la lengua de unicornio
y guardo en mi boca de minero.

Te niegas a reconocerme por temor de sucumbir
a la posesión de tu cuerpo virgen de amor.
El socavado cuerpo para los hombres del alba,
los que amanecen hambrientos por la sal de un cuerpo,
cualquier cuerpo, para arrancarse las entrañas,
el dolor del alma cuajado en sus testículos
y la zozobra acumulada en la oreja del corazón.

Te niegas a entregarte, musa de cuerpo duro,
pero tú sabes que tengo una paciencia legendaria.
Si quieres esperar a que nazca el nuevo río,
a que el ondulado camino sea marcado con los besos
de la jauría matutina despertando de sus borracheras.
Cuando al subir el amoroso sol,
bañado en la sangre de tu virginidad
arrancada en la apaciguada noche de son.

Yo estaré, musa, en el recodo del río,
con mi lengua de minero, esperando
a que baje nuevamente el sol
y me abrace la noche con su estupor de ajonjolí,
para convertirme en uno de esos hombres del alba.

28 de Abril de 2008

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Sólo me queda decir aquí: ¡Maravilloso poema Carlos!...por cierto, oh casualidad! antesdeayer vi un reportaje sobre Marilyn...y hoy leo estos versos bajo el título que hace referencia a su nombre....Grato placer asomarme a tus versos y compartir su armoniosa y contundente lectura. Mis 6 estrellas para que brillen sobre estas letras. El cierre, buenisimo.un fuerte abrazo poeta. javi.

Carlos Aristy · 18 de Julio de 2008

yoguijavanasha dijo: ↑

Sólo me queda decir aquí: ¡Maravilloso poema Carlos!...por cierto, oh casualidad! antesdeayer vi un reportaje sobre Marilyn...y hoy leo estos versos bajo el título que hace referencia a su nombre....Grato placer asomarme a tus versos y compartir su armoniosa y contundente lectura. Mis 6 estrellas para que brillen sobre estas letras. El cierre, buenisimo.un fuerte abrazo poeta. javi.
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Gracias por tu comentario. Abrazo.

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