Ya me voy mujer te dejo me aburrí de tus migajas por deporte me rebajas tuve un poco de despejo. Te regalo con tu viejo ser tu juguete no puedo si me quedo más me enredo a tu amor viví esperando siempre me estuviste dando atolito con el dedo.
En una edad muy temprana de unos cinco años apenas las penas no son ajenas si tu mundo se desgrana. De la noche a la mañana se te rompe el corazón ya no encuentras ilusión ni cariño por la vida solo buscas la salida entre tanta destrucción. La suerte te desampara y a tu vida hace pedazos al no tener ya los brazos del hombre que más te amara. El padre que te cuidara sin importar sus desvelos rogando al Dios de los cielos le permitiera cuidarte y al honradamente criarte verte cumplir tus anhelos. Sin embargo, la desgracia la que nunca es bienvenida como bestia enfurecida sin ninguna diplomacia. Sus bajos instintos sacia cambiando cualquier escena va y se lleva a gente buena destrozando a una familia y el dolor la reconcilia para soportar su pena. Ya nada tiene sentido has perdido el interés tu mundo ves al revés está gris sin colorido. Todo lo miras caído en el suelo derrumbado tu niñez ha colapsado hay que madurar de prisa te pintas una sonrisa en tu rostro desolado. Noches de insomnio preñadas con terribles pesadillas abrazando tus rodillas amargamente llorabas. Con voz quebrada rezabas rogando a Dios muy quedito que tu adorado papito volviera para abrazarte entre sus brazos cuidarte con ese amor infinito.
Distantes nos mantuviste tu destreza demostrando siempre estuviste jugando hasta que triunfal saliste. Más astuta siempre fuiste eso lo he reconocido bastante suerte has tenido pues muy bien me has ocultado así has tenido a tu lado a tu amante y tu marido.
Me gusta versar sencillo en lenguaje coloquial no me importa si está mal o si carezco de brillo. Tal vez sea un tinterillo pero escribo con esmero dejarles muy claro quiero con mi mano en el mostacho a palabras de borracho ¡oídos de cantinero! Escribo como me nace como fluye de mi mente así le gusta a mi gente y el saberlo satisface. A mi ser y se complace mi pensamiento certero voy a serles muy sincero mi cabeza nunca agacho a palabras de borracho ¡oídos de cantinero! Nunca llegaré a la cima como afamado poeta jamás ha sido mi meta aunque a muchos les lastima. Sin que nada me deprima explicarles muy bien quiero espero no ser grosero lo digo con desempacho a palabras de borracho ¡oídos de cantinero!
Nunca pude sacarte de mi mente se quedó tu recuerdo en mi memoria, imposible borrar aquella historia pues el pasado, en mí, sigue presente. No te borras, por mucho que lo intente en otros rostros veo tu sonrisa, me acaricia tan suave como brisa ¡y reacciono, como un adolescente! A pesar de que quiero ya no verte me he quedado dormido en ti pensando, en sueños, nada mas puedo tenerte. Apareces, así de contrabando ¿será entonces, cuestión de buena suerte? ¡eso es algo, que sigo analizando!
La lluvia que discurre en tus mejillas se mezcla con las lágrimas lloradas, las noches de dolor acumuladas -se filtran por tus ojos a hurtadillas-. Mirando tus despojos, adelante prosigues tu camino, temblorosa. Te sientes invencible, como diosa y sabes tu final, es muy distante. No puedes permitirte, que dolores pasados en tu vida te torturen, no debes de llorar viejos amores. Esperas tus heridas, pronto curen, impides no llegar nuevos rencores ¡las cosas son hermosas mientras duren!
Si me lees, yo te leo me visitas, te visito como vez, es facilito o es al menos lo que creo. Si en mi poema te veo de inmediato, al tuyo voy pues comprometido estoy de devolver la visita y recompensar la cita si mi comentario doy. Si en tu poema un desliz yo noto, comentaré pero no es de mala fe soy también, un aprendiz que compartiendo feliz lo mucho o poco que escribo los comentarios recibo en forma bastante atenta agradezco al que comenta y agradecido me exhibo.
