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Viendo entradas en la categoría: Poemas - Página 5
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Venerable voz
Indómito amor;
venerable voz
atajo del encanto,
arde en oro y rubíes
tu vigorosa llama,
haz germinar tu hueso
en cada médula compasiva,
gesta tu silenciosa ceguera
expandiendo la conciencia
hacia la plenitud amorosa,
que por ley divina es mágico eco
de la armoniosa y bendecida paz.
A malco, Dvaldés, BEN. y 1 persona más les gusta esto. -
Ave de paso
No preciso un juramento para amar,
tampoco la ecología de este cuerpo para palpar,
no quiero ser dueña, ni el habito de su conciencia.
Pretendo ser tormenta que tamiza los silencios,
ser el rayo que parta en dos el tedioso designio,
el arrebato de una lira que mane delicada pasión.
Sobrevolemos nuestros edenes
celebremos las beldades y júbilos de la vida
y luego…
¡Luego!
Dejémonos libres;
no habrá un antes o un después
en el mutuo numen.
Ave de paso:
las alas fueron creadas para volar
y los sueños para soñar.
A malco, Dvaldés, BEN. y 1 persona más les gusta esto. -
Lágrimas confusas
Nadie como tú
entra con ese garbo que crea sonrisas,
ni se despide con esa gracia que deja armonía,
nadie como tú
remueve la amenidad de los escenarios
estampando amor en los nuevos papiros,
nadie como tú
lame tan tierno el lloro verdadero
cuando mana palidez la ausencia,
nadie como tú
pinta de arcoíris los recovecos esenciales
dejando el alma difundida y esplendente,
nadie como tú
aplaude mis lágrimas confusas, recitando;
Con este nuevo florecer llega el nuestro ...
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Místicas mieles
Te contemplé,
abriendo las alas
sorbías los índigos del cielo,
invocando autonomía
acrisolabas murallas,
cegaba la luz que manabas
embebiéndote de místicas mieles,
amamantándote de amor genuino
te contemplé.
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Armoniosa languidez
Si me encontrare en tus ojos,
en la armoniosa languidez de tu mirada;
extendería mi alfombra húmeda y verde
en la vecindad de tus definidos refugios
donde florecen tus pensamientos puros,
los que se guardan con recelo,
ahí fecundaría tus auroras
con ese aroma a mañana nueva
cual amigo adjunto interno;
asistiendo las ineludibles soledades
que fortalecen el aliento,
hallándonos al amparo de nuestras fortalezas,
salvaguardando la integridad de nuestras debilidades
y amándonos,
amándonos,
con ese amor incomprendido por las muchedumbres
siendo uno en el universo,
vertiendo la luz de la confianza
en las aguas de las libertades.
Si me encontrare en tus ojos,
dormitaría oscilante en tus pupilas
auspiciando la concordia que solicitan mis mudas voces
y en la redundancia de un “ambos somos cómplices”
de lo que callamos,
de los adversos con los que día a día lidiamos,
de lo que admiramos y soportamos;
estaríamos allí, con respeto,
sin complejos,
en nuestras burbujas,
desde la bendita oscuridad;
esa que permite extasiarnos en la naciente luz de otros
consintiéndolos, aupando su mensaje
en la venia espiritual que nos otorgan.
Si me encontrare en tus ojos,
cultivaría la gratitud trascendental
ahondando en el afán de seguir descalzando primaveras,
exploraría, sí, exploraría…nuevas formas de coexistir
en la bonanza del amor que se nos muestra.
Y en la armoniosa languidez
de esa mirada cuajada de sensitiva sabiduría;
aunque medio triste, tal vez complacida,
leería en su lienzo el mapa de lo hermoso,
hallaría los silvestres detalles que hacen de la vida
la más rica e inestimable experiencia.
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¡Sí! Azul
Hoy no aludiré tu nombre,
sabes que lo traigo guardado en mis labios
y aunque quisiera, no puedo yo hablar por ti;
entonces ¡Dime!
Si tus albas recogen la calidez de mi punto solar
si en su tibieza se cobija el alud que acaso cele tu alma.
Anda cuéntame ¿Que han visto tus ojos en el claror de su diana?
Quizás las tórtolas han hecho nido en tu ajimez, de ser así,
¡Déjalas!
