Y el sólido aroma de la encina alienta el floral de mi sangre

Nada temo del viento y su desprecio, nada que amenace
la tierra llana de los sueños.
¿Acaso la noche equivoca el Norte de la vida,
cuando el Sur está tan cerca?.
Y qué esperar cuando el sol se muere lentamente
y la luna encarcela su luz entre los claustros,
cuando a deshoras la escarcha se hace beso
y la soledad pausada llora su zureo de tórtola,
me basta valorar que se adormece el pulso diluido
en la hilera de los sueños de tu boca.
Y sentir descolgarse el río de tus besos
por los brillos finísimos del agua,
sentir que de los pájaros de tus ojos
vuelan los secretos que tienen alma
y el sólido aroma de la encina alienta el floral de mi sangre.
Nada es tarde subir hasta tus labios
y en esa nube de arqueados rayos y plenilunio,
urdo la seducción de tu piel para saciar dos vidas
con la muerte de la muerte.

 

Preciosa obra. Un verdadero placer leerte. Mis estellas y aplausos a tus letras.

 

Me encanta, de principio a fin. Hermoso.
Abrazos,
Silvia

 

Gracias Salvador
Un saludo

 

Rico en imágenes y sentido. Buen poema!

 

Poeta, me siento complacido de conocer su obra.

Luis María Murillo Sarmiento

http://luismmurillo.blogspot.com/ (Página de críticas y comentarios)
http://luismariamurillosarmiento.blogspot.com/ (Página literaria)

 

El talento de tu pluma se hace ver notablemente en este poema, sinceramente me encanto un placer pasar por tus letras un fuerte abrazo

 

Corazón... la exquisitez de tus versos son indiscutibles...

Es tan pasional como pasivo este escrito, que me genero una sensación dual... me gusta cuandoi no es defeinida! (en mí)

Mis mayores y grandotas felicitaciones para vos Faus!!!, realmente EXCELENTE!

besos y cariños enormes!

 

Gracias Silvia
Un saludo

 

Un poema inmerso en sensaciones que se transmiten palmo a palmo.

Tienes el poder de la imagen y logras dimensionarla en tu mirada de poeta que traspasa.

Siempre vuelvo por tus espacios... disfruto leerte.