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  1. Ayer mientras conversábamos
    entre tantas cosas me dijiste,
    que todo no éra cuanto más amábamos
    puesto que el amor no existe.


    Que pobre corazón desconsolado
    que pobre explicación la que me distes
    que triste tú dolor desenfadado
    que triste la verdad que tú omitistes.


    Que pena tus sentimientos desvanecidos
    que pena a ese miedo que jamás vencistes,
    que consuelo el tuyo, el de amor arrepentido;
    que locura perder el tiempo que tú perdistes.


    Que dolor tú alma que sigue destrozada
    que felicidad tan grande la que no tuvistes,
    que pena que jamás, te hayas sentido enamorada,
    que pena que quizás amor, tú tampoco recibistes.


    Quizás el pasado te dé la razón,
    el presente y futuro sabrá que mentistes;
    quizás dure poco tú falsa ilusión

    o quizás falte algo que no me dijistes.
    A Maramin, Javier Alánzuri, bristy y 4 otros les gusta esto.
  2. ..Versos que le escribiera a un amigo, al hombre más noble del mundo;
    con los cuales concluiría mi Carta Rimada de Diez mil versos.
    Sepa usted mi fiel Amigo,
    que lo que hoy hago, jamás lo he hecho,
    pero me he tomado el derecho,
    siento que con usted estoy comprometido.

    Recuerde que nunca olvido
    lo que en mi corazón aqueja,
    ver en la balanza dispareja
    a una parte del mundo corrompido.

    Pero creo que como usted
    tanto tiempo que le dedica,
    mi pluma a la hoja salpica
    una gótica de Fe.

    A veces cuando escribo
    siento que estoy más despojado,
    siento a veces los latidos
    de un corazón que ha sanado.

    No conozco de la rima,
    de la Oda, ni de los versos,
    pero a veces el esfuerzo
    es quien más me anima.

    Amigo pronto iré
    recobrando más fuerzas,
    la verdad es que el interés
    no es aliada a la torpeza.

    Tenemos defectos propios,
    a nada de ello estoy ajeno,
    poseer el alto valor supremo
    de ser honesto, es un elogio.

    Pero me cabe la obligación
    de enseñarle quien yo soy,
    para que no crea que estoy
    sobre una falsa ilusión.

    Yo realmente cuando pienso
    que la vida es tan sagrada,
    de pensarlo está perdonada
    la vida es mucho, en tan corto tiempo.

    Créame que si le digo estas cosas
    es porque no me han de pesar,
    sólo pueden mis estrofas
    discernir, sin salpicar.

    Tenga de mi lo que con tanto tiempo,
    creí que era sólo un sueño,
    se ve que puede el empeño,
    ser el autor de nuestros actos.

    Me cabe el afán de que pude
    decir en muy simples palabras,
    pensamientos que no excluyen
    la sinceridad del habla.

    El verso no es inusual
    el verso premeditado,
    cuando se es bien preparado
    provoca el bien, y no el mal.

    Amigo crea que hoy
    me he quitado ya un gran peso,
    pienso que pudo el exceso
    de palabras, decir quién soy.

    Mañana si ve que estoy
    en la trinchera, al frente;
    sepa que muero decente,
    mi vida por Patria, doy.
    A Maramin, Javier Alánzuri, bristy y 2 otros les gusta esto.
  3. Allá, cerca de Pasos de los Toros,
    donde el cielo se quebró,
    nació el hombre de oro,
    allá en Uru-Tacuarembó.

    Minas de monte y lodo,
    Montevideos perdió
    el sueño que lleva todo
    amor, del amor creció.


    Hombre que hizo al verso
    amor, del hombre que amó
    todo lo bello y lo inverso,
    vida de pobre quedó.


    Letras que tienen más peso
    que el mismo Libro de Dios,
    quién enseñó, que un beso,
    es lo más dulce del adiós.


    Nos enseño a ser más intensos,
    más suceptibles, nos elogió;
    nos enseñó que vale el esfuerzo
    cuando se ama, y de quién sufrió.


    Vida que hizo al hombre
    más noble de lo que creyó
    vida que rima su nombre
    hombre de vida vivió.


    Que vayas, por siempre entonces,
    en boca de amor, que yo
    sé que cuando cante el zinzonte
    es el hombre de Tacuarembó.
  4. Estoy pensando que si te escribo,
    veré de qué forma lo hago,
    escribirte a ti, no es tan sencillo;
    tus exigencias me han mal acostumbrado.


    Amor te daré consciente,
    amor como el que me has brindado,
    amor, como el amor que siempre
    yo quería haber alcanzado.

    Y quiero decirte sin mentir
    que eres la persona a quien más he amado,
    siemplemente supiste esparcir
    el aroma del amor, a un hombre desolado.

    Por nada te dejaré partir
    tú eres lo que siempre había soñado,
    antes tenía ganas de morir,
    y ahora que estoy contigo, temo por lo que había pensado.

    Te amaré siempre por haber roto
    toda la niebla y el triste hechizo,
    a esto se debe mi compromiso
    de amarte eternamente, aunque sé que es poco.

    Mi corazón jamás olvidará quien lo puso de nuevo a latir,
    quien lo revivió cuando estaba ya casi muerto,
    la recompensa es grande, ya él no va a morir;

    te regala todo el amor que tú le has devuelto.
    A Claridad, Javier Alánzuri, bristy y 2 otros les gusta esto.