El blog de Alberto Alcoventosa

TU CUERPO

Cómo puedo expresarte
lo que yo siento
mientras que al desnudarte
yo te contemplo.
Quién iba a imaginarse
tu lindo cuerpo
desnudo de ropajes
y expuesto al viento.
Esos senos erguidos
como volcanes
me provocan latidos
incontrolables.
Esas caderas firmes
de porcelana
me sugieren matices
de aurora clara
Esas nalgas turgentes
de hembra lozana
encienden en mi mente
candentes llamas.
Esos muslos esbeltos,
bien torneados,
despiertan mis deseos
de acariciarlos.
Y ese templo vedado
donde se juntan
es el final ansiado
de mi aventura.
​

LISTA DE ESPERA

En noche de mis espantos,
a la inicua dama negra
pido que no se detenga
y vuelva a pasar de largo.

No me resigno al momento
del viaje definitivo,
tan odiado y tan temido,
adonde cesan los tiempos.

No quiero, frente al espejo,
contemplar ojos sin vida
como dos cuencas vacías
respondiendo a mi reflejo.

Déjame en lista de espera
hasta que esté preparado,
hasta sentirme abrumado
por el dolor y la pena.
​

LA SANTA COMPAÑA

En noches oscuras, en la España eterna,
donde las leyendas campan a sus anchas,
al margen de truenos o de luna llena,
acecha a las gentes la Santa Compaña.

No hay nadie que entienda por qué lo de santa
y que al mencionarla no tiemble de miedo,
pues si, por desgracia, visita tu casa,
tú serás el próximo que encabece el duelo.

Hay muchos que dicen, curados de espantos,
que son fantasías, consejas de viejas,
y aunque algunos digan que no es para tanto,
las meigas no existen, pero haberlas, haylas.
​

IMPLICACIÓN

No quisiera ser santo, ni tampoco demonio,
ni un héroe admirado, ni egregio mariscal,
tan solo ser el hombre que esgrime como propios
los sólidos valores de honor y dignidad.

Quisiera ser la mano que siembra la semilla
para alejar el odio, el vicio y la maldad,
quisiera ser la hoz que siega la injusticia,
impulsando nociones de amor y libertad.

Quisiera ser torrente que arrastra la miseria,
inexpugnable torre para la enfermedad,
adalid que promueve ambiciones sinceras
de derechos humanos, de paz y de igualdad.

No quisiera ser simple testigo en la batalla,
que asiste al espectáculo en regio pedestal,
quisiera ser soldado que, blandiendo la espada,
conduce a la victoria como único final.
​

UN VERSO EN TU VIDA
(Soneto inglés)

Pon un verso en tu vida cada día
que te abra y reconforte el corazón,
que te mantenga viva la ilusión
y destierre la cruel melancolía.

Si el insomnio amenaza tu salud,
haz de la oscuridad tu compañera,
del desvelo nocturno, tu trinchera
y de la fortaleza, tu virtud.

Que no se venga abajo tu entereza
en tiempos de mayor dificultad,
si es necesario olvida la verdad
para que no te embargue la tristeza.

La existencia no es más que fantasía
en forma de dolor o de alegría.
​

AMOR SECRETO

Desde el día que te fuiste
sin tan siquiera un adiós,
tiene los ojos muy tristes,
como un acorde menor.

Su cariño fue un secreto
oculto en su corazón
y ese amor fue tan discreto
que nunca nadie advirtió.

Hoy sus lágrimas afloran
húmedas de desazón
y, así, se pasa las horas,
postrada en su habitación.

No encuentra alivio a su pena
ni remedio a su dolor
y, en su interior, solo espera
el regreso de su amor.
​

ÚLTIMA CARTA

Si ves que un día faltase
no me busques por la vida,
búscame por los altares
donde ofician los suicidas
cuyo único equipaje
son esperanzas perdidas.

En los sombríos lugares,
donde el sol no se prodiga,
es posible que me halles
en una timba maldita,
lanzando un órdago a Hades
con unas cartas exiguas.​

TRIANA

Tenía el color del sur
enraizado en su piel
y ese gracejo andaluz
que allí adorna a la mujer.

