El blog de Alberto Alcoventosa

ADIÓS, MELANCOLÍA

Hoy he visto la luz que apaga el túnel
y se erige en razón de mi existencia,
al hallar en tus ojos certidumbre
de que tiene mi amor correspondencia.

Hoy te miro y no apartas la mirada,
hoy te hablo del futuro y me contestas;
con un beso pregunto si me amas
y en tu abrazo percibo la respuesta.

Hoy comparto contigo un sentimiento
que da paso en mi vida a un nuevo día,
hoy he visto la luz... ¡estoy contento!
de, al fin, decir: ¡adiós, melancolía!
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LOS SENTIMIENTOS

La vida es una suma de momentos
cuya esencia guardamos en el alma,
con el tiempo se tornan en recuerdos
que tanto te enamoran como matan.

¿De qué materia son los sentimientos
que pueden transmitirse sin palabras
por medio de los más sencillos gestos:
un roce, una sonrisa, una mirada?

A veces nos penetran tan adentro
que brotan en el día de mañana
como una fresca brisa de consuelo.

Otras muchas, se enquistan y se encallan
aportando dolor y sufrimiento
y ni en sueños consigues que se vayan.
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SIN RENCOR

No te aferres al odio
en busca de venganza;
las cosas sucedidas,
por mucho que lo quieras
y aunque a gritos lo pidas,
ya no puedes cambiar.
¿Por qué obstinarse entonces
en siempre recordar?
No te hundas en un pozo
profundo y sin salida
tratando de nadar,
pues de ese negro abismo,
una vez que has caído,
no puedes escapar.
En cuestión de rencores
es mejor perdonar:
La rabia contenida,
que es fuente de dolores,
te puede aniquilar.
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PASAJE AL OLVIDO

Cerré las blancas páginas del libro
que había sido parte de mi vida,
confieso que lo hice arrepentido
al no poder hallar mejor salida.

No fue un romance clásico a la usanza
de las viejas costumbres que corrían,
y el velo de la antigua lontananza
lo puso más difícil todavía.

Quizá jamás supimos enfocarlo
y tal vez nos pedimos lo imposible,
pero el amor, que tanto cuesta darlo,
se convirtió en un muro irreductible.

Hoy tan solo es un hito en el recuerdo,
una mancha borrosa en la memoria,
un suceso enquistado en el enredo
que forman los pasajes de mi historia.
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CUANDO SUENA UNA GUITARRA

Cuando una guitarra llora,
sus lágrimas entregando,
con su son nos enamora
y nos conmueve su llanto.

Cuando una guitarra muestra
los latidos de su vientre,
con su sonido embelesa
y fascina con su duende.

Entonces despliega el arte
repleto de fantasía
que surge de cada parte
del alma de Andalucía:

En Córdoba, soleares,
en Málaga, malagueñas,
en Sevilla, los cantares
y allá en la sierra, rondeñas.

¡Guitarra, guitarra mía!,
aun sin romper a sonar,
yo ya siento, de alegría,
mi corazón palpitar.
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CAMPOS YERMOS

Sobre los campos yermos
solo un paisaje árido,
desolador y muerto,
como boca sin labios.

Un espacio vacío,
un mal sueño despierto,
un solitario exilio
en medio del desierto.

Un islote perdido
en mar que se desangra,
un paraje maldito
cual rezo sin palabras.

Un erial delirante
al secarral sujeto,
mil soles lacerantes
que acechan impertérritos
​

RETRATO

Se mira en el espejo
sin ver más que una cara
cansada y desgastada
por el reloj del tiempo.

Un gesto de tristeza
se adivina en su ceño
y un aire de nobleza,
en su perfil derecho.

Sus ojos ya no expresan
la lucidez de antaño
y el pelo, que escasea,
se viste ya de cano.

Sus pómulos hundidos,
testigos de su edad,
denotan un sufrido
y largo caminar...

Su bigote caduco
cabalga en finos labios,
cual perfecto atributo
de viejo dinosaurio.

Revela su barbilla
un carácter austero,
en dos trozos partida
por un ligero hoyuelo.

Sus noches se hacen largas,
lastradas por sus duelos,
y en su alma, sellada,
ya no caben los sueños.
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SEXO SIN AMOR

Quise saber de ti sin preguntarte,
sin dibujar en sueños tu figura,
buscando en tu coraza la fisura
que me diera tu cuerpo sin amarte,

Tan solo pretendía ilusionarte,
apresar en mis labios tu dulzura,
beber de tu sonrisa la blancura
y tu aliento de rosa arrebatarte.