No existe más, aquello que existía los pequeños detalles que yo amaba, se me olvida, lo que antes recordaba y ya no quiero, aquello que quería. Hoy duele, lo que antaño no dolía me exaspera, lo que antes toleraba, no me agrada, lo que antes me agradaba no río, por aquello que reía. Como ves, -se perdió lo interesante- se despidió el amor tras tantos daños, el desdén vino a ser el detonante. A pesar de querernos tantos años, -me llegó el hastío de ser tu amante- ¡y sin más, nos volvimos dos extraños!
Espero que jamás halle otras curvas portentosas son bastante peligrosas ya lo he descrito a detalle. ¡Aunque vale más, me calle! pues no falta un mal marido que deje mal atendido el negocio y que mi ayuda necesite, y yo sin duda: ¡le ayudaré complacido!
Por una cuestión didáctica tomaré un curso académico no pretendo ser polémico -quiero entender la sintáctica-. Espero ponerla en práctica y evitar ser un ridículo escribiré un buen artículo con un tema melancólico sustancialmente simbólico refiriendo un buen versículo.
Ay preciosa de mi vida aunque corras, no te escapas mis pensamientos atrapas -estás hecha a mi medida-. No tendrás una salida y sé bien que esto no esperas te lo digo de deveras aunque suene a disparate -yo soy como el chocolate- ¡voy directo a tus caderas!
Peldaño por peldaño, lentamente prosigo mi camino al infinito, rezando mi rosario, voy solito ignorando el bullicio de la gente. Te confieso, no hay nada que me aliente solo quiero llegar a tu regazo, me tomes tiernamente por mi brazo porque tú eres mi único aliciente. La culpa que atormenta y avasalla, la llevo a mis espaldas cual mi cruz sin quejas, ni clamores, mi alma calla. Mi altivez no dejaba ver tu luz al final derribaste la muralla y me das la bienvenida, ¡oh, Jesús!
Mil noches apasionadas e inmensas envueltos en deseos de aventura, iluminamos una alcoba oscura enfrascados en batallas muy intensas. Buscando entre la piel las recompensas gozamos los instantes, sin premura extasiado admiraba tu figura rogando a que bajaras tus defensas. Terminado el fragor de la batalla exhausto de escalar tus cordilleras con orgullo presumo mi medalla. Ansioso recorrí por tus veredas, habiendo derribado la muralla ¡amanezco aferrado a tus caderas!
Me gusta disfrutar la algarabía que causa tu sonrisa melodiosa, es canto de sirena tan hermosa que envuelve con ternura el alma mía. Me gusta disfrutar de cada día, mirar salir al sol del horizonte. Observar ocultarse por el monte mis recuerdos entre la lejanía. Me gusta disfrutar de un buen paisaje al lado del amor de mis amores, contemplando abrazados el celaje. Oyendo el canto de los ruiseñores me gusta amarte, aún sin maquillaje tus besos sanan todos mis dolores.
Joven que ahora procedes con fortaleza y esmero guarda tus joyas primero para que siempre en paz quedes. En el mundo no te enredes mantente por Dios atento no pierdas en un momento lo que perder tanto duele que de ti el amor no vuele conciencia pura es sustento. Tu familia el fundamento para que la vida afrontes que pesares no confrontes y evites el sufrimiento. No exista padecimiento en tus años venideros con los consejos certeros y el cariño de tus padres un buen futuro te labres para tus años postreros. En busca de fama y oro no descarriles tu afán porque nada bueno dan solo suplicio y atoro. Al Dios del cielo le imploro escuches este consejo y llegues joven, a viejo sonriéndole a la vida con tu labor bien cumplida y pureza en tu reflejo. Tus padres son el espejo donde debes reflejarte además de refugiarte si necesitas consejo. Para que adquieras despejo y no sufras tempestades escoge a tus amistades para evitar los suplicios siempre lejos de los vicios salvarás calamidades. Joven, tiempo ahora tienes a plenitud ve, disfruta pero resiste la fruta que amarga todos los bienes. Aprende, por Dios, de quienes tomaron el tramo estrecho sacándole buen provecho a cada instante y segundo dueños de jardín fecundo y espíritu satisfecho. A aconsejarte aprovecho querido hijo de mi alma la vida lleves con calma andando el camino estrecho. El amplio tendrá al acecho sexo precoz, también drogas que en tu cuello serán sogas te llenaran de amargura mejor conserva cordura y así tu vida no irrogas.