Era menuda y coqueta,
fresca como la mañana,
tan alegre y pizpireta
como ardilla desmandada.

Sus labios de intenso grana
dibujaban su sonrisa,
prometedora y cercana,
dulce como una caricia.

Tenía expresión radiante
como flor de primavera
y caderas cimbreantes
como juncos de ribera.

Nunca supe con certeza
qué le hacía diferente:
si su singular belleza
o su cuerpo adolescente.

Llevaba la luz del sol
atrapada en la mirada,
jamás supo del amor
y su nombre era Triana.
​

SON TUS OJOS

Son tus ojos del color
del que el sol pinta la grama
y muestran el esplendor
de la flor en la retama.

Ligeramente rasgados
cuando escondes la mirada
y dulces y delicados
cuando revelan tu alma.

Bajo el matiz tornasol
de la luz de la mañana
suelen tomar el color
de la canela en la rama.

Y transmiten el amor
de ese corazón que ama,
con un brillo de ilusión
y un mensaje de esperanza.
​

PESIMISMO

Hay días que el pesimismo
usurpa tu identidad
y se antoja un espejismo
lograr la felicidad.

En esos malos momentos,
a veces, puedes pensar
que lo peor de tu tiempo
está siempre por llegar.

Por suerte, ese pensamiento,
tarde o temprano, se va,
y te queda un mal recuerdo
que acabas por olvidar.
​

DORMIDA

Cuando te encuentro dormida,
soñando placidamente,
mi mirada te acaricia
para que no te despiertes.

Y así me paso las horas
contemplando tu descanso
en tálamo de caoba
bajo un baldaquino blanco.

Porque velando tu sueño,
cautivado por tu encanto,
comprendo por qué te quiero
y te necesito tanto.
​

SIN ESPERANZA

A qué puedes aferrarte
cuando pierdes la esperanza,
si tu más firme baluarte
es fuente que ya no mana.

Si ya no tienes los ases
que escondías en la manga
y se derrumban tus naipes
arrastrando a la baraja.

Si el níspero que florece
debajo de tu ventana
tu atención ya no merece
porque no te dice nada.

Si tu vida vas dejando
en cada día que pasa
y el tiempo no es tu aliado
sino el verdugo que calla.
​

EL INFLUJO DE LA NOCHE
​

"Qué tendrá la noche oscura
que nos envuelve en tinieblas
y nuestro dolor no cura
sino más bien lo acrecienta" ​

Ni un sencillo zureo de paloma
se oía aquella noche recurrente,
el temor se adueñaba de su alcoba
rondando los demonios por su mente.

Dominado en el lecho por la angustia,
en la más absoluta oscuridad,
solo el ritmo constante de la lluvia
lo acercaba a la cruda realidad.

Las horas transcurrían tan despacio
como el tiempo en perenne eternidad,
sus fantasmas mostrándose reacios
hasta el alba a sus furias aplacar​

Por fin llegó la luz tan esperada
para poder sus miedos aliviar,
pero cuando el crepúsculo asomara
la historia volvería a comenzar.​

LA MUERTE DE UN POETA

No hubo juicio ni prueba inculpatoria
que impulsaran la mano del verdugo,
solo la sinrazón difamatoria
de los que en su bandera usan un yugo.

Una noche cualquiera de verano,
entre tierras de Víznar y Alfacar,
quizá por su ideal republicano
su vida decidieron terminar.

Por un bosque de olivos encubiertos,
armados de fusil y de navaja,
le mandaron al mundo de los muertos
con el odio ejerciendo de mortaja.

Fue víctima de muerte tan horrenda
que hicieron del poeta una leyenda.
​

EL CAMBIO


¿Habré tanto cambiado
que no parezco el mismo
o es que el tiempo pasado
fue solo un espejismo?

¿Me ves tan diferente
que no me reconoces,
que te muestras renuente
a mis mimos y roces?

Observo cada día
mayor distanciamiento
y esa actitud, tan fría,
induce al desaliento.

Quizá el aburrimiento
mató la relación
y hoy nuestro sentimiento
carece de pasión.
​