1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación
Color
Color de fondo
Imagen de fondo
Color del borde
Fuente
Tamaño
  1. CONTIGO

    Adoro ese misterio de tus ojos
    y esa profundidad en tu mirada
    que atraviesa mi pecho como daga
    y sangrante me arroja a ti de hinojos.

    Me embruja ese dibujo de tu boca
    y ese suave contacto de tu pelo,
    y el modo en que devuelves mi mirada
    cuando te miro ardiente de deseo.

    Suspiro por tus piernas torneadas
    que me llevan al resto de tu cuerpo,
    y aspiro el dulce néctar de tu aliento
    como la abeja liba el de la dalia.

    El fino terciopelo de tu vello,
    custodio de tus íntimas delicias,
    reclama recurrente mis anhelos
    de ofrecerte mis cálidas caricias.

    Tus senos, tan turgentes y pequeños,
    gustosos se refugian en mis manos,
    y en tu dulce regazo yo me duermo
    y dormido, despierto delirando.

    Los minutos contigo se me escapan,
    como peces resbalan en el agua,
    y si faltas, tu ausencia tal me atrapa,
    que al faltarme mi tiempo se me acaba.



  2. bailarina.jpg


    IMAGEN DE LA RED


    LA BAILARINA


    Bella bailarina que giras sin pausa
    encima del blanco pedestal de mármol,
    de mis dulces sueños eres tema y causa,
    siempre unido a ti, raíz de tu árbol.


    Linda muñequita, figura de nácar,
    que bailas y bailas y nunca te cansas,
    al ritmo que marca la musical caja,
    hasta que tu cuerda se agota y te paras.


    Si en una mujer pudieras tornarte,
    y una vida entera pasar a mi lado,
    juro que, jamás, dejaría de amarte.


    Sería tu amante, fiel y enamorado,
    feliz de tenerte y poder abrazarte,
    así eternamente, de amor entregado.


    A esthergranados le gusta esto.
  3. TORMENTAS


    Lo mejor de las tormentas
    es que sean pasajeras,
    pero si caen muchas gotas
    dejan profundas secuelas
    que a la larga, siempre notas.

    No te embarques en quimeras
    pensando que un sofocón
    se va tal y como llega,
    pues, aunque no te lo creas,
    te queda la desazón.

    Es preferible evitarlas
    con cuidado y precaución
    pues se enquistan en el alma
    y luego para sacarlas
    nunca encuentras solución.

    A Luis Adolfo, esthergranados y Rossmical les gusta esto.