El blog de Alde

Hoy me siento y no me salen,
las palabras del corazón,
voy perdiendo a cada momento,
el amor por la pasión.

Que triste estoy, hoy estoy lejos,
tú estás más lejos vida mía,
hoy busco entre los libros viejos,
algunas líneas para regalarte una poesía.

Encontré los de Becquer, de Alexéievich narrativa,
encontré los de Buesa, los de Vallejo me inspiran,
encontré una carta que triste te mira,
encontré unas líneas que recordando te cuidan.

Encontré entre polvos y tanto trasiego,
varias estrofas bellas que te pudiera dedicar,
pero a decir verdad, mejor con estas me quedo,
que son las únicas que me hacen por ti meditar.

Y no es que no me inspiren los grandes poetas,
ellos son nuestro motor, nuestra ilusión de amar,
pero es que quise escribirle letras, que no fueran tan perfectas,
para que un día si las lee, ella me vuelva a perdonar.​

El tiempo pasará corriendo,
tú allá lejos, yo te espero,
el dolor me está consumiendo,
tú no sabes cuanto te quiero.

Yo aquí esperando siento,
que mi alma se desmorona,
a veces escribiendo pienso,
que será de mi, si me abandonas.

No te preocupes aquí estaré,
tengo un rinconcito guardado para ti,
el dolor de la espera beberé,
en que persona me convertí.

Aquí está la camita que tanto te gusta,
está el sinllocito y tú tacita de té,
aquí queda un hombre que llorando te busca,
que no a vuelto a ser hombre, desde que ella se fue.​

Tú me pides que te escriba,
y que también te venere,
que te ame con la vida,
y que te considere.

También quieres que describa,
como son las mujeres,
también me pides que conciba,
como yo te recupere.

Mira que eres atrevida,
trata de que no me entere,
que la pasión está perdida,
y de tú amor no me exageres.

Sé que estás arrepentida,
sé también que tú me quieres,
mis palabras merecidas,
son para ti, que linda eres.​

Yo creo en las palabras sinceras,
no en las palabras que matan,
no se puede andar a la ligera,
jugando a ser ingrata.

Se ama para que la pasión no muera,
no para cometer erratas,
no se puede pasar la vida entera,
perturbando a quien maltratas.

De mi podrás decir lo que quieras,
¡hasta que metí la pata!,
no seré yo quien te hiera,
tú furia, el dolor desata.

¿Que harías si te dijera,
que eres bella, dulce y grata?,
me matarías si pudieras,
ya tú no eres tan sensata.​

Es verdad que si te digo
que te amo, ¿te vas conmigo?,
no hay otra cosa que halla podido,
sentir mi corazón desde que soy tú amigo.

Me llenaste toda el alma
de un sentimiento desbordante,
tú belleza, tú elegancia,
tus palabras impresionantes.

No he podido pensar en otra cosa,
desde el día en que conocí,
aquella flor tan hermosa,
que por primera vez, vi.

Otra cosa no puedo sentir,
amor de jóvenes enamorados,
para que otra cosa voy a decir,
si ya mi corazón está sentenciado.

Te quiero con tanto amor,
amor de niño, amor de hombre,
amor que tiene más valor,
desde que grabé tú nombre.

Y si realmente te vas conmigo,
te voy a prometer que será constante,
más hoy te digo: que del amor seré tú amigo;
y de tú corazón, seré tú amante.​

Es tierno saber que me quieres,
que tú me amas y yo te quiero,
es alegre saber que puedes,
darme amor con tanto anhelo.

Que bueno saber que amamos,
con el corazón en la mano,
es bueno saber que damos,
un sentimiento tan humano.

Sólo quería esta vez,
decirte lo mucho que te quiero,
mereces que sepas: que sé,
que tú amor también es bueno.

Por eso te escribo hoy,
tú mis letras merecías,
por eso es que contigo voy,
a donde vaya mi poesía.​

Me invitas que vaya a tú fiesta,
allí donde roban las ilusiones,
donde tú no estás dispuesta,
a que yo te decepcione.

Me invitas y quedas expuesta,
son así tus ambiciones,
así nadie te contesta,
nadie acepta condiciones.

De que te vale ser apuesta,
si es que las desiluciones
que tú brindas son funestas,
y ya no tienen soluciones.

¿Que de tú amor me compadezca?
¡Eso ni me lo menciones!
De dónde sacas tantas fuerzas,
para herir tantos corazones.​

Todos quieren brindar amor,
de él yo sé la pasión que emana,
es auténtico mi clamor,
a mi querida cubana.

Sabes bien que soy mejor,
hablando dulce en las mañanas,
y de tus labios el sabor,
de esa dulzura cotidiana.

Nadie sabe que ser una flor,
no te hace libre, ni soberana,
realmente no sé lo que es peor,
si mis sentimientos se profanan.

Pero la vida me ha enseñado a tener valor,
a verla de otra perspectiva desde mi ventana,
a que no todo es del mismo color,
si no hay amor, pasión y ganas.​

Para ti son estos versos,
versos que llevo conmigo,
versos guardianes, dispersos,
los que nacieron contigo.

Letras que van a dormir,
letras que acuden cuando me levanto,
letras que me hacen sentir,
más importante cuando te estoy pensando.