Fueron noches de fuego consentido,
de a poco convirtiéndose en tediosas,
al faltar el cariño compartido.

Y pesaron los meses como losas,
hastiado tras haberte conseguido,
porque nunca sentimos mariposas.

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LA SORIA DE MACHADO

Regada por austero y legendario río,
donde en bello meandro dibuja una ballesta
entre vetustos pinos y alfombras de floresta.
La capital soriana, la del invierno frío,

de gélidas mañanas y amanecer tardío,
conserva en sus callejas la huella manifiesta
del célebre poeta, que aquí encontró respuesta
al deseo de amar de un corazón sombrío.

Dio en Soria con sus huesos antes de ir a Baeza,
buscando el soplo cálido del alma provinciana
y aquí encontró el amor, el duelo y la tristeza.

Aquí ensalzó en sus rimas la tierra castellana
del Duero hasta la Sierra, paisajes de belleza
que inspiraron temprano su lira soberana.

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UN IMPOSIBLE

Te dije que no es posible
unificar nuestras vidas:
son sendas incompatibles
sin cruces y sin salidas.

Tú eres mariposa libre
que del néctar necesita
de la flor para que libes
esa inquietud infinita.

Yo soy del río el remanso
donde, tras flüir bravío,
encuentra por fin descanso
al final del recorrido.

Y la llama que me ofreces
es mejor que nunca prenda,
porque el amor siempre duele
si no permites que muera.

No insistas en tu ilusión
sin sentido ni salida,
prefiero morir de amor
a que me quites la vida.
​

ELLA

No sería capaz de describir
la cálida expresión de su mirada,
pero entre mil podría distinguir
esa voz que acaricia las palabras.

No imagino una vida sin besar
cada día sus labios sugerentes,
ni pasar una noche sin gozar
con ella de experiencias diferentes.

Sin ella no concibo el paraíso
ni siquiera imagino mi existencia:
sería cual ingrávido navío
varado en la zozobra de su ausencia.
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SUEÑOS TRUNCADOS

Cómo decir que te quiero,
cuando siento que ya es tarde,
cuando se fueron los sueños
sin hacerse realidades.

Sueños que ambos compartimos
en noches de luna clara
y que al mirar transmitimos
sin una sola palabra.

Sueños, despiertos trenzados,
por el amor inducidos:
ilusión de enamorados
sin lógica concebidos.

Sueños que al pasar los años
se fueron desvaneciendo
y en desamor se tornaron
como único sentimiento.

Sueños que no se cumplieron,
como no se cumplen tantos,
y dejaron sufrimiento
y un poso de desencanto.
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DUERMES

Ya duermes,
descansas a mi lado,
te palpo
tu vientre relajado.
Te mueves
sintiendo mi contacto.
Te beso
los párpados cerrados.
Te abarco
los senos con mis manos.
Te muerdo
los dos oteros tiernos
que beso
y en mis labios apreso.
Te abrazo
y al tiempo me estremezco,
mis labios
pasean por tu cuerpo.
Me adentro
en tu rincón secreto.
Volamos
en éxtasis eterno.
​

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HOY
​

En día tan señalado,
hoy, catorce de febrero,
lleno de ansiedad espero
que regreses a mi lado.​

Hoy volví a recordar, cansado y triste,
al ave que venía de mañana
a cantar cada día a mi ventana
y no volvió... ¿amor, por qué te fuiste?

Quizá pronto decidas retornar
y con tu voz sureña y seductora
acariciar mi oído, ése que ahora
con evocarte se ha de conformar.

Y entonces las desnudas sensaciones
vestir con la pasión desaforada
de las más encendidas emociones.

Para verte otra vez enamorada
y alimentando nuevas ilusiones
tenerte entre mis brazos entregada.
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BESOS PERDIDOS

¿Adónde van los besos que no damos
y prendidos se quedan en el pecho,
en prueba de cariño insatisfecho
cual suspiro de amor que no exhalamos?

¿Cuesta tanto decir que nos amamos?

Los besos en el alma se atesoran
y al llegar a los labios se evaporan
si evitamos cruzarnos las miradas
manteniendo actitudes distanciadas.

Y los besos perdidos nunca afloran...

Besos que nuestras bocas no humedecen
en el alma marchitan y perecen.
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