Déjalas de tu mano abierta comer como en silvestre granero
abre el ventanal y al acogerlas, que se posen en tus mutismos.
Dale el sí a su afable gorjeo,
sea este el carillón que despierte tu espíritu,
ese ánimo que agazapado suspira al resguardo de lo habitual
y dale, dale la oportunidad de viajar hacia la primavera.
¡Ah! y no te lleves el adeudo de hacer nido en lugar lejano.
¡Ni ajeno!
Vuelve etéreo después de cruzar su gracia y
con tus ojitos cerrados, consiente que el céfiro te bañe
que con toditos sus aromados encantos te haga satisfecho soñar.
¡Jú! Y cuando mires hacia el sur horizonte y en su redondez lo veas azul,
¡Sí! Azul como el amor azul, en su esplendidez, viaja,
¡Libremente! Sigue viajando hacia tus amorosas ensoñaciones…
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Celebridad
Te dirá mi serie de sinfonías
cuanto te he amado,
no es preciso, lo sé,
mas no puede mi poemario
dejar solitaria nuestra plaza
sembrada de begonias y geranios
y sin concierto las memorias de sus bancos,
que te cuenten pues mis himnos
también el escudo y sus cuarteles
el esbozo del cuento soñado
fundado en una morada existente,
levantemos banderas amor mío
es turno de jubilosa ceremonia,
nuestras alegorías se han convocado;
ya las copas invertidas de la ermita
tañendo están sus badajazos de vino
y estimulan las calandrias a dibujar
corazones de celebridad en el cielo.
Dilatemos el sitial erigido
con la mirada casada,
escoltando las manos
y esas romanzas bailando.
A bristy le gusta esto. -
Desvelo
En esas presurosas noches,
en esas prematuras mañanas,
en esos preludios de nostalgias
que invaden sin ser invitadas;
te agasajo como ave a los lejos
mientras placido duermes,
escucho tu sereno cantío
en tantas alegrías ofrendadas.
En esas presurosas noches,
en esas prematuras mañanas,
un pentagrama te regala mi aliento
cantando sin azuzar la garganta,
ritmo a ritmo levanto mis alas
meditándote aun ilusionada
me da recelo la desesperanza
si pronta asomara
y ni una cala blanca me dejara.
En esa presurosas noches,
en esas prematuras mañanas
cuando al fin el sueño hondo vence
¡Despierto!
Y en suspiro mi corazón late fuerte
volteo presurosa para hallarte
y ahí estas, cálido, sonriente
con tu mano mimando mi sienes.
Con tus ojos de pan
tengo hambre dices,
entonces…
gotea miel de mi ánimo,
es una gloriosa coda tu despertar
en un poema que no sabe que lo es
a causa del desvelo,
en esas presurosa noches,
en esas prematuras mañanas.
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Cuando soñar sea imperioso
Nómbrame,
hazlo en los cobrizos del atardecer
sorpréndeme en su halo y moldea mi voluntad.
Pronuncia mi nombre madrugador
y sobre mi átomo, acrisolada alzaré
¡Fuera de él!
Invéntame
en el decoro de las auroras
y en esencia irradiaré mi florecer.
Fluye de azules tus notas,
ponme de cornalina las ganas;
las de mis primaverales antojos…
Es que ¡Sabes!
Necesito aprender a soñar
para cuando soñar sea imperioso
¡Y necesario!
Solo eso.
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¡Como si fuera primavera!
Qué lindo estuvo el día;
basto el glitter de un hola tuyo
y mis ojitos brillaron,
basto de tu sonrisa el clavel
y mis labios se pintaron con él.
Los alhelíes de mi pañuelo
aromaron al verte aparecer,
las aves del campo
me brindaron
sus matices;
¡Y sus cantos!
¡Así es!
Trínales, pio píos y gorjeos
mis oídos sintonizaron.
¡Como si fuera primavera!
Mariposas, abejas, conejos,
flores todas y frutas olorosas
de la mano conjugaron,
y las aguas deshelaron
y los ríos de júbilo carcajearon
desembocado en el tilín de tu voz
fuente cálida que motivando inspira
y hasta a un beso …
¡A un beso!
¡Alma a alma! Invita
¡Hola!