Estrofas que suelen decir,
por qué recubren mis palabras, sentimientos;
estrofas que no van a morir,
por todo el amor que llevo adentro.

Que sería de mi sin ti,
que sería de mi, si el recuerdo,
tan transparente que tengo de tí,
se me borra de un momento.

Para que pensar así,
pensaré mejor en lo que siente
mi corazón, cuando te vi;
no he tenido más nada en mi mente.​

Escribo por ti. ¿Por quién más escribiría?
tú eres el motivo de mi inspiración,
eres tú la que haces, que mi poesía;
tenga para mi otra sensación.

Gracias por darme tanto amor que existe,
en letras que hoy nunca se acaban,
me enseñaste: que ser eminente en profesión humilde,
es ser algo en lo poco, es ser algo en la nada.

Te quiero, y es mucho lo que te quiero,
que mis manos estan mal acostumbradas,
a decirte lo que pienso primero;
a despojar el amor, de un alma enamorada.

Gracias por tenerte, ese es mi gran consuelo,
apenas siento tu amor de emboscada,
de amor y lágrimas, se llena mi pañuelo,
de saber que eres mi pasión descontrolada.​

Todas las tardes cuando pienso,
que si al acostarme te recuerdo,
no sé que va a ser del silencio,
cuando alivie mi pecho muerto.

Las noches no suelen ser,
aquellas que siempre soñé,
tú perfume no puedo oler,
ya el de tú almohada se me fué.

No consigo recostar,
la cabeza en nuetra cama,
no tengo ánimos para hablar,
no tengo deseos de hacer nada.

Y si te pudiera recuperar,
sabría entonces donde estaban,
todas las ansias que pudimos soñar,
aquella piel, cuando al despertar tocaba.​

Para que tanto pedir perdón,
si el amor que nos traiciona,
no se esconde en el corazón,
el valor nos decepciona.

Para que ocultar la actitud
que tomamos cuando lo hacemos,
muchos se escudan en la juventud,
otros mueren con su veneno.

La traición en el amor es mala,
es palabra inquebrantable,
es undirse en llagas claras,
de un dolor inexplicable.

En el amor nadie vence,
con él no se debería jugar,
los sentimientos nunca estan ausentes,
la razón no los puede perdonar.

Quien quiera que juegue terminará muerto,
lo enterrará el rencor que no da perdón,
pasará a la historia como un triste recuerdo,
tristemente remplazado, por otro corazón.​

Prometistes volver, hoy te espero,
aquí me encuentro todavía,
quiero que sepas que aún te quiero,
por si acaso tú, no lo sabías.

Han pasado tantos años
desde que te fuiste, yo no creía,
que tú partida me haría tanto daño,
ni lo mucho que te quería.

Pero si he esperado todo este tiempo,
entre tristezas y agonías,
quiero que hoy sepas, que siento más amor por dentro,
perdona amor, por no decirtelo aquel día.​

Quisiera regalarte este día,
el mejor de mis regalos,
un papel, una poesía,
una canción, un acabado.

Quizás retrasadas van estas letras,
no van puntuales, pero aún sirven,
lleva la pasión que aprieta,
de un corazón que no finge.

Cuantas cosas te tengo que decir,
así que prepara tus ojos que leen,
esta forma de expresar mi sentir,
esta forma que mis manos prefieren.

Que más te digo, si cada vez,
que pongo mis manos sobre esta hoja,
tiende a escribir más, porque es fiel;
es simplemente así, porque se me antoja.

Tú mi rosa, tú mi alma,
tú mi espada, tú mi escudo,
a la que siempre con toda calma,
a contar mis problemas acudo.

No doblego mi mano al decir,
que por ti siento amor y anhelo,
dejaría de ser hombre, no voy a mentir;
mentir no es amor, y yo a tí te quiero.

Mis letras que van al universo,
y que con tanto amor de allá te miran,
se despiden con un beso,
a mi angel que ilumina.

Vive feliz que la vida
sólo puede darte placeres,
vive feliz, convencida;
que este osado es quien más te quiere.​

Es de crédulos pensar que existe,
un amor como el tuyo y el mío,
es impresionante saber que fuiste,
el mayor pecado mío.

Junto los dos, nos hicimos daño,
pensamos cosas a la ligera,
fuimos dejando que pasaran los años,
he aquí ahora el dolor que nos desespera.

Cuan dura fue tú fuerza y la mía,
cual desgracia fue la que nos hicimos,
cuantas espinas clavadas tengo todavía,
a cuantos corazones, sin querer herimos.

La desgracia no es motivo de alegría,
y si te escribo fue por algo que tuvimos
que remediar en aquellos tristes días,
la verdad nos ha demostrado, que perdimos.

Hoy regreso y aunque sepa que estoy preso,
de mi pecho no ha salido la agonía,
tristemente es por eso que confieso,
que jamas pensé que tu amor yo perdería.

Y la vida me ha demostrado más que eso,
que soy pobre, inefable y que daría,
todo por volver a ser confeso,
por volver a ser el que me pedías.

He jugado con mi mente a los tropiezos,
creyendo que después me perdonarías,
ya de nada vale tanto esfuerzo,
si ya no tengo corazón, ni poesía.​