A nomar, bristy y MARISOL PÉREZ les gusta esto. -
Puérpera crepuscular
Mientras la luz del sol adormece su alfombra
busco tu verso en la túnica de la luna naciente,
entre tanto ella se hermosea de luceros
y en su borde taciturno y espejado
tú me encuentras,
confluyendo entre destellos hilados
hay música de neones
roce instantáneo para dos notas;
tu, yo
en misma melodía, genuino rumor gemelo
paseándose rondas habituales
de amor y poesía.
Nadie como tu predica mi halo,
nadie como tu marca el bosquejo de mi alado paso.
Será tal vez que no soy esa primavera
¡Pasajera!
tampoco la que espera,
ni la que subyugante te desconcentra;
soy la que te contempla
¡nos contemplamos! Y al incorporarnos germinamos;
en la puérpera crepuscular
de un ocaso …de una alborada.
Te contemplo, sí,
en el romancero de una glorieta florida ¡aromada!
desde ese rincón sublimado de dorado,
o desde la noche azul,
donde también pervive la primavera.
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Helechos
Repujan los helechos en las páginas en blanco
saltando los grillos de la madrugada,
y me nombras con una rosa en tus labios
como agasajo en la alborada,
huele el champan de la tierra
al esparcirse los rocíos sobre el verdor,
tu estas ahí, en medio de mi jardín
donde nacen versos estirados
meciendo la sumisa brisa con tu piel,
impregnando de dulces aromas mis campos.
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Encapsulados al azar
Y no me has notado,si lo hicieses,
acertarías, sí,
en que la poesía es un hilo de esencia ¡Delicada!
pasajera,
o perenne,
siempre bendita,
que no es la cutícula quien tiene el dominio
absolutista del estímulo en la alteza de la musa,
que ella es espuma que se crece y esparce
en los fascinadores de nuestros escudos.
Y no te he contemplado
si lo hiciese
refrendaría, sí,
que somos versos encapsulados al azar
imitando mariposas
que intuitivas siguen el polen que espera,
y en sus espirales de melaza nacarada
surcan índigos horizontes y vencen contra vientos
entre las mamas del relieve.
Si nos advirtiéramos,
paralizados como santos quedaríamos,
y a solas;
faz a faz
tus perlas azul bahía ¡Imagino!
mis ébanos redondeles
ignorarían que son piezas del físico reino
y a una misma e inexistente ermita se fuesen contrayendo,
y desde ese pabellón; al amor, a las ilusiones y entusiasmos
le serviríamos sustancia épica.
Si nos topáramos en medio de la paleta;
a la equidad,
concordia
y fraternidad
le restituiríamos sus originarios matices,
la voz justicia oscilaría en medio de la plaza
donde con observancia la comprendiéramos
y todos la celáramos de forajidos malhechores.
Encapsulados al azar, dije,
citados y estrechados
por una misma causa heroica: el AMOR por el prójimo;
alejados de los cueros y sus tonos, de las fortunas, donde prevalezca el ideal del bien indivisible.
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Ellas lo saben, lo dice el Andarin
En el cesto arrojadas
dejo páginas contraídas
de poesía a medio andar,
desde ellas empuñadas se inaugura
el festival de aves, abejas y mariposas
que del papel se han echado a volar
al silvestre semillero sureño,
escudriñan el verde llanto
de la palmada inaugural,
me lo cuenta el Andarín;
que ha llegado oficial la primavera,
y que "Ellas lo saben" - las flores y su
pintora almáciga a punto de florecer,
anuncia que hay nidos concebidos,
ferias nupciales y
lozanía en el follaje
innovando galas al amor,
y yo con dilección florecida
acaricio sus brotes fervientes
en singular emotividad…
y les contemplo acullá
¡Al Andarín!
¡Al renacer florecido!
Vibrando con su naturaleza primaveral.
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Distintos atardeceres
Que no se queden dóciles mis labios,
que no se queden esperando los tuyos,
aun es temprano para que llegues
no obstante, ya te espero,
y aunque no aparezcas
me iré suspirando por la sombra
donde dejaste tus huellas aquellas tardes,
sé que vendrás, si, vendrás
a refugiarte en la poesía que de mi florece,
llegarás a cernir tu entrañable rocío
en los pétalos de mi alma,
y el éter enamorado
lloviznará esencias de flores…
flores de jazmines y naranjos
sobre los cuadernillos de versos conjugados
los de tus inquietas mariposas y las mías
diseñando distintos atardeceres.
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